Memoria de los bienes que ha llevado doña Tomasa del Corral,
mi hija, apreciados por Andrés Lavado, platero, y Fernando Gutiérrez, sastre, de
consentimiento de ambas partes, que es como se sigue:
Un jubón de palometa blanca con su randa
negra en treinta reales.
Una mantilla nueva de raso listado con su
forro de tafetán cochinilla, ciento y un reales.
Un jubón de raso pajizo, nuevo, en treinta reales.
Un jubón de felpa negra demediado en veinte y
cuatro reales.
Un jubón de tafetán negro, viejo, en ocho reales.
Un manto viejo en quince reales.
Unos zapatos nuevos en siete reales.
Un manto nuevo de seda en cuarenta reales.
Una basquiña de peldefebre, nueve de siete
lienzos, setenta reales.
Un jubón de brocado azul, nuevo, treinta y seis reales.
Un guardapiés de lo mismo, ciento y sesenta reales.
Unas enaguas listadas, quince reales.
Un jubón blanco bordado con seda azul y
randa blanca en las mangas en treinta reales.
Un bantar de tafetán negro en diez reales.
Otro blanco en diez reales.
Un pañuelo de estopilla con randa fina
apolillada en treinta reales.
Una camisa nueva de crea con mangas de
bocadillo en diez y seis reales.
Una cobija de estopilla, de siete cuartas los tres
lados, con randa fina apolillada en veinte y
cuatro reales.

Unos guantes finos encarnados, bordados con
hilo de oro, en seis reales.
Otros guantes negros de seda en seis reales.
De una randa de un cuello y la cobija, veinte y
cuatro reales.
Un cuello de randa fina apolillada y unas
vueltas de randas en diez reales.
Un rosario de remas finas engarzado en
plata con tres medallas en treinta y cuatro reales.
Una vihuela de plata, unas corchetas grandes, otras
pequeñas y unas hebillas en cincuenta y cuatro reales.
Las partidas referidas importan
setecientos y noventa reales. Osuna y mayo, diez y ocho de mil setecientos
y diez años.
Magdalena Pérez
Memoria de los bienes y alhajas propia de Tomasa del Corral,
mujer que soy de Jerónimo de Pineda, que quedaron en poder
de doña Magdalena Pérez, viuda de Domingo del Corral, mis
padres, son los siguientes:
Una montera de plumaje que me trajo el dicho Domingo del
Corral, mi padre, de feria de tela verde.
Un cuello de soles verde.
Una caja de plata que me dio mi cuñada Petronila con un niño
Jesús.
Un arquita que me dio mi hermano Francisco.
Otra más pequeña.
Unos pulseros de remas finas.
Un agnusito de plata que me dio el dicho Jerónimo
de Pineda, mi marido.
Un bastidor de madera que me dio Mesa, el carpintero.
Una saya de peldefebre azul.
Otra de peldefebre teñida de color negro.
Una camisa.
Un monillo verde bordado.
Un pañuelo delgado con su randa de tres solecillos
y otro llano.
Un monillo de raso listado y otro verde.
Un rosario de azabache que me dio doña Juana Gs, mujer
del dicho Mesa.
Un tapapiés de anascote encarnado guarnecido
con oros azules.
Un abanillo blanco.
Un corpiño bordado con seda azul.
Una mantilla de escarlata con randa azul y amarilla.
Otra de bayeta encarnada demediada.
Una casaca de bayeta, digo de felpa negra.
Unos zarcillos de oro de siete pendientes que pesaron once pesos.
Un espejito de manos con su marquito encarnado que me
dio la nieta del cordonero, Isabel.
Unas tijeras pequeñas que me enviaron de Cádiz, el paisano.
Unas medias de algodón encarnado.
Unas enaguas de bayeta verde de la tierra.
Un monillo de anascote negro, una bolsa con su randa y
escarapela de colonia de lustre negra para el pelo.
Un monillo de bretaña con mangas de ángel.
