GR1759D9052

Pleito incoado de oficio por la justicia de Belicena contra Lorenzo García, vecino de dicho lugar, sobre las heridas que causó a Josefa de Arroyo y Paula Martín

Fecha1759
LocalidadEspaña, Granada, Belicena
ProyectoHISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
FinanciaciónMINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscritoARCHGR 5233/023

View options

Text: - Show: - Tags:


En el lugar de Belicena, en seis días del mes de febrero de mil setecientos cincuenta y nueve años, el señor alcalde Juan de Rivera, asistido de el presente escribano de fechos, pasamos hacer embargo en los bienes de Lorenzo García, vecino de este lugar, que fueron los siguientes: Primeramente como una fanega de linaza; ítem más tres libras de estopa sin hilar; más un jergón de tascos; más una cama de tablas vieja; más tres sillas de anea; más una mesica pequeña; más dos candiles; más unas trébedes pequeñas con dos pies; más una tarima vieja. Y no se halló más que embargar, y dichos bienes se depositaron en Francisco García, vecino de este lugar, el que dijo estaba pronto en entregarlos siempre que se le mande por juez competente, y a ello se obliga con su persona y bienes habidos y por haber, siendo testigos Gabriel de Rivera y Nicolás de Ortega y Francisco Rivera, todos vecinos de este lugar. Y no firmaron por no saber escribir, firmolo el señor alcalde y yo el presente escribano, de que lo certifico. Juan de Rivera Francisco de Alba Declaración de Josefa de Arroyo. En el lugar de Belicena, en nueve días del mes de febrero de mil setecientos cincuenta y nueve años, su merced el señor alcalde, asistido de el presente escribano, pasamos a las casas de la morada de los padres de san Agustín descalzos de la ciudad de Granada, donde hay un religioso en dicha casa el que nos dio licencia para que pasara dicho señor alcalde a tomar declaración a Josefa de Arroyo y a Paula Martín, reas en estos autos. Y en vista de esto se presentó ante el señor alcalde, y de el presente escribano, Josefa de Arroyo, vecina de este lugar, por Dios y una señal de cruz que hizo. Y, siéndole preguntado lo que había pasado con Lorenzo García, comprendido en estos autos, ofreció decir verdad en lo que se le preguntase. Y dijo que, siendo como las ocho de la noche en el día seis de febrero de este presente año, que la dicha Josefa de Arroyo y su hija Paula Martín que juntas fueron a casa de Lorenzo García y dieron las buenas noches, y les correspondió con lo mismo y dijo: Siéntense ustedes ahí. Y dijo: ¿A qué son ustedes venidas? Y respondió Josefa de Arroyo: Lorenzo, en el tiempo que tienes no has entrado en mi casa como hombre de bien. A que respondió: señora. Pues le dijo Josefa de Arroyo: ¿Sabes a lo que vengo? A que tu mujer deje a mi hija, que es doncella, y dijo mi hija Paula que se ha puesto su mujer de usted y ha dicho que por un cigarro lo da; a que respondió Paula Martín: pues su mujer de usted toma tabaco, también lo dará. Y el dicho Lorenzo García estaba haciendo media sentado en una silla, y se levantó y alzó la silla, y empezó a silletazos entre su mujer y mi hija, y yo lo agarré y le dije: Lorenzo ¿qué haces?, que no venimos aquí a nada de esto. A que salimos todos cuatro liados, y en la puerta, antes de llegar a la calle, sin saber quién ni quién no, me dieron un silletazo en la cabeza, y así que me vi herida me fui a refugiar a casa de los padres de san Agustín, donde me curaran. Y esto es la verdad so cargo de su juramento que hecho tiene, y es de edad de sesenta años. Y no firmó por no saber escribir, firmolo el señor alcalde y yo el escribano de fechos, de que lo certificó Francisco de Alba, escribano de fechos. Juan de Rivera Declaración de Paula Martín. En dicho día, mes y año, ante el señor alcalde y de , el presente escribano, se tomó la declaración a