MA1683D9086

Malos tratos infligidos a un niño de once años durante la averiguación de un embarque ilegal de pasa

Fecha1683
LocalidadEspaña, Málaga, Torrox
ProyectoHISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
FinanciaciónMINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscritoARCHGR 10255/5

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2 to En la uilla de Torrox, en el dho dia dos de nobienvre del dho año, el dho Gaspar de Claramte, para esta ynfformaçion, presento por testigo a un hombre que se dijo llamar Françisco Rriberos y ser vzo de esta uia, del qual rui juramento a Dios y a una cruz en fforma de derecho. Lo hiço y prometio deçir berdad y, siendo preguntado al thenor de la rl prouision de mi comision, dixo que lo que puede deçir es auer uisto en esta uia a don Franco de Uibar, rrexidor de la çiudad de Belez, y a don Josephe Laso de la Uega, alguaçil mayor d ella, y a Luis de Ortega, sno puco de la dha çiud, andar haciendo dilixenzas buscando y exsaminando testigos para conprouar una causa sobre auer enbarcado vna poca de pasa con comisson del correjidor de dha ciud, segun se dixo. Y los testigos los exsaminaron algunos d ellos en las casas del cauildo de esta uia, qu estan contiguas a la d este testigo y las puertas vna enfrente de otra, por donde los beya entrar desde su ventana y oyo que les haçian muchas amenaças a los testigos para que dixesen lo q pretendian probar. Y al que no lo deçia lo lleuauan a la carçel, y en particular, abiendo traydo a dhas casas de cabildo a Miguel de Claramonte, de hedad de onçe aoss, hixo del dho Gaspar de Claramonte, para exsaminarlo rrespecto de que auian hecho muchas dilixas buscando al dho muchacho y su padre, y encargadolo a los alcaldes para que los trajese; asi que el testigo bido entrar a el dho Miguel, muchacho, por estar algo achacoso en la ocasion, les dijo a da Sevastiana de la Quadra, su muger, y a Maria de Mena, prima del testigo, que biuen juntos, se pusiesen a escuchar por los tabiques que caen a las dhas casas de cauildo lo que pasaua con el dho muchacho. Y se pusieron, y oyeron el que lo amenaçaron que si no deçia lo que le preguntauan le auian de dar tormento y le auian de lleuar preso a la carçel de la çiud de Belez. Y el dho muchacho auia enpeçado a llorar diçiendo: Dexenme vstedes, q yo no se mas de lo que e dho; y le auian dho Ven aca, mete aqui que eres vn picaro y niegas la uerdad. Y el muchacho rrepetia la auia dho y no sauia otra cosa, y que lo q deçia era la berdad como Dios esta en los çielos. Y en esta conformidad se lo contaron al testigo la dha su muger y prima, y con esta notiçia el testigo tubo cuydado de quando salia el dho muchacho de las dhas casas de cauildo, y lo uio sacar d ellas preso, y que yba llorando. Y luego oyo deçir el testigo a diferentes personas, de cuyos nombres no se acuerda, q la causa de yr llorando el dho muchacho a la carçel auia sido porque le auian dado tormento en vna muñeca en las dhas casas de cauildo, de que se le auia desollado y hinchado, y que a todos los q llegauan a berlo a la carçel los enseñaua la dha muñeca. Y despues, a otro dia de como paso lo rrefferido, yendo a este testigo al molino, encontro en el camino a vn muchacho forastero que asiste en las barcas de los xinoueses que estan presos en la çiudad de Belez, y, porq era notorio que los dhos ministros, continuando en sus malos proçedimitos, le auian dado tormento al tal muchacho para que dijese lo que ellos querian, el testigo le pregunto si era çierto, y el rrespondio que si, y que los dhos ministros le auian coxido en la playa y le auian amenaçado para que dijese lo que le preguntauan. Y, porque no lo deçia si no es lo q auia bisto, le auian dado tormento en vn dedo de una mano con la llaue de una escopeta. Y que no saue otra cosa, y que esto que a dho es la uerdad so cargo de su