MA1800D9095
Probanza. Ramón Ruiz, vecino de Málaga, con Alfonso García, sobre insultos y robos
Fecha | 1800 |
Localidad | España, Málaga, Málaga |
Proyecto | HISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833 |
Financiación | MINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021 |
Archivo | Archivo de la Real Chancillería de Granada |
ID del manuscrito | ARCHGR 10791/9 |
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Por las preguntas siguientes serán examinados los testigos que se
señalaron por parte de Ramón Ruiz, vecino de la ciudad de
Málaga, preso en la cárcel de corte de la chancillería de Granada,
para la prueba que trata de hacer en los autos que sigue
en dicha chancillería con el fiscal de su majestad sobre atribuirle un
insulto a Vicente Maldonado la noche del quince de julio
de noventa y seis, y un robo a Juan de España al anochecer
del diez y seis de septiembre de noventa y siete, y lo demás
en ellos contenido.
1ª Primeramente serán examinados por el conocimiento de las partes,
noticias de los autos y demás generales de la ley.
2ª Ítem como es cierto que, habiendo servido al rey en el
regimiento de infantería de Málaga, nunca fue preso
ni procesado por dicho insulto, ni por otra causa, ni
destinado a Melilla, donde solo estuvo desde fin de
julio de noventa y seis; unos seis meses destacado
con su primera compañía de granaderos, que fue a
celebrar a la primera del Fixo de Granada y a la
de Málaga relevó la primera de Irlanda.
3ª Ítem como también lo es que, la mañana del día de la
Santa Cruz de mayo de noventa y ocho, cuando
Vicente Maldonado fue a reconocer al Ruiz en la
cárcel de Málaga, solo entraron en el
encierro el alcaide Miguel Ponce y Diego, el mozo de
limpias, con un candil por lo oscuro del sitio; y un
hombre que sería el Vicente, el que no conoció
al Ruiz. Y, hallándose este enfermo y con barba
de dos meses sentado en la cama, le dijo el
alcaide: don Ramón, ¿esta usted malo?
, a que
respondió que sí, y bien enfermo, y dijo al alcaide que
se le daría parte al escribano para que se le
pusiese en la enfermería, con lo que se retiraron
sin haberse puesto en pie el Ruiz.
4ª Ítem como asimismo lo es, que estando comandando
la guardia de la puerta de la mar la tarde del doce
de julio de noventa y seis, habiendo acudido
mucha gente y alboroto en la centinela de la
esquina de la aduana, fue a advertir al centinela
su obligación, en cuyo intermedio pasó por la
guardia el comandante del dicho rejimiento de Málaga
don Peregrino Jacome, y porque no le hicieron
los honores de presentación, aunque el Ruiz
se encontró al comandante y le informó de la
causa de estar retirado de la guardia al otro
trece, así que la concluyó, lo mandó poner en el
calabozo de sargentos donde estuvo hasta el día
veinte y uno a las oraciones en que se le dio
libertad por orden del mismo comandante,
por lo cual no pudo cometer dicho insulto en el
picadero de los potros del rey a prima noche
de quince del mismo julio ni entrar en este ni
en otro sitio más que en el calabozo.
9ª Ítem como igualmente lo es que, la tarde del diez y
seis de septiembre de noventa y siete estuvo el
Ruiz, como a las cuatro y media, en la tienda del
zapatero José Carrascosa por unos zapatos
escarpines de cordobán negro, que los estaba
haciendo el oficial. A quien, por ser cortos y de
punta roma, dijo que aquello no era lo que
él había mandado, y, diciéndole el oficial que
así se los había cortado, dijo el Ruiz le dijese
al maestro fuesen para otro y no para él. En lo
cual, y en echar un cigarro, estaría cerca
de media hora. Y a las cinco de la misma tarde
estuvo casa de doña María Pinto, mujer
entonces y viuda hoy de José Novillo, labrador,
a hacer una sangría a doña María, hija de
aquellos. En lo cual, y en disponer unas ayudas y
unturas, ocupó más de tres cuartos de hora. Y a
las oraciones, o al anochecer de la misma tarde
del día diez y seis, estuvo el Ruiz en la tienda
de sastre de Diego Muñoz, calle de Granada,
frente de Santa Clara, y preguntó a este si
le había rematado un frac paño violeta, unos
calzones de paño azul y otros cenizosos, tres
chalecos de muselineta, una chaqueta
bayetón mezclilla y una capa de paño pardo o
monte. Y dicho el maestro, a presencia de los
oficiales y de su cuñado Sebastián, que todo
estaba concluido y no podía detenerse a la
entrega porque iba a una diligencia muy urgente,
que el Sebastián lo entregaría. Y, retirádose
el maestro, preguntó Ruiz a Sebastián si
podía llegarse a comprar unos zapatos a
la tienda del genovés al final de la calle
Granada. Y, dicho que sí, pasó y los compró, y
con ellos en la mano volvió; y Sebastián
les fue entregando la ropa en el escalón
de la tienda, poniéndola en el hombro del
aprendiz que la llevó y dejó en compañía
del Ruiz en casa de la Leonarda Muñoz,
calle Ancha junto al convento del Carmen,
en lo cual ocuparían media hora sin el
tiempo para llevarla con el aprendiz,
que sería un cuarto de hora por la
distancia, dando dos reales al aprendiz por
el mandado.