Paula Martín, rea en estos autos. Y, preguntado por Dios y a una señal de cruz, ofreció decir verdad en lo que se le preguntase de lo que había pasado con Lorenzo García, reo en estos autos. Y dice que como a las ocho de la noche salieron de su casa, del día seis de febrero de este presente año, para ir en casa de Lorenzo García, y llegaron a su casa y dijeron: Buenas noches Dios a ustedes. A que respondieron: Buenas se las Dios a ustedes. Y entonces dijo Lorenzo García: Siéntense ustedes. Y después de sentadas dijo Lorenzo: ¿A qué vienen ustedes? A que respondió mi madre: Lorenzo, desde que nosotras estamos en este lugar no has entrado en mi casa como hombre de bien. Y respondió el dicho Lorenzo: ¿A qué viene ahora eso? A que tu mujer no deja a mi hija de la boca, y dice que lo dan por un cigarro. A que dijo la dicha Paula: pues su mujer de usted también toma tabaco, también lo dará. Y entonces se levantó que estaba haciendo media, y alzó la silla, y nos dio a su mujer y a con la silla. Y entonces se levantó mi madre y dijo: Lorenzo, ¿que haces? Que yo no vengo a pelearme. Que salieron por entre puertas, descalabraron a mi madre, y a la salida de la puerta le puse la mano sobre la cabeza a mi madre y vi que la mano estaba untada en sangre. Entonces dije: Este ruin hombre ha matado a mi madre; lo volví a repetir y a la última vez me tiró un golpe, yo no con lo que fue. Y así que me vi herida me refugié a casa de los padres agustinos, donde estaba mi madre, para que me curaran. Y esto es la verdad so cargo de su juramento que hecho tiene, y es de edad de treinta y seis años. Y no firmó por no saber escribir, firmolo el señor alcalde y yo el presente escribano, de que lo certifico. Juan de Rivera Francisco de Alba, escribano de fechos. Declaración de María Pérez, mujer de Lorenzo García. En el lugar de Belicena, en dicho día, mes y año, su merced el señor alcalde, asistido de el presente escribano de fechos, con licencia del señor don Francisco Rodríguez Narváez, cura de las iglesias de Purchil y Belicena, pasamos a la iglesia de dicho lugar a tomarle declaración a María Pérez, mujer de Lorenzo García, reo en estos autos. Y se presentó ante su merced el señor alcalde y de el presente escribano de fechos, y preguntado a la dicha Mari Pérez por Dios y una señal de cruz, ofreció decir verdad en lo que se le preguntase de lo que había pasado. Y dijo que a eso de prima noche fueron a casa de Lorenzo García la dicha Josefa de Arroyo y Paula Martín, y entraron en mi casa y dijeron: Buenas noches Dios a ustedes. A que respondieron: Buenas noches Dios a ustedes. A que les dijo: Siéntense ustedes. Y se sentaron y dijo Josefa de Arroyo: Lorenzo, en el tiempo que has entrado en mi casa no has entrado como hombre de bien. A que respondió el dicho su marido: señora. Y dijo Mari Pérez: ¿Por qué dice usted eso?. A lo que respondió la dicha Paula: Que nos han dicho que usted dice que nosotras lo damos por un cigarro, ya si usted lo toma también lo dará. Y entonces la dicha Mari Pérez le respondió: ¿Cómo dices eso?, que eso es mentira. Y entonces la dicha Paula se abalanzó a Mari Pérez y le dijo que era una grandísima puta, y que viendo su marido que habían embestido con su mujer alzó una silla y les tiró a las dos. Y que con el golpe de la silla nos deslizamos las dos, y ellas salieron y mi marido liadas a la puerta de la calle, y yo me fui de contado no me volvieran a embestir, y que esta es la verdad so cargo de su juramento que hecho tiene, y que es de edad de cuarenta y cuatro años. Y no firmó por no saber escribir, firmolo el señor alcalde y yo el presente escribano de fechos, de que lo certifico. Juan de Rivera Francisco de Alba, escribano de fechos.

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


Download XMLDownload textWordcloudFacsimile viewPageflow view