Yo, Diego Miguel, hago de los bienes muebles y raíces que
fin y muerte de mi mujer María de Torres; y son como se siguen:
Primeramente una casa en la calle de El canuto, linderos con
casas de Pedro Mauricio y casas de Sebastián de Dueñas, con
dos reales y medio que se pagan cada un año a los beneficiados de esta villa.
Más de dicha casa se le paga a el Santísimo cada un año tres reales.
Un pedazo de tierra de regadío partido de Jorol, término de
Junquera, poblado de higueras y parras, libre de censo; y dicho pedazo
de tierra separo para mí la parte de abajo.
Una viña término de esta villa, partido de las Tapiesuelas,
linderos con viñas de Juan Miguel y viñas de los herederos de
Alonso de Rojas, libre de censo.
Una viña diezmería de Tolox, partido de los Arenalejos, linda
con capellanía de el licenciado don José Méndez de Dueñas y otros,
con dos reales y medio que se pagan de censo cada un año a dicha villa de
Tolox.
Un pedazo de tierra con nueve olivos, término de esta villa, partido
de Mulera, lindero con tierra de y olivos de Juan Muñoz y
Jacinto Vellido, con una memoria que se le paga a los
beneficiados de esta villa de dos reales y medio cada un año.
Un pedazo de tierra partido de esta villa que llaman el Garrobín que
compramos yo y mi mujer, linderos Bartolomé Villalba y el camino
que va a Málaga.
Bienes muebles: dos jumentas, una negra y otra parda con
un amarejo.
Tres colchones: dos de lana y uno vacío.
Cinco sábanas de lienzo casero.
Seis almohadas.
Unas delanteras.
Una cama de bancos y tablas.
Una sobrecama de sempiterna encarnada.
Dos pares de manteles que ambos componen cinco varas.
Dos paños de mesa.
Una servilleta.
Una arca de pino con su cerradura.
Un paño de manos.
Un capote de paño fino color de café.
Unos calzones de lo mismo.
Una chupa de calamaco negra.
Una capa de paño de Castilla.

Ocho cuadros de distintas pinturas.
Cinco láminas pequeñas.
Nueve sillas de anea.
Una cruz de madera.
Una artesa, tabla y cedazo y banco para amasar.
Una caldera que hará a corta diferencia una arroba de agua.
Una sartén grande.
Otra pequeña.
Un cacillo asador y trébedes.
Una espetera, un almirez con su mano, un candil.
Tres orzas y una tinaja que cada una hará arroba y media.
Unas maseras.
Tres tazas de fraile, ocho platos de loza de Sevilla.
Un jarro de lo mismo.
Dos platos de peltre, dos orcillas pequeñas, dos esportones.
Un redor de ahechar, seis espuertas de pleita: dos grandes
y cuatro pequeñas.
Unos capachos asnales, una cazuela de Ronda.
Dos lebrillos: uno pequeño y otro grande de sangrar.
Un bufete grande.
Una mesa pequeña.
Tres ollas de Ronda, cuatro cántaros.
Un rastrillo de rastillar lino.
Una tinaja grande que hará hasta veinte y dos arrobas.
Un medio almud y cuartillo de madera.
Setenta redondeles de pasar higos.
Tres rollos de pleita, dos corchos de colmenas.
Unas barcinas, un azadón y hacha, una alabarda.
Tres gallinas y un gallo.
Cuyas partidas juro y declaro, por Dios Nuestro Señor, ser ciertas y verdaderas,
y que debajo de mi consciencia no he dejado nada por poner; y para que conste la hecho
estando presentes Pedro de Molina, Andrés Navarro el mayor y Bartolomé Molina,
todos vecinos de esta villa; y por no saber escribir a mi ruego lo firmó un testigo; en
Alozaina, en cuatro días del mes de mayo año de 1748.
testigo Bartolomé Molina