Declaración del cirujano
don Francisco Polo
En la ciudad de Palencia a veinte y
tres de diciembre de mil ochocientos y catorce
ante el señor don José Ramírez Cid, corregidor por
su majestad de ella compareció don Francisco Polo cirujano
titular de esta ciudad a efecto de evacuar la declaración
acordada y su señoría por ante mí el escribano le tomó y recibió
juramento que hizo por Dios Nuestro Señor y a una señal
de cruz en forma de derecho y so cargo de él prometió decir
verdad en el reconocimiento de la persona de José Roldán
Llorente que se le ha encargado y enterado nuevamente del escrito
y auto presentado dijo haber reconocido a dicho Llorente
a quien ha hallado con bastante calentura producida por
los golpes y heridas que recibió en una pierna que
aunque en el día citan cicatrizadas siempre le
incomodaron por la extenuación y atrofia en que se halla
este miembro y de ellas sin duda resulta la calentura
que actualmente padece cuya curación no se podrá
verificar en la habitación en que se halla el paciente y sí
en otra más cómoda y ventilada y con la asistencia
oportuna para remediar no solo la calentura sino otros
achaques que padece que muchas veces le privan de sentido
y pueden producir los más funestos resultados si no se
atiende prontamente a evitarlos, siendo cuanto puede decir y
todo la verdad en descargo del juramento prestado en que
y esta declaración que le fue leída se afirmó y ratificó y lo
firmó con su señoría de que doy fe.
Declaración de don
Antonio Espejo
En la ciudad de Palencia a catorce de octubre
de mil ochocientos y quince ante el señor don Manuel
de Villapadierna auditor de guerra y corregidor por su majestad de ella
compareció don Antonio Espejo, cirujano de la misma a efecto
de evacuar la declaración que se halla estimada cuyo encargo
del reconocimiento tiene aceptado y jurado ante su señoría y
dijo que en cumplimiento de ello ha visitado a José Roldán
Llorente y habiendo hecho las preguntas de observación
necesarias para el conocimiento de su dolencia que este se halla
padeciendo unos vértigos o vahídos que hacen caer
repentinamente pero como semejantes dolencias carecen de señales
exteriores que hagan conocer a un facultativo la existencia
de la dicha enfermedad conociéndola solo cuando el enfermo se
halla con los referidos vértigos, digo que no puedo decir
a el presente que sea cierto cuanto expone el dicho Roldán
por carecer de vista de sus ataques o accesos y esto solo lo
podrá decir el facultativo que por largo tiempo esta a su
cuidado pero debo de decir que el dicho Roldán padeció hace
tiempo varias heridas y en especialidad una en la cabeza
sobre la parte superior del occipital de la que extraje algunos
huesos y le ocasionó grandes dolores hecha con sable, por lo que
infiero que la gravedad de esta, la contusión que sufrió a el
tiempo que sufrió el ser herido de ella con otras muchas y la
gran pérdida de sangre que tuvo de todas ellas pudieron ser
causas ocasionales para conmover el cerebro y quedar este
con disposición para que las causas externas tengan aquel
influxo que la es propio para producir esta dolencia también
confieso que en el mes de agosto quedé encargado de poner en
ejecución por ausencia de don Francisco Polo, un método de
curación dirigido a el intento o curación de los dichos vértigos
para lo que se ordenó a el efecto los baños generales y
demás medicinas necesarias por lo que creo firmemente que
el dicho Roldán padece semejante accidente aunque
nunca le he visto con el paroxismo, se halla padeciendo
según relación de el enfermo una hematuria y aunque yo no
he llegado a tiempo de haberla visto he observado tensión en el
epigastrio, dolores, escasez de orina, síntomas que indican el espasmo de los
riñones y alguna retención en la vejiga todo producido sin duda por
algún coágulo para lo que el don Francisco le tiene ordenadas las
medicinas necesarias a su socorro y siendo ambas enfermedades graves
y dificultosas de curación el citado don Francisco prescribiera respecto el
largo tratamiento y conocimientos que de ellas tiene las medicinas
necesarias género de vida y alimentos que debe de tomar para su
curación el citado Roldán, siendo cuanto puede decir y todo la verdad
en descargo del juramento que lleva prestado en que lleva
