Carta de pago y recibo de dote
por don Andrés de Vargas
a doña Teresa de Mejorada. En 9 de febrero de 1724
Sepan los que vieren esta escritura de carta de pago, recibo de
dote y promesa de arras, como yo, don Andrés de Vargas,
natural de la villa de Torrijos, hijo legítimo y de legítimo
matrimonio de don Luis de Vargas y de doña Juana de Riofrío,
su mujer, difunta, vecinos que fueron y es el dicho su padre
de la referida villa, residente al presente en esta corte y viudo
de doña Rosa Téllez Gudiel; digo que, al tiempo y cuando
traté de tomar nuevo estado de matrimonio y de me casar
con doña Teresa de Mejorada, natural de la villa de
Pastrana, hija legítima de Manuel de Mejorada y de
doña Ángela de Córdoba, su mujer, difuntos vecinos
que fueron de dicha villa, por la referida doña Teresa
Mejorada se ofreció llevar en dote y para ayuda de
sustentar las cargas del matrimonio cuatro mil setecientos
y noventa reales y medio en bienes, alhajas y dinero, y otras cosas;
y también yo ofrecí a la referida doña Teresa, mi futura
esposa, por sus méritos virtud y buenas partes,
doscientos ducados de a once reales de vellón, que hacen
dos mil y doscientos reales por vía y forma que en derecho mejor lugar
haya para más aumento de dote; y porque mediante
este ofrecimiento se han hecho las diligencias y corrido las
amonestaciones que dispone el santo Concilio de Trento,
y estamos próximos a desposarnos en uno de los
días inmediatos de esta semana, y por la dicha
doña Teresa de Mejorada, cumpliendo con lo
ofrecido por su parte me entrega los bienes, maravedís
y alhajas siguientes:
Dinero Primeramente cuatrocientos y veinte
reales de vellón en expecie de plata.
Cosas de plata Una urnita de san Antonio de plata
en veinte y cuatro reales.
Una caja de plata labrada en treinta reales.
Más unos pendientes de aljófar con sus
arillos de oro, todo en noventa reales.
Una aguja de plata del pelo con dos
botones en quince reales.
Un linum cruzis con una imagen de
Nuestra Señora de la Soledad, engarzado
en plata, en sesenta reales.
Un relicario con un linum cruzis y
Nuestra Señora de Belén, guarnecido en
plata en treinta reales.
Una firma de santa Teresa guarnecida
en plata en doce reales.
Una imagen de Nuestra Señora del Pilar
de filigrana de plata en diez y ocho reales.
Una imagen de plata de Nuestra Señora
del Pilar y dos cruces de Santo Torribio
en plata, una medalla y un dedal
de plata y una imagen de la Soledad
guarnecida en acero, tasado todo en
sesenta reales.
Una cruz de oro con su corona para
el cuello, guarnecida de piedras falsas
en ochenta reales.
Un palillo de ébano de hacer media
con su casquillo y cadenilla de plata
en doce reales.
Una cuenta de leche engarzada en
plata en sesenta reales.
Vestidos Un vestido de teletón, casaca y basquiña,
color de flor de violeta, nuevo, en
cuatrocientos y veinte reales.
Un guardapiés de raso escarolado casi
nuevo en doscientos y cuarenta reales.
Una basquiña de lamparilla
momperada, casi nueva, en noventa reales.
Una basquiña de lamparilla
ordinaria muy traída en treinta reales.
Un guardapiés de raso encarnado usado
en sesenta reales.
Otro guardapiés de raso escarolado
más traído en cincuenta reales.
Otro guardapiés de sempiterna verde
bueno, con dos galones, en setenta y cinco reales.
Tres zagalejos de bayeta blanca nuevos, con
sus cintas, en ochenta reales.
Otro guardapiés de sempiterna verde
mediado en treinta reales.
Otro guardapiés de droguete muy
andado en veinte y cuatro reales.
Una casaca de damasco negra buena
en sesenta reales.
Otra casaca de ormesí negro usada en
cuarenta y cinco reales.
Otra casaca de lanilla color del
carmen, buena, en cincuenta reales.
Un corte de casaca de lamparilla
momperada en pieza en cuarenta
y cinco reales.
Otra casaca de nobleza muy usada
en treinta reales.
Otra casaca de terciopelo negro
andada en cuarenta reales.
Un guardapiés de tafetán verde usado
con un galón blanco en treinta reales.
Un dengue de bayeta blanca con su
ribete de media colonia encarnada
y su colonia sentada en treinta y
tres reales.
Una mantilla de bayeta guarnecida
con listón de color de oro en veinte y cuatro reales.
Una cotilla nueva de holanda cruda en
sesenta reales.
Dos devantales de tafetán negro, el uno
nuevo, tasados en veinte y seis reales.
Otro devantal de albornoz en ocho.
Una almilla de sempiterna
encarnada usada en doce reales.
Un paño de cama de cabezuela de seda,
color de fuego y escarolado, con fleco de
seda y su rodapiés de lo mismo, tasado
todo ello en ciento y cincuenta reales.
