Doña María de Morales
inventario
de
sus bienes.
En la ciudad de Granada en siete
días del mes de enero de mil setecientos
y seis años, ante mí el escribano público y testigos
Tomás Ortiz de Villalobos, ministro de
esta ciudad, en cumplimiento del auto del
señor alcalde mayor y teniente de corregidor de esta dicha ciudad de hoy día de la fecha
ante Antonio Ortiz de Luque, escribano del número de ella, en que manda
se haga inventario de todos los bienes que han quedado por fin y
muerte de doña María de Morales, mujer que fue de don Miguel
Matute, estando en las casas que fueron de la morada de la
susodicha con asistencia de don Eugenio Matute, don Ignacio
Matute y de el dicho don Miguel Matute, hijos y herederos y
marido de la dicha doña María de Morales, hizo inventario
de los bienes que han quedado por fin y muerte de la susodicha en la
forma y manera siguiente:
Una cama de tablas.
Dos colchones azules y blancos poblados de lana.
Dos sábanas viejas.
Un cobertor blanco viejo. Un paño de palmilla viejo.
Dos almohadas con sus henchimientos de lana.
Dos lienzos de pintura ordinaria de siete cuartas de largo,
el uno de la pura y limpia Concepción, y el otro de señor
San José.
Cinco lienzos de tres cuartas de largo y de diferentes
pinturas, los dos de ellos con marcos negros y el otro dorado.
Dos arcas de pino con sus cerraduras y llaves de vara
y media de largo cada una.
Cuatro sillas de anca.

Un escabelillo de nogal.
Un bufete de nogal con su herraje.
Una mesa de pino grande forrado en badana
colorada.
Un bufetico de nogal con su gaveta y llave.
Una mesa de pino de cinco cuartas de alto.
Un peso de cruz con tres balanzas de cobre y once libras
de pesas de hierro.
Un velador de pino viejos.
Cuatro candiles de hierro.
Una caldera de cobre de siete libras de peso.
Un almirez con su mano.
Un anafe de hierro viejo.
Dos sartenes, la una mediana y la otra pequeña.
Dos cacicos, el uno de cobre y el otro de azófar.
Un asador y un rallo de hierro.
Un urdidor de madera de urdir telas de seda.
Cuatro onzas de barro.
Dos lebrillos, el uno grande y el otro pequeño.
Dos telares, el uno de tejer felpa y el otro de tejer raso.
ainados de todos sus ainas necesarias.
Una redina.
Una tarima de cuatro tablas de ancho.
Y el dicho don Miguel Matute bajo de juramento
que hizo a Dios y a una cruz en forma de derecho
declaró no tiene noticia hayan quedado por fin
y muerte de la dicha doña María de Morales, su
mujer, más bienes que los inventariados
en este inventario y, cada que a su noticia
venga hayan quedado por su fin y muerte
otros bienes alguno hará inventario de ellos.

Y dichos bienes aquí inventariados son los
mismos que el otorgante y la dicha su mujer dejaron
declarados por cláusulas del testamento que ambos a dos
otorgaron, bajo de cuya disposición falleció la dicha
su mujer ante Francisco de Hinojosa, escribano que fue de
su majestad por el año pasado de mil y setecientos y dos
sábana que se ha consumido después que
otorgaran dicho testamento, todos los cuales dichos bienes
inventariados, dicho ministro los depositó
en el dicho don Miguel Matute, el cual que está de
presente, otorgó se constituya y constituyó por
depositario de dichos bienes y se dio por contento
y entregado de ellos a su voluntad, sobre que
renuncia las leyes de la entrega y las demás del
caso, en toda forma como en ellas se contienen
y se obligó a tenerlos en su poder y de pronto
y manifiesto para entregarlos cada que
se le mande por el dicho señor alcalde
mayor u otro señor juez que de estos autos conozca
para de pagar de su valor a depositario y so las
penas de él, y a ello se obligó con su persona y
bienes muebles y raíces habidos y por haber, dio poder
cumplido a las justicias y jueces de su
majestad que de lo aquí contenido conforme
a derecho puedan y deban conocer, para
que a su cumplimiento apremien como por
sentencia pasada en cosa juzgada,
renunció todas las leyes, fueros y derechos

de su favor y la general en forma, y así lo
otorgó y no firmó porque dijo no saber, a su ruego
lo firmó un testigo y lo firmó dicho ministro
los dichos Don Eugenio y don Ignacio Matute,
siendo presentes por testigos Francisco Prieto, Fernando
de Solís y Juan de Rueda, oficiales del arte del
regidor de la seda y vecinos de esta ciudad
somos por testigos.