declaración que por sí escribió en una papeleta que entregó de su puño y letra
de que ha sido copiado y recogió, habiendo leído esta su declaración, se
afirmó en cuanto comprende por ser la verdad bajo de dicho juramento
en que y en todo se ratificó y lo firmó con su señoría de que los escribanos
infrascritos damos fe. Antonio Espejo
Declaración de don
Alejandro Becerril
En dicha ciudad de Palencia dicho día mes y año
ante dicho señor corregidor compareció don Alejandro
Becerril, médico de la misma y del Hospital General de ella a
efecto de evacuar la declaración que se halla estimada del
reconocimiento de José Roldán Llorente lo que tiene aceptado y
firmado y hace ahora de nuevo siendo necesario y dijo que en
cumplimiento
de su encargó ha visto reconocido a dicho Roldán
en la Real Cárcel en donde habiéndole hallado en cama y
visitado por tres veces en todas ha procurado por todos medios
informarse de su actual estado y resuelta que atendiendo
solamente a la relación que el dicho Roldán hace de los agudos
dolores que padece en toda la región del bajo vientre y que son
muy semejantes a los precursores de la expulsión de algunos
cuerpos petrosos que ha echado por las vias de la orina por
repetidas veces (según dice) es de sospechas fundando en su
fiel narrativa que la naturaleza trabaje para
sacudirse por los mismos medios de otro u otros cuerpos
semejantes formados de igual materia y por las mismas causas
ocasionales que para dicha formación siempre quedan
impresas en los humores de las entrañas como esta enfermedad
necesita de largos días para cumplir sus términos, está
tratada y continúa tratándose por don Franciso Polo, este con
arreglo a su continuada asistencia podrá decir con toda
seguridad tanto de su actual estado como de los sucesos que
diariamente ocurra porque para un juicio positivo de la
medicina es indispensable una larga observación que es preciso
suponer en el dicho don Francisco en su larga y continuada asistencia
siendo cuanto puede decir y todo la verdad en descargo del
juramento que tiene prestado en que y esta declaración que por
si mismo escribió en una papeleta que entregó de su puño
y letra de que ha sido copiada y recogió habiendo leído esta
su declaración se afirmó en cuanto comprende por ser la verdad bajo
de dicho juramento y en todo se ratificó y lo firmó con su señoría de que
nos los escribanos damos fe.
Declaración de don
Valentín Gutiérrez
En dicha ciudad de Palencia dicho día mes y año a
el mismo efecto ante dicho señor corregidor compareció don Valentín
Gutiérrez, cirujano de ella acompañado que se ha dado a don Francisco
Polo para dicho reconocimiento y dijo que en cumplimiento de su
encargo ha hecho este de José Roldán Llorente a quien halló
en cama y después de haberle hecho las preguntas que tuvo por
conveniente y examinado con la mayor exactitud solo
encontré una cicatriz en la parte posterior de la cabeza y superior
del hueso occipital la que según relación del mencionado
Llorente fue resulta de una herida que le hicieron con
instrumento cortante y contundente de la cual dice le extrajeron
algunas esquirlas en el tiempo o espacio de su curación de
cuyas resultas dice Roldán, le han quedado unos vértigos o vahídos
que le acometen muy a menudo, yo en el reconocimiento y
corto tiempo que ha mediado no le he hallado con el mencionado
accidente solo dice que las heridas hechas en el craneo aun las

más ligeras producen funestos accidentes después de su curación
de esta verdad y cercionamiento de los vahídos solo el
cirujano de su asistencia podrá declarar, también preso Roldan
padecía unos grandes dolores en la región lumoral que se
correspondían a la región hipogástrica inferior o empeine
que se estendian hasta el perineo, por esto y la incomodidad
que dice experimenta para orinar y algunas veces con
sangre, creo y con bastante fundamento está padeciendo una
hematuria aunque en el espacio que ha mediado entre
primera y segunda visita dice que no ha tenido
secreción o salida de orina. Siendo cuanto puede decir acerca
de dicho reconocimiento y la verdad de descargó del juramento
que tiene hecho en que y esta declaración que por sí escribió
en un papel de donde ha sido copiada y habiéndosele leido
y recogido aquel se afirmó, ratificó y lo firmó con su señoría
de que nos los escribanos damos fe.
