Dote de Justa Varea. Octubre 15 de 1800
En la villa de Brunete, a quince días del mes de octubre
de mil y ochocientos, ante mí el escribano y
testigos que se expresarán, Santiago Gavilanes,
natural y vecino de esta dicha villa, hijo
legítimo de Antonio Gavilanes y María Rufo
de la misma naturaleza y vecindad; dijo
que: a honra y gloria de Dios Nuestro Señor
y para su santo servicio, está casado y velado in
facie ecclesiae con Justa Varea, hija legítima
de José Varea y María Moya, de
esta misma vecindad; y es así que cuando
este se trató, ofreció la referida llevar a él
para ayuda a su congrua sustentación
diferentes bienes que la daban los dichos sus
padres y otras personas de su estimación y
cariño con tal de que de unos y otros había de
otorgar el recibo y carta dotal correspondiente,
lo que en aquel entonces no tuvo efecto, y
ahora, reconociendo ser justo por el tenor de la
presente, en la forma que más haya lugar
en derecho, confiesa ha recibido del expresado José
Varea su señor suegro como bienes dotales
de la dicha Justa Varea su mujer y otros
dados por personas de su estimación y cariño los
siguientes:
Primeramente, varias medallas de plata
de diferentes imágenes en veinte reales.
Madera Una mesa de pino con su cajón y una
cantarera, nuevas, en cuarenta y dos reales.
Un arca nueva de pino sin
llave en catorce reales.
Seis sillas nuevas de paja, las tres
grandes y tres pequeñas, en treinta y tres.
Cobre y hierro Una calderita de cobre nueva
en noventa reales.
Una chocolatera de ídem y una
aceitera de latón nueva en catorce reales.
Una sartén nueva de hierro
en siete reales.
Un cazo grande de azófar
y otro más pequeño en veinte y cuatro reales.
Varias piezas de vidriado fino y
ordinario en ocho.
Vestidos Un guardapiés de estameña azul
bueno en sesenta reales.
Un zagalejo encarnado de bayeta,
nuevo, en setenta reales.
Un jubón de griseta de seda negra,
nuevo, en setenta y cinco reales.
Ropa blanca Una sábana de lienzo del
Bierzo nueva de tres piernas en ochenta reales.
Otra de lienzo casero nueva
de dos piernas y media en cincuenta y tres reales.
Otra de estopa casera nueva de
dos piernas y media en cuarenta y siete reales.
Una colcha casera buena de
tres piernas en cien reales.
Cuatro varas de coruña en pieza
en cuarenta y cuatro reales.
Tres varas de mantelería en pieza
en veinte y un reales.
Una camisa de coruña
nueva y un justillo para mujer en
cincuenta y cinco reales.
Dos almohadas de coruña
nuevas en veinte y dos reales.
Una tabla de manteles
caseros nuevos de dos varas y media
en diez y siete reales.
Vara y media de cotón nuevo en
veinte y un reales.
Unas faltriqueras de cotí nuevas
en siete reales.
Dos almohadas de cutí nuevas
con su lana en treinta reales.
Una manta velluda nueva
en cincuenta reales.
Un colchón nuevo de terliz
con su lana en ciento y sesenta reales.
Los cuales dichos bienes, dados por
el referido José Varea a la
expresada Justa su hija en cuenta de
el haber materno que la pudo
corresponder de la citada su madre,
importan mil ciento sesenta y
cuatro reales de vellón.
Y los que la referida Justa ha heredado de
Matías de la Calle y Nicasia Varea,
sus tíos y otros que la han dado diferentes
personas de su estimación y cariño, en contemplación
de dicho matrimonio son los siguientes:
Primeramente, un escaparate con sus
vidrios, con una efigie de san Antón Abad
y mesa, pie de nogal, con cajón en ochenta reales.
Seis medallas de plata de diferentes
imágenes y un santísimo Cristo en veinte reales.
Madera Una cama de cinco tablas con sus
banquillos de pino, buena, en veinte y cuatro reales.
Un arca grande de pino con su
cerradura y llave en veinte y seis reales.
Un cofrecito claveteado con su llave
en diez.
Un banco y dos banquetas de
pino en doce.
Un espejo mediano con su marco
y luna de cristal en diez y seis.
Cobre y hierro Un cazo grande de azófar en quince.
Otros dos más medianos en diez.
Un velón de azófar nuevo en treinta.
Dos candeleros medianos de ídem en diez.
Un almirez de metal con su
mano en diez y ocho.
Una sartén grande de hierro, buena,
en diez.
Unas tenazas nuevas de hierro en
seis.
De vidriado fino y ordinario, veinte reales.
Ropa blanca Una colcha de lino blanca de tres
piernas con su fleco en ciento y veinte.
Una delantera casera labrada, buena,
para cama en treinta.
Dos sábanas de lienzo nuevas de tres
piernas cada una en ciento y cuarenta.
Otras dos de estopa remendadas en
cuarenta y cuatro.
Seis almohadas, tres guarnecidas de
coruña y tres de lienzo en cincuenta y un reales.
Otras dos con sus fundas de lana en diez.
Una toalla nueva de lino en ocho.
Dos tablas de manteles caseros nuevos
en veinte y cuatro.
Otros labrados nuevos en diez.
Dos servilletas medianas en cinco.
Una camisa de lienzo nueva en
treinta.
Un par de enaguas de lienzo con
randas en veinte.
Un jergón de estopa bueno en veinte y cuatro.
Un colchón de terliz con su lana, nuevo,
en cien reales.
Vestidos Una basquiña de principela
negro, buena, en cincuenta y cuatro reales.
Un guardapiés de brocado bueno
en setenta.
Otro de saetín bien tratado en setenta.
Otro de ídem viejo en veinte y seis.
Otro de cotonía bueno en noventa.
Otro de cotón andado en veinte.
Una manteleta de retina morado
andada en veinte y cinco.
Un jubón de cotonía bueno en
veinte y ocho.
Otro de sarga negro bueno en treinta.
Un delantal de estopilla nuevo en doce.
Otro de muselina bordado en quince.
Otro de estopilla bueno en diez y ocho.
Una mantilla de estopilla
andada en veinte.
Otra de muselina buena con festón
en treinta.
Un pañuelo grande nuevo en treinta.
Otro bueno de flores en veinte.
Otro nuevo de algodón en diez y seis.
Otros cuatro de estopilla buenos en veinte y seis.
Un par de medias de algodón nuevas
en diez y seis.
Un par de zapatos nuevos en doce.
Ítem doscientos reales vellón que para vistas la dio
el novio.
Una casa en esta villa en linde
casas de herederos de Nicasia Varea, don
Antonio de Mendoza, Olaya Fernández,
mujer de Manuel Polo y con una callejuela