juramto. Leyosele este dho, ratificose en el, encargosele el secreto, lo prometio, y que es de treinta y siete años. Y lo ffirmo, de que doy ffee. Franco Rriberos ante my Alonso Perez Pelayo, ror. 3 To. En la uilla de Thorrox, en el dho dia doss de nobiembre del dho año, para esta ynfformazon el dho Gaspar de la Quadra pres Claramte pressto por testigo a da Sebastiana de la Quadra, que asi se nombro y ser muger de Franco Rriberos, testigo anteçedente y vza d esta uia, de la qual rui juramento a Dios y a una cruz en fforma de derecho. Lo hiço y prometio deçir uerdad y, siendo preguntada al thenor de la rl probisson de mi comisson, dixo que, auiendo benido a esta uia don Ffranco de Uibar, rexdor de la çiud de Belez, y don Josephe Laso de la Uega, alguaçil mayor d ella, y Luis de Ortega, escriuo puco de la dha çiudad, les uido esta testigo haçer diferentes dilixas y exsaminar testigos en las casas del cauildo de esta uilla, que estan pared en medio de la d esta testigo. Y, preguntando a diferentes personas que a que auian benido, le rrespondieron que a la aueriguaçion de una poca de pasa q se deçia auian enbarcado en la plaia de esta uilla. Y desde su bentana de esta testigo beya entrar y salir a las personas que llamauan para que jurasen, a las quales los dhos ministros les haçian muchas amenaças de que los auian de lleuar presos a la carçel de la çiud de Belez y los auian de poner en vn potro si no deçian la uerdad. Y ellos rreplicauan q ya la auian dho, que no thenian otra cosa que deçir. Y asimesmo oyo que les encargaron diferentes ueçes a los alcaldes d esta uia trajesen a el dho Gaspar de Claramonte y a su hixo Miguel de Claramonte para exsaminarlos. Y, auiendo traydo al dho Migl, por auer bisto el ansia que tenian por el le dijo a esta testigo el dho su marido y a Ma de Mena, su prima, se pusiesen a escuchar por los tabiques que caen a las casas del cauildo lo que haçian con el dcho muchacho, q sera como de hasta onçe años poco mas o menos. Y con effecto se pusieron a escuchar y oyo como los dhos ministros le deçian: Cornudo, di la berdad porque si no te emos de lleuar preso a Belez a ti y a tu padre, que tu saues quien a enbarcado la pasa, porque si no lo diçes the emos de dar tormento. Mete aqui. Y el dho muchacho començo a llorar diçiendo que le dejasen por amor de Dios, que le lastimaban mucho y que el no sauia mas de lo que auia dho, y que como Dios esta en los çielos era berdad lo que auia dho, a que le rrepetian muchas beçes: Cornudo, ¿quien te a dado esquela para negar la uerdad?, y rrespondia el no sauer otra cosa. Y en esta fforma se lo dijo la testigo al dho su marido, y despues bido sacaron al dho muchacho los dhos ministros de las dhas casas del cauildo, que lo lleuauan asido a la carçel, q yva llorando y dando traspies como que yba desmayado. Y dentro de breue rrato oyo deçir la testigo a differentes personas, que no se acuerda de sus nombres, que al dho muchacho le auian puesto en la carçel preso y que le auian dado tormento en vna muñeca, y que la thenia desollada y hinchada, porque a esta nouedad auian ydo muchas personas a uerlo a la dha carçel, de que ynfiere este testigo y tiene por çierto que quando lo oyo llorar en las dhas casas de cauildo y deçirle: Mete aqui, q hasta q te pongamos en vn potro no emos de parar, y que se quexaua diçiendo no le apretasen, que le lastimaban mucho y q no sauia mas, fue quando le dieron la dha fora de tormento. Y despues, a otro dia, oyo deçia la testigo al dho su marido y a otras diferentes personas, que no se aquerda de sus nombres, que los dhos ministros, continuando en sus persuasiones, exçesos y amenaças, auian ydo a la playa de esta uilla; y a otro muchacho forastero que asistia en la barca de los xinobeses lo auian coxido y, porque no deçia lo que ellos querian, le auian amenaçado y dado tormto con la llaue de una