GR1615D9065

Pleito por llamar “perro” a Pedro Hurtado

Fecha1615
LocalidadEspaña, Granada, Granada
ProyectoHISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
FinanciaciónMINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscritoARCHGR 2722/23

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Por las preguntas siguientes sean examinados los testigos que fueren presentados por parte de Pedro Hurtado y Salas, vecinos de Granada en el pleito climinal que trata con don Tomás de Zúñiga y Aragón, alcalde mayor de la villa de Salobreña, y con Juan de Lara y Alonso de Toledo, regidores de la dicha villa. 1 Lo primero, si conocen a las partes de este pleito y si tienen noticia de él. Digan, etcétera. 2 Ítem si saben que, yendo el dicho Juan de Salas con poder del dicho Pedro Hurtado a notificar al dicho don Tomás de Aragón dos reales provisiones emanadas de los señores presidente y oidores, la una para notificarles unas sentencia de ciertas penas que había llevado el dicho Pedro de Hurtado y la otra para que diesen la causa y razón por que llevaban al dicho Pedro Hurtado a doscientos y a trescientos reales por cada licencia que le daban para rozar leña; el dicho alcalde mayor, sin otra causa y razón alguna, prendió al dicho Juan de Salas y lo puso en un calabozo y en un cepo con dos pares de grillos, donde lo tuvo ocho días. Digan, etcétera. 3 Ítem si saben que en cada uno de los dichos ocho días perdió y dejó de ganar un ducado, y que para salir de la dicha prisión le fue forzoso, por habérsele alzado con las dichas provisiones y no haberle haber querido dar testimonio de ello, enviar a esta corte tres testigos desde la dicha villa, asalariados con ocho reales cada uno en día de cinco días que se ocuparon en venir, estar y volver a la dicha villa para que depusiesen sobre la dicha prisión y alzamiento de provisiones. Diga. 4 Ítem si saben que, porque el dicho Pedro Hurtado usó de las dicha provisiones, el dicho alcalde mayor y regidores, públicamente en la plaza de la dicha villa y en voces muy altas y en presencia de muchos testigos, le dijeron de perro mastín y que había de estar volado con pólvora y otras palabras de mucha injuria y afrenta que no caben en el susodicho por ser como es hombre muy honrado, cristiano viejo y muy bien aparentado y de mucha verdad y crédito; y que los susodichos le han amenazado diciendo que no le habían de dar licencia para rozar leña para los engenios si no era en lo más malo y más lejos del término, y donde se perdiese y no pudiese sacar la costa; y lo habían de destruir por talador no habiendo cortado en su vida un palo prohibido. Digan. 5 Ítem si saben que todo lo susodicho es público y notorio, pública voz y fama. Licenciado Alonso Maldonado Testigo. En este dicho día, mes y año dicho, el dicho Pedro Hurtado, para la dicha probanza, presentó por testigo a Juan de Salas, que vive de su trabajo, vecino de esta ciudad a la Magdalena, del cual fue recibido juramento en forma de derecho so cargo del cual, siendo preguntado por el interrogatorio, dijo lo siguiente: I A la primera pregunta, dijo que conoce a las partes y tiene las noticia de este negocio. Generales. Preguntado por las preguntas generales, dijo que es de edad de veinte y cinco años y que no es pariente de ninguna de las partes ni le tocan las preguntas generales. II A la segunda pregunta, dijo que este testigo es Juan de Salas y que el dicho Pedro Hurtado buscó a este testigo para que llevase dos provisiones de los señores presidente e oidores de esta Real Audiencia a su pedimento, para que las hiciese notificar a don Tomás de Aragón y Zúñiga, alcalde mayor de la villa de Salobreña, y le dio cada día, por que fuese a hacer las dichas notificaciones, once reales. Y así este testigo fue un día antes de san Bartolomé, que fue domingo, a la dicha villa, y este testigo el dicho día que allegó con las dichas provisiones antes del dicho día de san Bartolomé, sabiendo el dicho halló que llevaba las dichas provisiones, sin causa alguna lo hizo prender y prendió, diciendo que llevaba un vestido contra premáticas. Y, habiendo hecho decir a un sastre de la villa de Motril, que no sabe su nombre, que el dicho vestido