CA1705I2520

Inventario de bienes que Carlos Pavía, platero, vecino de Cádiz y natural de Turín, aportó como dote para contraer matrimonio con Francisca Reynal

Fecha1705
LocalidadEspaña, Cádiz, Cádiz
ProyectoCORDEREGRA: Corpus diacrónico del español del reino de Granada. 1492-1833
FinanciaciónJunta de Andalucía/FEDER: P09-HUM 4466, 2009-2014
ArchivoArchivo Histórico Provincial de Cádiz
ID del manuscritoAHPC 1569

View options

Text: - Show: - Tags:


Capital hecho por Carlos Pavía. Sépase como yo, Carlos Pavía, de nación saboyano, maestro platero, vecino de esta ciudad de Cádiz y natural de la de Turín, corte de el serenísimo señor duque de Saboya, hijo legítimo de Carlos Pavía y de doña Ana Occelli, difuntos, digo que por cuanto para servicio de Dios Nuestro Señor tengo tratado contraer matrimonio según lo dispuesto por nuestra santa madre Iglesia con doña Francisca Reinal, vecina de esta ciudad y natural de la de Jerez de la Frontera, hija legítima de Juan Reinal y de doña María Rodríguez y Romero, que hoy vive la susodicha, y para que teniendo efecto dicho matrimonio en todo tiempo conste el caudal que a él llevo mío propio, quiero hacer manifestación de él por escritura pública. Y poniéndolo en efecto desde luego en aquella vía y forma que mejor puedo y ha lugar en derecho, manifiesto que tengo al presente en las casas de mi morada por caudal mío propio las prendas de oro y plata y bienes muebles que se siguen: Primeramente, un par de zarcillos con unas granaditas de oro, su valor, treinta y dos pesos escudos de plata.[1] Otro par de zarcillos de siete pendientes de oro y perlas con un aguacate de esmeraldas en treinta escudos de plata. Un par de zarcillos de un pendiente de oro y perlas en seis escudos. Otro par de zarcillos jamiles de un pendiente de oro y perlas en doce escudos. Otro par de zarcillos de un pendiente de oro y perlas en seis escudos. Otro par de zarcillos de oro con sus aguacates de amatistas en dos escudos y medio. Una cruz de oro y esmeraldas en ocho escudos. Un relicario de oro y unos botones de oro y cristal, todo en cuatro escudos. Una sortija de oro con tres esmeraldas y cuatro diamantes en diez y seis escudos. Otra con una esmeralda y dos diamantes en doce escudos. Otra con tres diamantes en diez escudos. Otra de oro con tres amatistas en cuatro escudos. Otra de oro con una piedra blanca en dos escudos. Cuatro botones de aljófar en cuatro escudos. Cinco cajetas de plata, las tres doradas y grabadas y las dos cinceladas, todas en cuarenta pesos. Más tres cajetas doradas pequeñas, todas en diez y seis escudos. Nueve lunas pequeñas doradas[2] que su valor importa ocho escudos. Cinco higas de plata en cuatro escudos. Más dos higas de coral engarzadas en plata doradas, una hebilla para sombrero, un crucifijo pequeñito y un escarbadientes de plata dorada, todo en seis escudos. Seis relicarios de filigrana dorada y piedras, todos en diez y seis escudos. Cuatro docenas de aretes de candadillo dorados, seis docenas de aguacates, cinco relicarios pequeñitos, una cadenita de plata sobredorada, dos docenas y media de botones dorados con sus piedras, todo esto en veinte y dos escudos. Seis pares de zarcillos con sus pendientes de plata dorada y una luna dorada, todo en ocho pesos. Ocho Verónicas y un relicario de filigrana blanco, todo en dos escudos. Más cinco relicarios de plata y un puño de lo mismo de espada todo en doce pesos y medio. Un espadín de plata dorada armado, en veinte escudos. Otro de plata blanca armado en diez y seis escudos. Un rosario de filigrana dorado con las cuentas de coral en cuarenta escudos. De oro, perlas, esmeraldas, diamantes, algunos juguetes de plata y oro y algunos zarcillos adiamantados y otras menudencias sueltas que están en el cajón y gavetas, todo ello se ha regulado en el valor de cien escudos de plata. Quince marcos de diferentes piezas de plata labrada, a diez pesos el marco con su hechura importan ciento y sesenta y cinco escudos. Un marco de plata por labrar en ocho escudos. De la herramienta del arte de la platería, que se compone de todo lo necesario y todo lo demás de que se necesita, apreciado en sesenta escudos. Dos papeleras pequeñas, un bufete de pino con su cajón, una cama de granadillo, una caja de cedro, un escaparate grande de pino, seis sillas altas con sus balaustres torneados y asientos de paja, cuatro cuadros grandes pintura de el Santo Cristo de la Columna, Nuestra Señora de el Pópulo, Santa María Magdalena y San Carlos; dos láminas pintura en cobre, otra pequeña de marfil, seis láminas ordinarias con sus vidrios, todo apreciado en cuarenta y seis escudos. Un estilador en cuatro escudos. Dos almireces de bronce en seis escudos. Un rosario de frutilla engarzado en plata, en cinco escudos. Otro rosario engarzado en plata en escudo y medio. Una colcha de lana listada con su rodapié de lo mismo en ocho escudos. Seiscientos crisoles, a dos pesos el ciento, importan doce pesos. Más seis libras de lana para sombreros, a peso y medio la libra, importan nueve pesos y medio. Por manera que todas las prendas de oro y plata, bienes muebles, herramienta del arte de la platería y todo lo demás que arriba queda expresado, todo ello es mío propio y de mi consentimiento ha sido apreciado por personas prácticas e inteligentes que para ello nombré e importa setecientos y ochenta y seis pesos escudos de plata. Y de haber hecho la manifestación de mi capital en presencia de el infrascripto escribano público y testigos abajo nombrados, le pido fe. Y yo, Francisco Gamonales y Góngora, escribano del rey, nuestro señor, y público perpetuo del número de esta ciudad la doy de que en mi presencia y testigos, el dicho Carlos Pavía, estando en las casas de su morada, me manifestó todas las prendas de oro y plata, bienes muebles, herramienta de su arte de platero y lo demás partida por partida, según como y en la forma que se manifiesta en esta escritura; que quedó todo ello en su poder como caudal y bienes propios suyos, y así lo juró a Dios Nuestro Señor y a una cruz según forma de derecho y para guarda de el suyo. Y que en todo tiempo conste haber yo, el dicho Carlos Pavía, llevado por mi capital la cantidad arriba expresada al matrimonio que estoy para contraer con la referida doña Francisca Reinal pido al dicho infrascripto escribano me lo por testimonio. Y yo se lo doy de lo que en esta escritura de manifestación y capital queda prevenido en aquella vía y forma que mejor puedo y ha lugar en derecho, y así lo otorgo en la ciudad de Cádiz, a seis días del mes de febrero de mil setecientos y cinco años. Y el otorgante, a quien yo, el escribano, doy fe conozco lo firmó, siendo presentes por testigos Juan de Belver[3] Fernández de Hinojosa, Juan Crisol y Juan Gamonales, escribano de su majestad, vecinos de Cádiz. Carlos Mauricio Pavía Ante , Francisco Gamonales, escribano público

Legenda:

Expansión • ConjeturaTachado • AdiciónRestitución • Sic


Download XMLDownload textWordcloudFacsimile viewPageflow view