MA1615D9067

Falsificación de reales de plata de a ocho

Fecha1615
LocalidadEspaña, Málaga, Velez Málaga
ProyectoHISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
FinanciaciónMINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscritoARCHGR 9529/4

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Por las preguntas siguientes se examinen los testigos que fueren presentados por parte del licenciado Alarcón, fiscal de su majestad, en el pleito con Juan Bernal, vecino de Vélez, preso en la cárcel de corte de Granada: 1 Lo primero si conocen a las partes y tienen noticia de este pleito y de la moneda falsa sobre que se litiga etcétera. 2 Si saben que los reales de a ocho falsos que don Gracián de Aguirre, vecino de Málaga, llevó y exhibió ante el señor licenciado Rodrigo de Cabrera, alcalde de corte de Granada, con ocasión de que un Francisco Solimán, genovés, dijo y entendió que no eran buenos, salieron de poder del dicho Juan Bernal, y aunque pasaron por diferentes manos no hay ni puede haber duda en que esto sea cierto porque las personas que lo han declarado así son de mucha fe y crédito sin cosa en contrario, y luego como cada una los recibía los iba dando y entregando a otra sin mezclarlos con diferente moneda ni detenerlos en su poder, y si hubiera o pasara algo en contrario, los testigos lo supieran y tuvieran noticia de ello y no pudiera ser menos; digan etcétera. 3 Si saben y es cosa cierta y sin ninguna duda que el otro real de a ocho y de a cuatro, falsos, que fueron hallados en casa del dicho Juan Bernal, son de la misma especie, calidad y fábrica que los primeros, exhibidos y manifestados por el dicho don Gracián, lo cual se conoce y echa de ver en el color y sonido y peso y en la impresión de las armas y en todo lo demás; digan etcétera. 4 Si saben que la falsedad de los unos y otros reales referidos en las preguntas antes de esta es muy dañosa y engañosa y con extremo perjudicial a la república, por ser en moneda tan gruesa y estar contrahecha con muy grande artificio y poderse temer habrá cantidades de ella entremetidas y esparcidas por el reino; digan etcétera. 5 Si saben que el dicho Juan Bernal es hombre muy sospechoso en esta materia de moneda falsa, y porque ha tenido otro pleito y pleitos de ello y ha sido condenado en perdimiento de mitad de bienes y en cuatro años de destierro del reino, que hasta ahora no los ha cumplido, y él y Diego de Pavía, su compañero, que anda ausente por este negocio, tienen muchas correspondencias y tratos y amistades con extranjeros y suelen tener muchos reales de a ocho y de a cuatro y de a dos y sencillos y pagar en ellos lo que compran; y así se presume que, o fabrican y han fabricado ellos la dicha moneda o por lo menos saben de dónde viene y la reciben y encubren y gastan; digan etcétera. 6 Ítem de público y notorio, pública voz y fama; etcétera. el Licenciado Alarcón 5 [1] A la quinta pregunta, dijo que lo que sabe de la dicha pregunta es que este testigo ha oído decir en la dicha ciudad de Vélez, a personas que no se acuerda de su negocio, que antes que el dicho Juan Bernal fuese preso por esta causa lo había sido otra vez por moneda falsa. Y ha oído decir asimismo que si el dicho Juan Bernal no tuviera la causa antigua de la dicha moneda falsa de que fue acusado, que por esta causa que ahora se sigue contra él no fuera nada, y este testigo no sabe si el dicho Diego de Pavía contenido en esta pregunta es compañero del dicho Juan Bernal ni que haya tenido tratos ni contratos con él. Y que lo que más sabe es que habrá cuatro o seis meses, poco más o menos, que llegó a su casa de este testigo, un día que no se acuerda este testigo si era por la mañana o por la tarde, Diego de Pavía, vecino de la dicha ciudad y procurador en ella, con unos reales de a ocho que este testigo no está bien acordado si eran dos u tres; y le pidió a este testigo que le diese trueco de ellos, y que si no tenía reales de a cuatro que le diese menudos, porque los quería para dar no se acuerda quien dijo. Y este testigo los trocó los dichos dos reales o tres de a ocho y le dio moneda de vellón. Y de allí a dos o tres días, a lo que se