10 Ítem como es cierto, que dicho maestro de sastre
Diego Muñoz fue con el Ruiz el día doce
del mismo mes a la tienda del rey a
comprar la tela del frac y calzones y le dio
Ruiz en pesos duros cien reales a cuenta de
hechuras y forros; y el Ruiz le llevó el
día trece y catorce las demás telas, y
cuando recogió las prendas la noche del
diez y seis, ya le tenía acabado de pagar
con otros cien reales en duros, pues todo
importaba doscientos uno, y no quiso tomar el
maestro este pico.
11 Ítem como también lo es que, la misma noche
del diez y seis de septiembre de noventa y
siete, como a las ocho menos cuarto, va
a casa de la doña María Pinto a repetir
la sangría y a instancia de esta, de su
marido y otras personas, permaneció
Ruiz todo el resto de aquella noche hasta
el amanecer del diez y siete porque se
graduó el doctor que acometió a la enferma.
12 Ítem como asimismo lo es, que desde Málaga
al arroyo del judío hay cinco cuartos de
legua y que para volver desde el arroyo
a Málaga se necesita ocupar al menos
siete cuartos de hora.
13 Ítem como igualmente lo es que, cuando Juan de
España fue a reconocer al Ruiz en la
cárcel de Málaga, se procedió con mucha
informalidad, pues estando Ruiz en el
calabozo nuevo del rincón llegó el escribano originario
Luis Olona, y abriendo la puerta dijo:
Ramón Ruiz, salga vuestra m fuera
. Y como estaba
amarrado a la cadena no pudo más que
sacar la cabeza, y de consiguiente no pudo
Juan de España verle el cuerpo y fue
incompleta la diligencia.
14 Ítem de público y notorio, pública voz y fama, digan etcétera.
licenciado don Rafael Infante
y Gil
9ª [1] A la novena, dijo: que en su
razón lo que le consta es que hace
tiempo de tres años, con corta
diferencia, que en la tarde del día último
de la octava de Nuestra Señora de la Victoria
le acometió a doña María Novillo,
hermana de la testigo, un dolor de
estómago tan fuerte de
resultas de haber en dicha tarde en
la feria comido una poca sandía
con la testigo y su madre, que por ello
fue preciso enviar a
llamar a Ramón Ruiz, que era el que
ordinariamente le asistía
a aquella en sus achaques
habituales como cirujano. Y con
efecto, siendo como a horas de las
cinco de la misma tarde,
concurrió en las casas de la testigo
el Ruiz y le hizo una
sangría a la enferma del pie, y después
le mandó unas unturas y
otras medicinas. Y, pasado en
esto algún tiempo, se retiró
aquel, que es lo que únicamente le consta
en el particular y puede
recordar como hecho propio, y responde.
11ª A la undécima, dijo: es verídico
que en la noche del propio día
último de la octava de Nuestra Señora de la
Victoria que deja expuesto en la
anterior pregunta, siendo las siete
u ocho de ella, que en esto no tiene
certeza, sí que fue antes del
toque de ánimas, volvió a las
casas de la testigo el Ramón Ruiz,
y repitió a la doña María
Novillo la sangría que la hizo del brazo
derecho. Y, a instancias de los
padres de la testigo y de otras personas
que allí estaban se mantuvo, y
permaneció el Ruiz todo el resto de
dicha noche en las citadas casas
hasta el siguiente día, que se
retiró, lo cual fue porque el dolor que
acometió a la hermana de la
testigo se graduó y fijó en un
costado, lo que sabe de propio hecho según
deja expresado y responde.
Legenda: | Expansión • Conjetura • Tachado • Adición • Restitución • Sic |
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