MA1627D2515

Declaración de Andrés Cardeña de la Guerra, procurador y vecino de Málaga, testigo presentado por el solicitador del fiscal en el pleito entre Luis Muñoz y Juan Pérez

Fecha1627
LocalidadEspaña, Málaga, Málaga
ProyectoCORDEREGRA: Corpus diacrónico del español del reino de Granada. 1492-1833
FinanciaciónJunta de Andalucía/FEDER: P09-HUM 4466, 2009-2014
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Granada
ID del manuscritoARCHGR 9684/19

View options

Text: - Show: - Tags:


3 testigo Málaga El dicho Andrés de Cardona de la Guerra, que así se dijo llamar y nombrar, procurador de esta dicha ciudad, que vive en la calle Nueva de San Francisco, testigo presentado por el solicitador diligenciero del fiscal de su majestad para que sea examinado por la primera, cuarta y quinta y sexta y última preguntas del interrogatorio, del cual yo, el dicho escribano receptor de su majestad, recibí juramento en forma de derecho, y siendo preguntado, dijo lo siguiente: 1 A la primera pregunta dijo que de oídas conoce al fiscal de su majestad y conoce a Juan Pérez, preso en la cárcel pública de esta dicha ciudad, y asimismo a Luis Muñoz de Robles, vecinos de esta dicha ciudad, y tiene noticia de este pleito: y esto responde. Generales A las generales de la ley, dijo que es de edad de más de cuarenta años y no le tocan ninguna de las generales que le fueron hechas, y desea venza este pleito la parte que tuviere justicia: y esto responde. 4 A la cuarta pregunta dijo que lo que de ella sabe es que, estando este testigo en las carnicerías de esta dicha ciudad un día que a lo que se quiere acordar era sábado por uno de los meses de de noviembre diciembre del año pasado de mil y seiscientos y veinte y seis, llegó a este testigo a hablarle un clérigo de misa que se llama don Francisco Durango Salazar, que es amigo de este testigo, y entre otras cosas que le dijo por caso lastimoso le contó uno sucedido la noche antes y le dijo que estando en las casas de su morada que son en la calleja de Siete Revueltas, donde se entra por la que llaman de los Toros, después de anochecido buen rato, estando con otro hermano suyo presbítero habían oído voces en la dicha calle, cerca de su casa, y se habían asomado a la ventana y vieron en la dicha calle dos hombres, y el uno de ellos decía al otro: puto bujarrón, ¿ quieres hacer eso conmigo? Voto a Dios que te he de matar. Y desde la dicha ventana le había dicho el dicho clérigo: ¡Tente, no lo mates! ¿Por qué quieres matarlo? Y a esto había respondido el dicho hombre: tengo de matarlo, voto a Dios que es un puto y me quería cabalgar. Y que a estas razones, el hombre contra quien decía las dichas palabras le decía: ¡Luis de mi vida, no me mates!. Y que no se acuerda bien este testigo si le dijo también que le había visto al dicho hombre que procuraba matar al otro una espada desnuda en las manos y si bajó o no el dicho don Francisco Durango a la calle. Y habiéndole dicho esto se vino este testigo a la cárcel pública a ver un preso y halló en ella a Mateo de Vargas escribano público del número de esta dicha ciudad, y viéndole en cuerpo y sin herreruelo le preguntó este testigo qué hacía allí y le dijo que estaba preso porque la noche antes Juan Pérez, tendero, vecino de esta dicha ciudad, había llamado con engaños a Luis de Robles, su cuñado y lo había querido cabalgar, y que el dicho su cuñado había sacado la espada para defenderse y le había herido, y que habiéndole dado noticia de esto al dicho Mateo de Vargas, escribano público que estaba en las casas de su morada, había salido de ellas y venido a buscar al dicho Juan Pérez a su casa y que no hallándole en ella había dicho con enojo algunas palabras y por esto le había preso la justicia de esta dicha ciudad y puesto en la cárcel al dicho Mateo de Vargas, al cual este testigo le refirió lo que le había dicho en las carnicerías poco antes el señor don Francisco Durango. Y conforme a lo que pasararon en los dos tiempos echó de ver este testigo que era un mismo caso. Y esto sabe de la pregunta y no otra cosa y esto responde. 5 A la quinta pregunta dijo que este testigo ha visto de algún tiempo a esta parte que en casa del dicho Juan Pérez que ha tenido tienda abierta, donde ha vendido fruta, aceite y vinagre y leña por menudo, y no sabe otra cosa, y esto responde. 6 A la sexta pregunta dijo que no sabe este testigo lo que el dicho Juan Pérez gastó en curarse de las heridas que tuvo, pero le parece sería poca la cantidad porque duró poco la cura; y que no sabe que quedase manco ni con lesión y siempre vio este testigo que tuvo abierta la dicha su tienda vendiendo en ella las mercaderías referidas como de antes. Y esto responde. 7 La sétima pregunta dijo que lo que ha dicho es público para este testigo y la verdad, so cargo del juramento que hecho tiene. Leyósele su dicho, ratificose en él, encargósele el secreto hasta la publicación y lo prometió y lo firmó de su nombre, de todo lo cual doy fe. Tachado y no. Andrés de Cardeña de la Guerra Juan de Lareña Ante , Pedro Ladrón de Guevara, escribano receptor

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


Download XMLDownload textWordcloudFacsimile viewPageflow view