escopeta en los dedos de las manos para q lo declarase. Y que en esta fforma se lo auia contado el dho muchacho fforastero al marido de esta testigo en el camino del molino. Y es publico y notorio que, demas de lo rrefferido, los dhos ministros hiçieron muchas exstorsiones, amenaças y vexaçiones a otras muchas personas porque no querian declarar lo que ellos deçian. Y que esto que a dho es la uerdad so cargo de su juramento. Leyosele este dho, ratificose en el, encarguele el secreto, lo prometio, y que es de beinte y siete años. Y no ffirmo porque dijo no sauia, de que doy ffee. Tdo. Ante my, Alonso Perez Pelayo, ror. 7 To. En la uilla de Thorrox, en el dho dia dos de nobiembre del dho año, el dho Gaspar de Claramontes, para esta ynfformaçion, presento por testigo a un hombre que se dijo llamar Franco Serrano y ser labrador y vzo de esta uilla, del qual rui juramento a Dios y a una cruz en ffora de dero. Lo hiço y prometio decir berdad y, siendo preguntado al thenor de las pregtas de la rl provisson de mi comisson, dijo que abra mes y medio, poco mas o menos, que bido en esta uia a don Franco de Uibar, rexor de la ciud de Belez, y a don Josephe Laso de la Uega, alguaçil mayor, y a Luis de Ortega, esno puco, que auian benido con comisson del corregor de dha çiud a haçer ynfformazon en horden de una poca de pasa que deçian le auia enbarcado en la playa d esta uia. Y para ello llamaron a diferentess personas a las casas de cauildo, donde los exsaminauan. Y, pasando este testigo por las puertas de las dhas casas de cauildo, oyo mormollo de jente dentro y que un muchacho lloraua, y que vno d ellos deçia: ven aca, cornudo, ¿no saues que estubieron aqui los padres de la mision? ¿Por q no dices la berdad? Mira que si lo niegas, demas de el tormento que te emos de dar aqui te emos de llebar a Belez y te emos de poner en vn potro para que lo digas. Y, preguntando el testigo a muchas muxeres de esta uia que se auian juntado a las puertas de las dhas casas de cauildo al aluoroto q trayan dentro que ruydo era aquel, rrespondieron que estauan dando tormento a Miguel, hijo de Gaspar de Claramonte, que como se consentia tal, que si no auia personas honrradas en esta uia que lo rremediase, que aunq fuese caso de ynqon no deuian haçer aquello, y otras lamentaçiones. Y por fuerça querian que el dho muchacho dijese lo que no sauia. Y luego, de alli a brebe rrato, bido el testigo que los dhos ministros sacaron al dho muchacho de las dhas casas de cauildo y lo lleuaron preso a la carçel d esta uia, el qual se yba cayendo como desmayado de lo que con el auian hecho. Y la madre del dho muchacho estaua llorando en la plaça a gritos, diçiendo q como se consentia vna maldad como aquella entre xptianos, q si no auia justia que lo rremediase, y otras lamentaznes, de fforma q se aluoroto toda esta uilla y escandaliço los procedimitos de dhos ministros, de fora que estubo a pique de perderse con ellos y de que subçediesen muchas desgraçias. Y el testigo, para mas bien enterarse de lo que auian hecho con el dho muchacho, fue a la dha carçel y le bido al dho muchacho por la rrexa de ella que tenia desollada y hinchada la muñeca yzquierda del tormento q los dhos menistros le auian dado en las dhas casas de cauildo. Y despues, a otro dia, oyo deçir este testigo pucamte en esta uia que los dhos ministros, continuando en sus exçesos y malos procedimitos, auian coxido otro moço en la playa, y, porque no auian dho lo que ellos querian, le auian dado tormto con la llaue de una escopeta en los dedos gordos de las manos y le auian quebrado vno, todo lo qual pareçio muy mal en esta uia y causo mucho escandalo por ser cosa nunca bista y que no se deuia haçer. Y que no saue otra cosa y q lo q a dho es la berdad so cargo de su juramto, y que es de tra y seis años, poco mas o menos. Leyosele este dho, ratificose en