BU1818C4001
Declaración del cirujano Santiago Ortiz por los comportamientos de Juan Mingo
Fecha | 1818 |
Localidad | España, Burgos, Pradoluengo |
Proyecto | HISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833 |
Financiación | MINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021 |
Archivo | Archivo de la Real Chancillería de Granada |
ID del manuscrito | ARCHV PCR 0096/0003 |
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Testigo don Santiago Ortiz
el
cirujano
En la referida villa, el insinuado día, digo a diez y seis de junio de mil ochocientos
diez y ocho, ante el citado señor alcalde, prosiguiendo en esta información de la propia presentación
pareció por testigo don Santiago Ortiz, cirujano titular en ella, quien habiendo jurado y ofrecido
decir verdad, se le examinó al tenor del pedimento que antecede y le fue leído, enterado dijo que
con motivo de que hace quince años que reside en esta dicha villa ejerciendo dicha facultad, conoce
muy bien a Juan Mingo Arana, vecino de ella y sabe es marido de Tomasa Martínez y suegro
de Francisco Arana y hace fija memoria que al primero le acometió a últimos del año de mil
ochocientos y seis en que se hallaba de alcalde ordinario en la misma una manía furiosa que le
duró bastante tiempo sin que la haga de cuánto fue durante la cual hizo y practicó algunas
cosas extraordinarias a su calidad y ocupación, de las cuales tiene presentes algunas y lo fueron
el dedicarse al comercio de caballerías que compró en este país, y camino a Madrid en
donde permaneció larga temporada comprando según se dijo públicamente ropas viejas raras,
y extravagantes de que trajo algunas a su casa no siendo usables en este país, en cuyo
tiempo y comercio se dijo consumió y perdió considerable caudal de que se lamentaba dicha
su mujer pero no puede decir si entonces la dio maltrato y pasado algún tiempo
calmó aquella manía pues se le vio sosegado en su casa ejercitándose en su antigua
y principal ocupación, amándose recíprocamente, marido y mujer y estimando a su familia
hasta el otoño del año último que le volvió a repetir la misma manía según lo
acreditan sus desvíos y errores, tales han sido, el haberse caminado a Zaragoza
y otros países de la Rioja y Navarra, andando con dos hombres armados para su
resguardo sin objeto que le interesase, el haber marchado a Villafranca de a pie
con la capa al hombro, siendo así que tiene una caballería y que jamás acostumbra
a viajar de aquel modo y sin duda noticioso alcalde mayor de aquel pueblo
de su acaloramiento le hizo permaneciese en el hasta que se presentaron personas
propias a recogerle y le volvieron a su casa, que sin necesidad y contra la voluntad
de su mujer e hijos ha vendido unos prados y la plata labrada de su casa y
que al presente tiene algunos pleitos al parecer infundados y de poco interés en lo que
indispensablemente a de sufrir menoscabos en su caudal. Estos hechos y el haber despreciado
el método curativo que dispuso el médico titular y cuantos consejos le han dado
personas de carácter, parientes y amigos y el haber tenido con su mujer repetidas quimeras
tratándola con bastante rigidez, sin otro motivo que porque procura contenerle en sus
desvíos y hallarse esta de algunos días a esta parte separada de su compañía viviendo en la
de dicho yerno Arana con quien y con su mujer Ana Mingo ha tenido mil
discordias y aún a esta hallándose como se halla, embarazada en los meses mayores, la ha
pegado de que la oyó el testigo quejarse amargamente porque había tratado defender a su
madre y darle buenos consejos, hacen creer al deponente sin que le quede duda alguna
de que el citado Juan Mingo padece una manía furiosa que por instantes va
aumentándose y es constante que a consecuencia de la declaración que dio el testigo y dicho médico
titular en el año último en razón de dicho accidente se le excluyó de entrar en suerte para el
empleo de alcalde ordinario para el presente todo lo cual es la verdad para descargo del juramento hecho
en el que y esta su deposición que le fue leída, se afirmó y ratificó, confesó ser de edad
de cincuenta y dos años y lo firma con su merced de que doy fe. enmendado, una, valga.
Santiago Ortiz
Ante mí:
Vicente Villar
Legenda: | Expansión • Conjetura • Tachado • Adición • Restitución • Sic |
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