no era contra la premática de su majestad, diciendo este testigo desde la cárcel a Luis de Sacedo, escribano de la dicha villa, que notificase a el dicho alcalde las dichas provisiones, dijo el dicho alcalde don Tomás: ¿Osa hablar aquel pícaro desvergonzado desde allí por estar en la cárcel? Metedlo en un calabozo y de cabeza en un cepo. Y así, por mandado del dicho alcalde, pusieron a este testigo de pies los dos en un cepo, y lo tuvieron un día y una noche. Y sabiendo que las dichas provisiones eran sacadas a pedimiento del dicho Pedro Hurtado, el dicho alcalde don Tomás y Juan de Lara, regidor, y Alonso de Toledo, que ha sido regidor de los puestos por la dicha villa, estando en la plaza de la dicha villa cuando salía toda la gente de misa a una voz dijeron: Este perro (diciendo por el dicho Pedro Hurtado) osa enviar provisiones a este lugar siendo tan honrado consejo. Y este testigo, desde la dicha cárcel que sale a la dicha plaza, oyó las dichas palabras. Y otros dos que se juntaban a el cabildo decían: Este perro Hurtado, que lo habían de destruir y le habían de dar la leña donde le destruyesen. Y este testigo, desde la dicha cárcel, lo oyó porque entran por el cabildo a la dicha cárcel donde estuvo preso ocho días, desde un domingo hasta otro domingo. Y le pedían ocho reales de costas y supieron que este testigo había enviado unos hombres, que eran dos, con ocho reales en cada un día a cada uno, que el uno se dice Pedro Martínez y el otro Cristóbal, que no se acuerda su sobrenombre, para que diesen noticia de su prisión a el dicho Pedro Hurtado y que dijesen sus dhos como quedaba preso este testigo y metido en un cepo. Soltaron a este testigo a cabo de los dhos ocho días sin costas, y que esto es lo que pasó y es la verdad, y responde a la pregunta. III A la tercera pregunta, dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta, y que el dicho Pedro Hurtado le pagó los dhos ocho días a ducado cada día como se concertó, y aun este testigo perdió de ganar en su hacienda mucho más de los dhos once reales. Y los dhos hombres que envió vinieron como dicho tiene a ocho reales en cada día, y que esto sabe y responde. IIIIº A la cuarta pregunta, dijo que dice lo que dicho tiene, y que los dhos don Tomás y Juan de Lara y Alonso de Toledo, en la plaza de la dicha villa de Salobreña, decían: Este perro (por el dicho Pedro Hurtado) ha venido con estas provisiones a taparnos los hijos. Piensa negociar por ahí, mejor que merecía estar quemado y volado con pólvora, lo cual decían públicamente en la dicha plaza y cabildo delante de mucha gente de la dicha villa. Y Diego de Baño, escribano público de esta ciudad, que estaba por el dicho tiempo en la dicha villa, se halló presente e oyó las dichas palabras en la dicha plaza, saliendo con los dhos alcalde y regidor de misa de la iglesia de la dicha villa sentados en un poyo que está en la plaza de la dicha villa. Y asimismo dijeron otras muchas palabras injuriosas contra el dicho Pedro Hurtado, de que este testigo tiene noticia que si el dicho Diego del Baño lo quiere decir lo puede decir como este testigo por hallarse presente a lo susodicho. Y este testigo conoce a el dicho Pedro Hurtado de cinco años a esta parte, y lo tiene por cristiano viejo y así lo ha oído en esta ciudad y a otras personas de Córdoba, donde es natural, y no ha sabido cosa en contrario. Y que este testigo asimismo ha oído decir a Morales, que es natural de Córdoba, como el dicho Pedro Hurtado era hijo de padres honrados. Y que esto sabe y responde a la pregunta. V A la quinta pregunta, dijo que lo que tiene dicho es la verdad para el juramento que hizo, y lo firmó de su merced, y fuele leído este su dicho y se ratificó en él. Y dice más que el dicho escribano le daba las dichas provisiones cada que quisiese, y este testigo le dijo que se las guardase por estar preso, y así cuando salió le dio las dichas provisiones y le pagó sus derechos. Y que esto es verdad. Va entre renglones decir a Diego vala y testado Pedro enmendado merecía vala. Juan de Salas ante Alonso Díaz de Palencia

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


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