el, encarguele el secreto, lo prometio, y no firmo porq dijo no sauia, de que doy ffee. Entre rs: q ruido era aquel. Emdo: yzquierda. Ante my, Alonso Perez Pelayo, ror. 8 To. En la uilla de Torrox, en el dho dia dos de nobienbre del dho año, para esta ynfformazon el dho Gaspar de Claramte presento por testigo a Juan Matheo, y ser trauajador del campo y vzo d esta uilla, del qual rui juramento a Dios y a vna cruz en fforma de derecho. Lo hiço y prometio deçir uerdad y, siendo preguntado al thenor de las pregu rl probisson de mi comision, dixo q abra mes y medio, poco mas o menos, q binieron a esta uilla don Franco de Biuar, rexor de la ciud de Belez, don Josephe Laso de la Uega, alguaçil mayor, y Luis de Ortega, escriuo puco, con comisson del correxor de la dha ciud para haçer ynfformaçion de una poca de pasa que deçian se abia enbarcado en la playa de esta uia; para lo qual hiçieron muchas dilixençias buscando testigos a quien apremiauan y amenacauan para que dijeran lo que pretendian probar. Y en particular lleuaron a las casas del cauildo de esta uia a Miguel de Claramte, muchacho de once años, hijo del dho Gaspar de Claramte, para reçiuirle su declarazon, a el qual, porq no deçia lo que querian, tubo notiçia el testigo lo auian amenaçado de que lo auian de lleuar preso a la carçel de la çiud de Belez, y que le auian dado tormento con vnos cordeles en vna muñeca para que lo declarase. Y, en ocasion de q lo sacauan de las dhas casas de cauildo los dhos ministros, llego el testigo y bido como lo trayan asido. Y, llegando a un poyo que esta en la puerta de la uilla, cayo sobre el dho poyo como desmayado. Y, preguntando este to a los dhos ministros: ¿Que es lo que lleua ese muchacho?, vn moço q lleuaban consigo, picado de biruelas, con vnas mangas coloradas, rrespondio: Ba desmayadillo porque le an dado tormento y con el susto se le an rrebotado las coleras. Y el testigo le dijo que por que le auian dado tormento, y rrespondio el dho moço, que no saue como se llama, porq en la playa nos dijo vno y a Canos a dho otro, y no diçe la berdad, a que este testigo le boluio a deçir: ¿Pues esa es causa para darle tormento a un niño? Es cosa muy mal hecha, que aunq fuera por caso de ynquisiçion no se deuia haçer eso. y a este tienpo vido el testigo venia su madre del dho muchacho tras el dando gritos, diciendo: No ay justia el mundo contra esta jente ynumana que le an dado tormento a mi hijo porq no a dho lo que ellos quieren, no sabiendolo mi hijo. Del çielo les uenga el castigo, pues en la tierra no le ay, y otras lamentaznes. Y a este tienpo, estando el dho muchacho en la carçel, el testigo le pregunto: Dime hijo, ¿por que llorauas? Dime lo que tienes. Y le rrespondio porq la justia de Belez le auian atado las manos con vnos cordeles y dadole tormento apretandolos y rretorçiendolos, y porq le auia dolido mucho auia llorado, y que esto lo auian hecho porq no declaraua lo que ellos querian ni el auia uisto ni sauido. Y fue puco que los dhos ministros hiçieron muchas amenaças y fieros a otros testigos, como fueron deçirles q los lleuarian a Belez y les darian tormento y les echarian a presidio. Y esto lo deçian los testigos quando salian de deçir sus dhos, a quien lo oyo el testigo, q no se acuerda de sus nombres. Y es puco y notorio en esta uia que, yendo los dhos ministros a la uilla de Nerxa en prosecuzon de sus dilixas, auian coxido a otro muchacho; y, porque no deçia lo que le preguntaron, le auian dado tormento en los dedos de las manos con la llaue de vna escopeta. Todo lo qual causo en esta uia mucha nota y escandalo, y estubo a pique de que se perdieran los vzos con los dhos ministros y de que subcedieran muchas desgraçias, porq todos estauan yndignados contra ellos por ber las ygnumanidades y biolençias que hiçieron con los dhos muchachos y demas personas, tratandolos mal de palabra