quiere acordar, estando en la carnicería de la dicha ciudad, vio a el dicho Diego de Pavía que estaba pidiendo a Juan López, cortador de carne que es mesonero en el mesón de los Gigantes, que le trocase dos reales de a ocho. Y, dándoselos, dijo a el dicho carnicero que le diese reales de a cuatro por ellos, el cual dicho Juan López dio a el dicho Diego de Pavía trueco de de los dichos reales de a ocho en reales de a cuatro. Y, habiéndose ido el dicho Diego de Pavía de la dicha carnicería, sospechando este testigo que que podía ser que siendo hombre rico el dicho Diego de Pavía se deshiciese de los reales de a ocho y pidiese de a cuatro y cuartos, le dijo este testigo a el dicho Juan López, cortador, la dicha sospecha que tenía, diciéndole: Siendo este hombre rico y que trata en la plaza, y tan sabido como sería de los reales de a ocho y los trueca por de a cuatro y cuartos, si es que no valen. Y el dicho Juan López respondió que no sabía nada. Y, saliendo este testigo el dicho día de la dicha carnicería, la mujer de Gregorio Muñoz, cordonero y especiero, le dijo a este testigo que si había tomado carne en la carnicería, y este testigo le dijo que ya la había tomado. Y entonces le dijo este testigo que si tenía algunos reales de a ocho, y la dicha mujer del dicho Gregorio Muñoz le dijo que por qué se lo preguntaba. Y este testigo le dijo que porque había visto que Diego de Pavía se andaba deshaciendo de reales de a ocho y trocándolos, y que este testigo le había trocado dos o tres y en la carnicería le había trocado Juan López, cortador, otros dos reales de a ocho. Y entonces le dijo a este testigo: Sin duda que no deben de valer reales de a ocho en Granada, pues los trueca el dicho Diego de Pavía. Y la dicha mujer del dicho Gregorio Muñoz le dijo: También yo le he trocado otro, y se lo enseñó a este testigo, y como este testigo vio que el dicho Diego de Pavía se deshacía de los dichos reales de a ocho, a cabo de algunos días fue a la dicha carnicería de la dicha ciudad y le dijo a el dicho Juan López, cortador, que le trocase los dichos dos reales o tres de a ocho, los cuales eran los que le había dado el dicho Diego de Pavía. Y el dicho Juan López se los trocó en cuartos porque este testigo iba a comprar harina y no pagar en plata al harriero. Y esto es lo que sabe de lo contenido en la dicha pregunta, y lo demás en ellas contenido no lo sabe, ni tampoco este testigo sabe que los dichos reales de a ocho que trocó el dicho Diego de Pavía eran falsos o no, ni tuvo otra sospecha de las de la que tiene dicha, que no debían de valer en Granada pues los trocaba el dicho Diego de Pavía. 5 [2] A la quinta pregunta, dijo este testigo que lo que sabe de la pregunta es que habrá más de cuatro años que oyó decir en la dicha ciudad de Vélez que el dicho Juan Bernal había estado preso o andado huyendo por moneda falsa pechilinga; que se había hallado en su poder cierta cantidad de ella y que por ello había estado desterrado de la dicha ciudad. Demás de lo cual sabe este testigo que el dicho Juan Bernal y Diego de Pavía, vecinos de la dicha ciudad, eran amigos y andaban muchas veces juntos en mucha amistad, pero si en alguna manera tenían trato y granjerías no lo sabe este testigo. Y lo que más sabe es que habrá tres o cuatro meses, poco más o menos, que estando este testigo en las carnicerías de esta ciudad, donde pesa carne, llegó a la dicha su tabla Diego de Pavía, procurador e vecino de la dicha ciudad, y le dio dos reales de a ocho y dijo que le diese el trueco de ellos en reales de a dos u de a cuatro. Y este testigo le dijo que por qué trocaba los reales de a ocho por de a dos, y el dicho Diego de Pavía le dijo que como iba a jugar no quería sacar reales de a ocho, sino de a dos u de a cuatro. Y así este testigo se acuerda le dio el trueco de los dichos dos reales de a ocho en reales de a dos. Y después este testigo dio los dichos dos reales de a ocho en la paga que hace de la carne en fin de cada semana pero este testigo no sabe si los dichos dos reales de a ocho eran falsos o no, más de que después de pasado lo susodicho, y después de estar preso el dicho Juan Bernal sobre los