MA1782D9056 Probanza. Alonso de Igualada, regidor perpetuo y vecino de Vélez Málaga, con un alguacil ordinario de dicha villa, sobre impedirle apresar a Juan de Torres
Fecha 1782
Localidad España, Málaga, Vélez Málaga
Proyecto HISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
Financiación MINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
Archivo Archivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscrito ARCHGR 10717/15
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3ª [1] A la tercera pregunta dijo que el día que
llevaba preso Gaspar Vellón a Juan de Torres , que no tiene
presente si fue con efecto el mismo que se contiene en
la pregunta , bien que se acuerda fue por el mes que se cita ,
se hallaba el testigo a las puertas de su casa , que son
con inmediación a las de el don Alonso Igualada . Y vio
que , al pasar por delante de las puertas de este , se
pararon un poco el ministro y el reo , y oyó que este
clamaba con repetidas instancias al don Alonso , que
estaba en su balcón . Y le decía : Señor don Alonso , por amor
de Dios , dígale VM a este hombre que me suelte
. A
cuyas expresiones oyó también que el Vellón
respondió: Qué señor don Alonso ni qué cojones
; lo cual
parece que oyó este , pues le dijo : Vaya usted , lléveselo,
que yo iré a ver al señor corregidor y le diré lo que usted
es
. Y a este tiempo vio el testigo que el Juan de Torres
se desprendió del ministro y se entró en las casas
del don Alonso , sin poder decir si dicho ministro lo soltó
o si él se escapó , pues iba según las muestras
tan embriagado como solía estarlo en muchas
ocasiones , y por ello hablaba tan sin reparo las
palabras deshonestas que ha referido el testigo ; las
cuales oyó repitió el ministro por dos o tres
veces , de que infirió el testigo , y lo mismo otras
personas que se pararon a la novedad , que estaba dicho
ministro embriagado ; que a estar en su sano juicio
no hubiera proferido semejantes palabras . Y , al
retirarse dicho ministro dejando dentro de las casas del
don Alonso al reo Juan de Torres , advirtió el testigo
que detrás fueron este y doña Isabel Negro , mujer
de aquel , y se encaminaron como hacia las casas de
el corregidor , y responde .
3ª [2] A la tercera pregunta dijo que la tarde del día que
se refiere , y a tiempo que el Gaspar Vellón , alguacil
ordinario , traía preso a Juan de Torres por la
calle en que vive don Alonso Igualada , iba el testigo
por la misma calle y les vio venir trayendo el
alguacil a el otro , asegurado pero trastornándose
de tal manera que notoriamente se conocía venir
embriagado . Con cuya novedad algunas personas
se detuvieron , y lo mismo hizo el testigo , y cada
cual de los que le miraban decía lo que se le antojaba
de cerca de la embriaguez que se advertía en dicho
alguacil . Y vio el testigo que el Juan de Torres , a el
llegar inmediato a las casas de el don Alonso , se inclinó
a mirar a el balcón y empezó a dar voces
clamando le mandase que lo dejara suelto . Y oyó que el don
Alonso le preguntó a el alguacil que por qué lo llevaba preso ,
y este respondió : Porque el diablo quiere
. Y el don
Alonso le dijo se fuese con Dios , y siguiendo el
Juan de Torres en sus clamores y el alguacil
instándole a que anduviese , dijo el don Alonso Vellón :
Llévatelo
; esto por dos o tres veces , a que el Torres
continuaba diciendo :
Por Dios señor don Alonso , favorézcame usted
.
Y el alguacil , mirando a el Torres e instándole a que
anduviese , dijo : Qué señor don Alonso ni qué cojones
;
a que el don Alonso le dijo a el dicho alguacil : Anda , pícaro
borracho , que ya iré yo a ver al corregidor y le
diré lo que tú eres , anda , pícaro desvergonzado
.
Y siguiendo algunos pasos advirtió el testigo que
el Juan de Torres se desprendió del alguacil y se
metió en las casas de el dicho don Alonso , pero no puede
decir si fue porque le soltó o porque él pudo
desasirse. Y , permaneciendo el testigo y otras personas
a la vista por ver aquello en lo que paraba , vio
que el alguacil se retiró , y que a poco salió doña Isabel
Negro , mujer del don Alonso , acompañada de
el Juan de Torres , que , según se impuso por lo que allí
se dijo , iba a presentarlo al corregidor
y contarle lo que había pasado . Y , retirado el testigo ,
supo después en el mismo día , por conversaciones que
en el particular oyó , que desde las casas de dicho
corregidor se había ido el Juan de Torres a
la iglesia parroquial de Señor San Juan , que está por
frente de ellas , lo cual es cuanto por entonces
presenció el testigo y después oyó , con lo que
satisface al contexto de la pregunta , y responde .
3ª [3] A la tercera pregunta , dijo que en el día en cuya tarde
Gaspar Vellón llevaba preso a Juan de Torres , se
hallaba el testigo en las casas de don Alonso Igualada
cortando dos o tres pares de zapatos en la sala de
el referido , y este sentado a el balcón , puesta
una pierna que tenía mala sobre una almohada
encima de una silla . Y oyó el testigo voces en la
calle que decían : Señor don Alonso , favorézcame usted , por
Dios
. Con lo cual se asomó el testigo al mismo
balcón y vio a el Vellón y a el Torres , que aquel
lo llevaba asido y le instaba a que anduviese , y
este no cesaba de clamar al don Alonso , quien por
dos o tres veces dijo no podía remediarlo, y a el
Vellón que se retirase y se lo llevase , dando
muestras de que sentía se valiese de él y
clamase con tantas instancias dando motivo a que
se juntase gente en la calle . Y también oyó que
el don Alonso preguntó al Vellón por qué lo llevaba preso ,
y que este respondió : Porque el diablo quiere
.
A lo que le
repitió: Anda con Dios , llévatelo
. Y el Juan de Torres
instaba con clamores , y al volver a decir : Diga VM que
me suelte , señor don Alonso
, expresó el Vellón : Qué señor don
Alonso ni qué cojones
; tirando de el Torres e
instándole a que anduviese . A cuya palabra tan
indecente le dijo el don Alonso al Vellón : Anda , pícaro
borracho, que eres un desvergonzado , yo iré a ver al
corregidor y le diré quién tú eres
. Y por ello el testigo y los
demás que a la novedad se habían parado en la calle
convinieron en que el Vellón estaba , como tenía de
costumbre, embriagado ; que a no estarlo no hubiera dicho
tales palabras tan deshonestas
y a vista de una
publicidad. Y , a pocos pasos de retirados el Vellón y el
Torres , se entró el testigo a la sala a seguir su
tarea de cortar los zapatos . Y en breve subieron
los hijos de el don Alonso diciendo que allí estaba el Juan
de Torres , quien según refirió se había
desprendido del ministro y metídose en dichas casas , sin poder
decir el testigo si dijo lo había soltado él de su motu
proprio o si el Torres había escapádose, que es lo que acerca de
la pregunta y con arreglo a lo que comprende puede
Legenda:
Expansión • Conjetura • Tachado • Adición • Restitución • Sic
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