y con despreçio de sus personas; y lleuando, como lleuaron, presos a differentes vzos a la carçel de la dha ciud de Belez juntamte con el dho Gaspar de Claramte y a el dho su hijo, adonde estubieron algunos dias diçiendoles que les auian de echar a un presidio porque no deçian lo que les pedian, no siendo berdad porque lo que lo hera lo auian dho en sus declaraçiones. Y qu esto que a dho es la uerdad so cargo de su juramto y que es de vte y ocho años. Leyosele este dho, ratificose en el, encarguele el secreto, lo prometio, y firmo, de que doy ffee. Jua de Lara Gutierez ante my, Alonso Perez Pelayo, ror. 12 To. En la ciud de Belez, en el Thorrox, en el dho dia tres de nobienbre del dho ano, para esta ynfformazon el dho Gaspar de Claramonte pressto por testigo a vn moço que se dijo llamar Josephe Haldo y ser natural de la uia de los Vjixares de la bega de Granada, que de presente asiste en las barcas de pescar del patron Franco el jinobes, en el sitio q llaman Lagos, juron de la ciud de Belez, del qual rui juramento a Dios y a una cruz en fora de dro. Lo hiço y prometio decir berdad y, siendo preguntado al tenor de la rl probision de mi comision, dixo que abra mes y medio, poco mas o menos, que estando este testigo en las dhas uarcas llego la justiçia de la çiudad de Belez, que yban ocho hombres, los çinco de a cauallo y tres de a pie, y lo cercaron entre todos y le preguntaron si auia uisto pasar vn nabio a la buelta de lebante, y este testigo rrespondio que vna ora antes del dia lo auia uisto pasar. Y luego le preguntaron si sauia que auia cargado pasa en el termino de esta uilla, y rrespondio que no lo sauia. Y uno d ellos dijo: ¿No lo saue?, pues yo le hare que lo sepa. Y le dijo a otro de sus conpañeros: Metanle los dedos en la llaue de la escopeta, que ay lo dira. Y con effecto le metieron el dedo pulgar de la mano yzquierda en el gato de una llaue y le apretaron el tornillo dandole tormento. Y, como le dolia mucho les decia el testigo le dexasen por amor de Dios, que el no sauia nada. Y se guiño vno a otro y le preguntaron: La pasa que se enbarco, ¿era de don Franco Trebiño?. Y el testigo rrespondio que el no auia bisto enbarcar pasa de nadie ni sauia nada de lo que le preguntauan. Y, abiendole soltado dha mano de la escopeta, lo llebaban preso al castillo de esta ua y, llegando çerca d el, lo soltaron y dijeron se fuese, y que si se paraua en parte alguna lo auian de ahorcar. Y quando le dieron tormento en el dedo le pr amenaçaron le auian de lleuar preso a Belez y le auian de poner en vn potro, y lo auian de echar a una galera si no deçia lo q le preguntauan. Y, quando lo llevauan preso al dho castillo, lo lleuauan maneatado con vn cordel bolatin. Y a otro dia, estando este testigo en las dhas barcas, oyo deçir a los que pasauan por alli q los dhos ministros de justia auian hecho en esta uilla muchas bexaçiones y molestias a algunos vzos, y grandes amenaças, porque no deçian lo que ellos querian. Y que asimesmo le auian dado tormento a Miguel, muchacho de hasta onçe años, con vnos cordeles en vna muñeca, de que le auian lastimado porq no deçia lo que le preguntauan no sabiendolo. Y que no saue otra cosa y que esto que a dho es la uerdad so cargo de su juramento. Leyosele este dho, rratificose en el, encarguele el secreto, lo prometio, y que es de diez y ocho aos, poco mas o menos. Y no firmo porq dijo no sauia, de que doy ffee. Tdo: Belez en el pa Ante my, Alonso Perez Pelayo, ror. 13 To. En la uilla de Torrox, en el dho dia tres de nobienbre del dho año, el dho Gaspar de Claramonte, para mas conprobaçion de su querella, presento por testigo a Migl de Claramonte, su hijo, muchacho de hasta onçe años. Y por no ser capaz para rreçiuirle juramento le dije si sauia que ay çielo y ynfierno, y que los que diçen la berdad se van al çielo y los que no la diçen se van al