Una botonadura de plata del monillo del
color de ámbar y otra del monillo de felpa, de a siete
pares cada una, y otra del monillo azul de
nueve pares.
Un tocado de colonia de raso de cuatro varas.
Todos los cuales dichos bienes y alhajas, juro a Dios
y a esta cruz que hago, son míos y que paran en poder de la dicha
doña Magdalena Pérez, mi madre.
Tomasa Pérez del Corral
Aprecio
de la madera
En la villa de Osuna, en quince del dicho mes
de octubre, yo el escribano recibí juramento en forma de derecho de
Francisco José de Mesa y Juan Hidalgo, maestros carpinteros,
y lo hicieron y prometieron de decir verdad, y
dijeron han visto los bienes embargados tocantes a su
ejercicio y los apreciaron en la forma siguiente:
Un bufete de nogal grande en ciento y diez reales.
Otro menor en quince reales.
Una mesita con su gaveta en catorce reales.
Un escritorio de gavetas con su tapa,
cerradura y llave en doscientos reales.
Un cofre viejo forrado en vaqueta,
viejo, en quince reales.
Otro de lo mismo en quince reales.
Dos arcones de madera en cuarenta.
Media docena de sillas de vaqueta de
moscovia, viejas, digo nuevas, a cincuenta
y cinco reales cada una.
Una arquita pequeña en seis reales.
Una cama de nogal de colgar en ciento
y cincuenta reales.
Cuyo aprecio dijeron haber hecho bien y
fielmente y que lo que han dicho es la
verdad para el juramento que tiene hecho y que son
de edad, el dicho Juan Hidalgo de cincuenta y seis años,
y el dicho Francisco de Mesa de treinta y cuatro, que lo
firmó y el dicho Juan Hidalgo no lo hizo por no
saber.
Aprecio
de la pintura
En Osuna, en dicho día diez y ocho de
octubre, yo el escribano recibí juramento en forma
de derecho de Nicolás Cordero, maestro pintor,
y lo hizo y prometió de decir verdad, y
dijo ha visto los bienes embargados que
pertenecen a su arte, los cuales apreció en la
forma siguiente:
Dos láminas pequeñas con marcos
dorados en treinta reales.
Un cuadro de Jesús Nazareno de a vara en
cuatro.
Otro de Nuestra Señora de a media vara en dos.
Otro de vara y cuarta de la mujer Verónica
en tres reales.
Otro de Señor san José en dos reales.
Otros dos lienzos pequeños en cuatro reales.
Cuyo aprecio hizo bien y fielmentte y que lo
que ha dicho es la verdad para el juramento que tiene hecho y
que es de edad de cincuenta y ocho años y lo firmó.
Nicolás Cordero Francisco López escribano
Aprecio de
la ropa
En la villa de Osuna en veinte y siete
días del mes de octubre, año de mil setecientos y diez,
yo el escribano recibí juramento en forma de derecho
de Agustín Gómez y Fernando Gutiérrez, maestros
de sastre, y lo hicieron y prometieron de decir
verdad y dijeron han visto las alhajas de ropa
contenidas en estos autos y las aprecia en
la forma siguiente:
Dos colchones a cuarenta reales cada uno.
Una sábana de crea ancha guarnecida
en treinta y seis reales.
Otra sábana de crea angosta en .
Dos almohadas guarnecidas con
sus fundas y lana, a ocho reales cada una.
Dos tablas de manteles ordinarios,
de a vara y cuarta cada uno, en diez reales.
Seis servilletas en diez y ocho reales.
Una toalla en cuatro reales.
Un rodapiés de sempiterna en diez reales.
Otro rodapiés de crea en ocho reales.
Cuyo aprecio dijeron haber hecho
legalmente y que lo que han dicho es la verdad para
el juramento que tiene hecho y que son de edad, el dicho
Agustín Gómez de cincuenta y nueve años y el
dicho Fernando Gutiérrez de más de treinta, y
lo firmaron.
Agustín Gómez Fernando Gutiérrez
Francisco López, escribano