reales de a ocho, como había murmuración de que estaba preso sobre moneda falsa. Hablando este testigo con algunas personas, de cuyos nombres no se acuerda, para los declarar, dijeron las dichas personas que Diego de Pavía se había de picar en la dicha moneda falsa. Y entonces Juan de Salcedo, vecino de la dicha ciudad, hombre de la mar que trabaja en las barcas de Gabriel Márquez, dijo: Voto a Dios que llegó a el dicho Diego de Pavía y me dijo que le diese ocho reales en cuartos por un real de a ocho, y le dio el dicho Pavía el dicho real de a ocho y que él le había dado el trueco en cuartos; y asimismo al tiempo y cuando este testigo trocó a el dicho Diego de Pavía los dichos dos reales de a ocho por menudos estando presente Andrés de Padilla, cordonero, dijo a este testigo que también a él había llegado el dicho Diego Pavía dos días antes y le había pedido truco de dos reales se los había dado y esto es lo que este testigo sabe de la dicha pregunta y no sabe otra cosa de lo contenido en ella. 5 [3] A la quinta pregunta, dijo que sabe este testigo que el dicho Juan Bernal, en los años pasados, fue preso por la justicia de la ciudad de Vélez por haberle hallado moneda extranjera de estos reinos, pechilinga, de lo cual se le hizo causa y fue condenado por la justicia en ciertas penas. Y se remite a la sentencia y autos, que de ella parecerá la verdad. Y sabe que Diego de Pavía, vecino de la dicha ciudad, según es público e notorio en ella anda ausente porque dicen es culpado en la dicha moneda falsa, pero si lo es u no no sabe este testigo, ni tampoco sabe si tiene correspondencia e compañía con el dicho Juan Bernal ni con extranjeros de estos reinos, ni sabe otra cosa de lo contenido en la dicha pregunta. 5 [4] A la quinta pregunta, dijo que sabe que el dicho Juan Bernal fue preso por hallársele en su casa una poca de moneda de vellón que decían era pichilinga, que decían que eran malos, y por ello estuvo preso en la cárcel pública de la dicha ciudad y fue condenado en ciertas penas. Que esta testigo se remite a el pleito y este no conoce a Diego de Pavía, el cual ha oído decir que era amigo del dicho Juan Bernal y que tenían trato y compañía. Y es muy público e notorio en la dicha ciudad de Vélez que el dicho Diego Pavía anda ausente por este negocio. Y lo que más sabe es de la dicha pregunta que, después de estar preso el dicho Juan Bernal por esta causa como tres o cuatro días, estando esta testigo visitando a la mujer del dicho Juan Bernal, y asimismo estaba presente la mujer de Villalta, cabo de escuadra; y estando todas tres en conversación tratando de la prisión del dicho Juan Bernal entró Alonso Sánchez de Pradana, vecino de la dicha ciudad, y le dio el pésame a la mujer del dicho Juan Bernal de su prisión, y dijo: Yo he hecho una cosa por el señor Juan Bernal que me lo han de agradecer mucho, porque, queriéndolo llevar el alguacil preso y aprisionado a la ciudad de Málaga, yo le dije a el alguacil que lo dejase ir a el mesón solo, por que no lo llevase desde la dicha cárcel aprisionado, y que el dicho Juan Bernal se había ido desde la cárcel hasta el mesón con su hermano, y el dicho Pradana fue y el dicho Pradana le dijo a la mujer de dicho Juan Bernal: No tenga VM pesadumbre, que cuando VM quiera hacer descargo yo le daré seis testigos sin que VM salga de casa que juren de cómo Diego de Pavía dio Allón, boticario, cien reales en reales de a ocho que decían eran falsos, y que se los había prestados, y que el dicho Pradena había conocido que eran falsos. Y, estando, le preguntó y dijo que pues los conocía que le dijese a esta testigo en qué conocía que eran falsos, para que si alguno le traían que lo conociese para desecharlo; el cual dijo que los dichos reales falsos tenían junto a la ciudad unas como arenillas, que aquello era del molde, que era de barro, y que de aquí a cuella los conocería él. Y con esto pasaron otras palabras y el dicho Pradana se fue, y esto es lo que esta testigo sabe de la dicha pregunta y no sabe otra cosa de lo que la pregunta dice.

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


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