En la más noble ciudad de Antequera a
diez y seis días del mes de enero de mil
setecientos
treinta y siete años, estando en
las casas de la morada de la señora doña
Marina
de Bilbao y Sabredo, condesa del Castillejo,
presente dicha señora y don Juan Barona de
Alarcón, vecino de esta ciudad,
don Luis
Ramírez de Aguilera, artífice de platería
y contraste de dicho arte fue reconociendo
diferentes alhajas que dichos señores le
manifestaron,
las cuales y su tasación es como
sigue:
Dos anillos de oro que cada uno
tiene dos esmeraldas y un
diamante
en medio valen once pesos.
Otro anillo de oro con tres
esmeraldas y cuatro
rubíes en seis pesos.

Una cruz de oro y esmeraldas valen
veinte pesos.
Unos perendengues [1] de oro y
esmeraldas
quinze.
Un dije para el hombro de oro con
nueve esmeraldas vale veinte y
cuatro pesos.
Un tembleque [2]
para el pelo con una
esmeralda vale dos pesos.
Tres tumbagas labradas dos
pesos y medio.
Un cintillo de oro con seis
diamantes y una esmeralda
vale diez y
nueve pesos.
Otro cintillo de oro con seis
diamantes
y una esmeralda vale diez y seis pesos.
Una joyita de oro guarnecida de
diamantes, esmeraldas y algunos
rubíes vale ciento y veinte
pesos y medio.
Una venera de oro en forma de
sol guarnecida de diamantes
vale cuarenta pesos.
Una aguja de oro para el pelo
guarnecidos los botones con
Diamantes y esmeraldas vale
veinte y cuatro pesos.
Un botecito de plata cuadrado dos
pesos.
Una castaña de filigrana de
plata cuatro pesos.
Una caja de plata dorada con
lámina seis pesos.
Otra caja de nácar con dos pesos.
Yo el escribano que doy fe.
don Luis Ramírez
de Aguilera. Díjolo ante mí Jerónimo
Muñoz de la Vega, escribano.
En la dicha ciudad de Antequera día diez y seis
de enero de mil setencientos treinta y siete,
estando en las dichas casas de la señora condesa
de Castillejo presente la sobredicha y el señor
don Juan Barona de Alarcón, Juan del Castillo,
maestro de sastrería fue viendo y reconociendo varias
prendas de ropa que le manifestaron y
apreciándolas
en la forma siguiente:
Un vestido entero de damasco negro en
cuatrocientos
y ochenta reales.
Otro vestido entero de damasco,
color de forte en cuatrocientos
ochenta reales.
Otro vestido entero de
terciopelo
negro en setencientos y
cincuenta reales.
Otro vestido entero de
terciopelo
color de cereza bordado vale
un mil ciento y cuarenta reales.
Un dengue de grana bordado
trescientos reales.
Una colcha de damasco carmesí
guarnecida con galón de oro
cuatrocientos y cinco reales.
Juan del Castillo.
Jerónimo Muñoz de la Vega, escribano