En la villa de Cáceres, a seis días
del mes de abril de mil y seiscientos y
veinte y un años, ante mí, el escribano y testigos
infrascritos, María Sánchez, viuda de Juan
Fernández Lobo, testamentarios:
Lo primero, un retablo de Nuestra
Señora con el niño dormido, dorado el
cuadro.
Otro retablo con un Niño Jesús en
cuadro.
Una cruz con unas vidrieras pequeña.
Ítem, un cofre grande encorado, y dentro
de él lo siguiente:
Seis sábanas de lienzo, tres nuevas y las
otras tres traídas.
Tres tablas de manteles de lienzo traídas.
Seis servilletas de lo mismo, traídas.
Tres toallas nuevas, una de lana
y dos de naval con sus puntas.

Tres pares de almohadas, unas
coloradas nuevas de naval y otras
amarillas de lienzo traídas, y otras
azules de lienzo traídas.
Otras de naval viejo traídas.
Un cielo de cama con sus redes.
Tres colchones traídos.
Tres mantas y un cobertor y la otra
blanca peluda y la otra listada.
Una antecama blanca de red.
Y un rodapiés de paño azul.
Una ropilla y ferreruelo de veinte
y doseno negro y unos valonas de
terciopelo negro, nuevo todo.
Un ferreruelo de paño pardo y una
ropilla y valonas de lo mismo
traídos.
Un sombrero negro.
Dos camisones de lienzo.
Dos taburetes de nogal.
Dos calderas, una nueva y la otra
grande traída.
Una artesa con sus cedazos y varillas,
con un jergón traído.
Cuatro candeleros de azófar de pie
alto, buenos.

Un escabel de pino.
Un bufetillo de pino pequeño.
Una caldera traído.
Una espada con sus tiros y pretina.
Dos pares de medias de lana, unas
negras y otras moradas.
Tres tocinos y una pierna.
Una rastrilleja.
Como cuatro fanegas, menos una
cuartilla de centeno.
Treinta y siete fanegas de trigo,
porque antes que muriese Juan Fernández
se habían vendido cuatro.
Cosa de cuatro fanegas de cebada.
Un almirez con su mano.
Cosa de cuatro arrobas de miel, poco más o menos.
Ítem, una cédula qa Franciso Gutiérrez
Jarón, vecino de esta villa por la cual
parece se obligó a pagar a Juan
Fernández Lobo trescientos y
ochenta y ocho reales y tres cuartillos
por razón de diez y nueve arrobas
y once libras pagas pascua
florida y San Juan del año de
seiscientos y veinte y uno.
Diez y siete libras de cera

Ítem, una memoria por la cual
dice Juan Fernández Lobo que le
debe la cordera, después de haber hecho
cuenta de todo, ciento y setenta reales
y más diez reales de medir arroba de
quesos, los cuales dichos diez reales
declaró habérselos pagado.
Ítem, que Juan López, vecino de esta villa,
le debe ocho reales sobre una
cuchara de plata.
Ítem, que Juana Rodríguez le debe
diez reales sobre un agnusdéi de oro.
Ítem, declaró la dicha María que su
yerno de la dicha Juana Rodríguez
llevó otros diez reales sobre el dicho agnusdéi .
Ítem, una cédula contra Alonso
Jiménez Viejo y Francisco Hernández,
vecinos de sierra de Fuentes,
de ciento y siete reales que estaban
debiendo a Juan Fernández Lobo y cumplió la
paga Nuestra Señora de Mco de este año.
Ítem, una cédula firmada de don
Juan de Carvajal y de don Francisco de
Carvajal, para que Juan Picón de
Salamanca, mayordomo de la
capilla de Santiago, pidiese y pagase
a María quince mil maravedís, cuya paga
es ya cumplida.

Ítem, una cuenta con Diego Madera,
zapatero, de los zapatos que le había
hecho a cuenta de cuarenta y dos
reales que le había prestado
Juan Fernández Lobo.
Ítem, a las espaldas de la dicha
cuenta está escrito de letra del dicho
Juan Fernández dos partidas, que la una dice
Débeme Francisco Jiménez Espada, yerno,
de Talavera cuarenta reales
de cinco fanegas de cebada que le vendí
a ocho reales
.
Débeme Alonso Moreno cinco fanegas
de cebada a siete reales y medio,
llevola en dos veces, son treinta y
siete reales y medio
.
Ítem, una carta de pago de don Pedro de
Carvajal Ulloa por la cual
parece tiene recibido dos mil y doscientos y
veinte y siete reales y tres cuartillos,
por cuenta del terzuelo de Señor San Mateo.
Un cajoncillo pequeñito de pino.
Ítem, noventa y ocho puercos
marranos y viejos que ha declarado Diego,
que es la persona que los guarda.
Dos tinajas de tener agua.
Una docena de platos y escudillas

del servicio de casa.
Un cesto blanco de mimbre con
tres cantarillas de barro.
Una jarra blanca de pico de
Talavera y un salero de Talavera.
Otros dos cestos de mimbre
viejos pequeños.
Otro cesto grande de mimbre.
Una heringa vieja.
Un ferreruelo viejo de
veinte y doseno.
El cual dicho inventario
la dicha María Sánchez juró a Dios
y a una cruz que es cierto y
verdadero y que de presente no se acuerda de otros bienes que protesta
declararlos, cada y cuando que tenga
noticia, y no firmó por no saber
firmolo el dicho Cristóbal de