Declaración de don
Francisco Polo
En dicha ciudad, dicho día ante dicho señor corregidor
compareció don Francisco Polo cirujano de ella a
efecto de evacuar la declaración y reconocimiento estimado
y dijo que habiendo reconocido a José Roldan Llorente
le halló estar padeciendo los mismo afectos que tiene
declarados en su anteriores declaraciones como son unos vértigos
o vahídos de cabeza una retención o dificultad de orina
y aunque esta es frecuente los periodos son más o menos
fuertes según tiene observado en varios que le ha avistado y en el
día se halla con uno de ellos y para su alivio he tenido por
conveniente aplicarle aquellas medicinas que en tales casos le han aliviado
tanto este afecto como el primero se hallan en el día del mismo
estado que en todo el tiempo que le asiste de orden de la justicia
a pesar de haber hallado bastante beneficio en la debilidad o
parálisis parcial que padecía en las extremidades inferiores y
considerando que estos mismos afectos han sido producidos de varias
contuciones y heridas que padeció en la cabeza y demás del cuerpo
que se han resistido a cuántas medicinas se le han aplicado según
su edad opino que su curación radical no se podrá lograr y por
tanto hace más de un mes que solo esta usando algunos remedios
paliativos y precautorios a fin de hacer llevadera su penosa
enfermedad y reservarle degenere en otro más funesto a que está
expuesto, ordenándole entre otros muchos el ejercicio tanto de a pie como
de a caballo que procure vivir donde reine aires puros y se
aparte de aquellos que no gocen de este benéfico elemento que es el único
que le puede reservar gozando de él siendo cuanto puede decir y
y esta su declaración que por sí mismo dictó y escribió en un papel
para copiarla se afirmó después de haberla leído y lo firmó con su
señoría de que nos los escribanos damos fe.
Declaración de don
Vicente Alvarez
En dicha ciudad, dicho día, ante dicho señor corregidor
compareció don Vicente Álvarez, médico de esta ciudad y del Hospital
general a efecto de evacuar su declaración del reconocimiento que
se le ha encargado de José Roldán Llorente y habiendo ejecutado
este dijo que halló en cama al expresado Llorente y
habiéndole
examinado con la atención y escrupulosidad que cobije el
caso contestó el doliente hallarse con supresión de ambas
excreciones de orina y cámara que sufre unos dolores
vehementísimos en la brecha extendiéndose hasta el perineo y partes
superiores del bajo vientre y que las evacuaciones de orina de la noche
anterior había notado estar mezclada con sangre y que se
habían desprendido algunos cálculos y arenas y preguntando por
el que declara si conservaba los cálculos y orinas respondió
que no le mandó guardase tanto las orinas como los cálculos
y demás excreciones que tuviese para próxima tarde que pasaría
a visitarle lo que verificó y preguntado qué fue si había ocurrido
alguna evacuación tanto de orina, cálculo o cámara dijo no
había tenido tenido evacuación alguna entonces el que declara hizo el
más exacto examen de lo que notaba en el enfermo y
circunstancias que exponía, no convenir sus dichos y síntomas a la índole
y estado de la dolencia que expresa padecer, sin embargo el
facultativo que le asiste en sus dolencias y al presente en la que
dice padecer podrá declarar lo que surge y le parezca
conforme este particular siendo cuanto puede decir y todo la verdad
en descargo del juramento que tiene hecho en él que y esta
declaración que le fue leída y por si mismo escribió en papeleta que
entregó para copiarla y recogió se afirmó, ratificó y lo firmó
con su señoría de que nos los escribanos damos fe.