Cuatro fundas de cama, dos de holandilla
y dos de terliz, todas en veinte y cuatro reales.
Una frazada de cama blanca andada
en diez y seis reales.
Una cortina de bayeta encarnada vieja
en diez y seis reales.
Otra cortina de bayeta verde
pequeña en diez.
Un par de medias de seda de Italia,
color de fuego con sus ligas verdes, todo
en sesenta reales.
Otro par de medias nuevas de Toledo
de color de fuego en treinta y seis reales.
Otras medias de seda de Toledo del
mismo color, casi nuevas, en treinta.
Más cuatro pares de medias de seda de
color de fuego, usadas, en sesenta reales.
Un abanico de talco nuevo en treinta reales.
Otro abanico de lámina con varillas
de concha en treinta y siete reales.
Otro abanico ordinario viejo en seis.
Una estufilla ordinaria bien tratada
en diez y ocho reales.
Un par de guantes nuevos, bordados de
plata, en siete reales.
Un manto de seda en sesenta y cuatro reales.
Ropa blanca Cuatro almohadas nuevas de bocadillo
fino, a seis reales, hacen veinte y cuatro.
Tres camisas nuevas de morlés en
sesenta reales.
Otra camisa de true nueva en veinte y
cuatro reales.
Unas enaguas nuevas de morlés con
encajes en veinte y dos reales.
Una toalla nueva de beatilla de Vizcaya
en quince reales.
Dos toallas de gusanillo andadas en
doce.
Una tabla de manteles entrefinos
estrenada en diez y ocho reales.
Otra tabla de manteles pequeña
alemanisca estrenada en quince.
Una toalla de cambray buena con
encajes en cincuenta reales.
Dos servilletas nuevas de gusanillo
fino en doce reales.
Más dos servilletas de gusanillo
usadas en ocho.
Una colcha nueva de algodón blanca
de gusanillo en seis reales.
Dos lienzos blancos de cambrayón en
diez y ocho reales.
Unos vuelos de cambray labrado con
encajes casi nuevos en treinta y siete reales.
Otros vuelos de cambray con encajes
más pequeño en veinte y dos reales.
Dos varas de encajes de ojo de perdiz
nuevos en veinte y siete reales.
Dos escotes de encajes finos mojados en
quince reales.
Otros cuatro escotes de encajes mojados
más gorditos en diez y seis reales.
Tres pares de paños de encajes, los dos finos
y el otro ordinario, en veinte y cuatro reales.
Dos justillos nuevos de coruña en doce reales.
Una almilla de coruña fina en doce reales.
Tres pares de enaguas de coruña
estrenadas en treinta y seis reales.
Dos pares de calcetas nuevas en doce reales.
Otros dos pares de calcetas usados en ocho.
Trece varas de estopa en pieza en treinta
y tres reales.
Una sábana de holanda estrenada con
encajes en noventa reales.
Más tres sábanas nuevas sin mojar,
la una de coruña y las dos de lienzo
casero, todas en ciento y cinco reales.
Cuatro sábanas de cotanza nuevas
de tres piernas, a cien reales cada una,
hacen cuatrocientos.
Cuatro almohadas nuevas de cotanza en cuarenta reales.
Una almohadilla de cañamazo en quince reales.
Cofres Más dos cofres tumbados cubiertos de
badana negra con su cerradura y llave,
el uno de vara y media de largo y el
otro de más de a vara, tasados ambos
en treinta y siete reales.
Pinturas Una pintura de Nuestra Señora con el
niño en los brazos en marco negro
en setenta y cinco reales.
Un cuadro con el rostro de Nuestro Señor
de más de vara de largo con marco
negro y perfil dorado en sesenta reales.
Más cuatro países de montería de a
media vara, con marco negro en cuarenta reales.
Dos laminitas de Nuestra Señora
bronceadas en treinta reales.
Ocho cuadritos con sus marcos negros
y sus vidrios en veinte reales.
Una cruz de bronce con Cristo
crucificado en veinte y dos reales.
Un relicario para reliquias en diez reales.
Un agnus guarnecido en bronce en doce reales.
Un espejo de a tercia con marco de
granadillo en cuarenta y cinco reales.
Cosas de cocina Dos candeleros nuevos de azófar en
catorce reales.
Unas espabiladeras de lo mismo en tres.
Un candil de garabato nuevo en tres reales.
Una aceitera de hoja de lata en dos reales y medio.
Seis jícaras entrefinas con sus
macerinas nuevas, todo en diez y nueve reales.
Un cubo nuevo en ocho.
De vidriado blanco, diez y ocho reales.
De vidriado de Alcorcón, diez reales.
Más un cazo de cobre grande bueno
en sesenta reales.
Un calentador en treinta reales.
Dos sartenes viejas en cinco reales.
Un asador de hierro grande y una
varilla de cortina en tres reales.
Cinco silletas de paja, las cuatro
nuevas, en quince reales.
Un taburete de vaqueta viejo en ocho.
Una mesita de nogal en seis reales.