ynfierno, y dixo que si lo sauia. Y deuajo de esta ffee y creençia le pregunte dijese lo que sauia en rraon del tormento que se dize le dieron la justia de la ciud de Belez en las casas del cauildo d esta uilla. Dijo que, auiendo benido a esta uia la justiçia de la dha çiud de Belez, q a oydo deçir se llaman el vno don Franco de Biuar y el otro don Josephe Laso de la Uega, otro Luis de Ortega y otro Franco de Guzman, y otros criados suyos, llamaron a este declarante y lo lleuaron a las cassas de cauildo d esta uilla. Y en ellas los rrefferidos le rreçiuieron juramento a Dios y a una cruz en fora de dro, y le preguntaron si sauia que el capitan don Franco Tribiño, vzo de esta uia, y don Franco Najera, vzo de Malaga, auian conprado mucha pasa y la auian enbarcado en la playa del peñonçillo d esta uilla, y les rrespondio que no sauia nada de lo que le preguntauan porq tal cosa no auia bisto ni sauido. Y le boluieron a deçir: Pues ahora estubo aqui tu padre y dijo que era verdad, que la auia enbarcado con dos borriquillos que teneis, a que el declarante rrespondio: No puede ser q mi padre aya dho eso porque no thenemos borricos ni mi padre a uisto nada de eso ni lo a sauido, porque yo e andado con el y si mi padre lo vbiera lo vbiera uisto lo vbiera bisto yo tanbien, que eso lo diçen vstedes por q yo diga lo que no se. A que dijeron: A ffee que bienes bien aliçionado. Y entonçes el dho don Franco de Biuar dijo: Denle tormento q el confesara. Y el alguaçil mayor sac dho Franco de Guzman saco vn cordel de trauilla, q lo tenia liado en la bara de alguaçil, y se lo puso a este declarante en la muñeca yzquierda, y la asio a la suya y le dio bueltas alrrededor, leuantando en peso haçia arriba a este declarante, diçiendole: Cornudo, di la berdad, que aora lo dijo tu padre. A que rrespondio: Senores, yo no se nada, dejenme vstedes por amor de Dios, que me lastima vsted mucho. Y entonces el dho Franco de Gusman le asio las dos muñecas con el dho cordel y metio la suya en medio, rretorciendo el dho cordel y dandole bueltas, lebantando a este declarante en peso haçia arriba q le quebraua las muñecas. Y, biendo lo mucho q le lastimaban, les dijo q como Dios estaba en los çielos era berdad q no sauia nada de lo q le preguntauan, y que lo dejasen por amor de Dios. Y como le apretauan mas y no lo querian soltar enpeço a llorar y dar gritos. Y entonces el dho Franco de Guzman le echo las manos por detras de la caueça y se las apreto con el dho cordel lastimandole mucho a este declarante, diçiendole: Cornudo, di la uerdad. Y como no tenia ni sabia que deçir, dijo el dho don Franco de Uibar: Lleuenlo a la carçel con su padre, y lo llevaron arrastrando a la carçel de esta uilla, asido de las muñecas, el dho Franco de Guzman y otro ministro. Y el dia siguite a este declarante y a el dho su padre los sacaron de la carcel d esta uia, y en la puerta d ella, al que le llamaban alguaçil mayor, le oyo deçir este declarante: ¿Es este el de el tormento? Pues bayan a Belez, que alla ay potro chico y grande y les hara cantar echando vn por uida de Dios. Y a este declarante se le hiçieron de cardenales en las muñecas de lo q le auian apretado, de fora q se le desollaron y mudo el pellejo. Y los lleuaron presos a la carçel de la ciud de Belez, donde les tubieron presos ocho dias. Y el dho alguaçil mayor dijo asimesmo en la puerta de la carcel de esta uia que si este declarante fuera mayor auia de haçer el cordel de quatro dobleçes, y auia de hacer vn hecho q fuera sonado. Y que no saue otra cosa y que esto q a dho es la uerdad debajo de la fee y creençia que tiene declarado. Y no firmo porque dixo no sauia, de que doy ffee. Tdo: alguaçil mayor sac de mas Tdo: lo vbiera Ante my, Alonso Perez Pelayo, ror.

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


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