
Carta de pago
En la ciudad de Badajoz a catorce días del mes de
noviembre de mil seiscientos y sesenta y tres
años, ante mí, el escribano, y testigo, pareció Isabel
González Lapega, vecina de esta ciudad, viuda de
Francisco García Garzón, y dijo que por el testamento
que otorgó el dicho su marido por ante el
presente escribano en diez de septiembre del año
pasado de sesenta y dos, le mandó por legados
los bienes que se hará mención, de que hay razón
en la cuenta de división y partición, donde
están puestos sus precios, en cuya
conformidad confiesa haber recibido realmente
y con efecto de Francisco Vázquez Guerrero
y Gaspar González Campos, presbíteros, vecinos
de esta ciudad, como albaceas y testamentarios
del dicho Francisco García Garzón, los bienes
que le dejó, que son del tenor siguiente:
Cuarenta fanegas de trigo y doscientos
de cebada, que todo importó
conforme a la tasación y cuenta
seis mil y cuatrocientos reales.
Un manto de anascote nuevo y un
luto de bayeta, que costó todo
doscientos reales.
Dos bueyes de labor que se tasaron en
setecientos reales.
El cercado de cortes que está término
de esta ciudad y hará quince
fanegas en sembradura, poco más
o menos, con cargo de ciento y sesenta
y cuatro reales que de él se pagan
cada año, que se tasó con die a

carga en mil cuatrocientos
cuarenta reales.
Y porque como dicho es, ha recibido y recibió dichos
bienes en ser como dicho es de los dichos
albaceas, realmente y con efecto renuncia las leyes
de la cosa no vista y entrega, prueba y paga
e ynumerata pecunia como en ellas y en cada
una de ellas se contiene y la otorgo estando en las
casas de su morada, siendo testigos Lope
Rastrollo y Antonio Amado, vecinos de esta ciudad, y Juan
Zambrano, residente en ella, y porque la
otorgante, que yo, el escribano doy fe conozco, dijo no saber
firmar, a su ruego firmó un testigo.
Lope Rastrollo
Ante mí,
Antonio Rabanales, escribano