
Inventario de los bienes del
Veedor Pedro de Peredo
En la ciudad de Badajoz a
tres días del mes de
y ochenta y cinco años, el señor licenciado
abogado de los reales consejos, alcade
dijo se le ha dado noticia que el veedor de
es muerto, y porque tiene algunos hijos, los dos
y un nieto menor, ausente en la
el escribano a las casas donde murió dicho Pedro
que había en dichas casas que parecían de
de algunos aposentos de ellas y mandó echarle las
su merced para hacer inventario de dichos bienes
puerto el entierro de dicho veedor y
papeles del oficio de susodicho, dijeron sus
del señor don Diego de Portugal, capitán general de esta
por ellos y llevado la llave del oficio
papeles y su merced lo mandó poner por fe y diligencia
que doy fe.
En la dicha ciudad de Badajoz, a veinte y cinco días del mes
de abril de mil seiscientos y ochenta y cinco años, su merced
dichos señor alcalde mayor, estando en las casas de
Pedro de Peredo, difunto, en presencia de mí, el
Alonso Salgado, presbítero, y el canónigo don

y del teniente general don Pedro Ardila Guerrero, vecinos
de esta ciudad, albaceas y testamentarios de dicho Pedro de Peredo,
con una de las llaves de los aposentos de dichas casas,
se abrió uno y en él se hallaron los bienes siguientes:
Una cama de granadillo bronceada con colgadura
de bareta usada colorada.
Cuatro colchones llenos de lana usados, dos
sábanas de lienzo casero, dos cobertores, uno de lana
blanco, y otro de paño colorado, usados.
Un bufete de pino angosto, una imagen de bulto de
Nuestra Señora con un niño.
Catorce sillas de vaqueta de moscovia usadas
de respaldo.
Seis taburetes de lo mismo, usados.
Abriose otro aposento y dentro de él se halló lo siguiente:
Un cuadro de Nuestra Señora de la Soledad, otro de San
Pedro.
Abriose un baúl y dentro de él se halló siguiente:
Dos vestidos de hombre de paño negro usado, y otro
de peldefebre con su capa ya usado.
Una arca de madera de pino y dentro de ella
lo siguiente:
Una palangana de plata, una salvilla, cuatro
vasos, dos candeleros, dos bernegales medianos,
una jarra, un salero, un pimentero, un
azucarero, cuatro cucharas y dos tenedores, una
pilita y un relicario, todo de plata.
Un bufete forrado en vaqueta.
Abriose otra arca de madera y en ella
se halló lo siguiente:

Una colgadura de cama de damasco con un palo
angosto de oro con cobertor de lo mismo usado todo.
Seis sábanas de lienzo usadas, seis almohadas
de lo mismo usadas.
Una armadura de cama de madera usada
con dos colchones llenos de lana usados.
Una hechura mediana de un santo Cristo.
En otro aposento se halló lo siguiente:
Dos bufetes de pino usados, un cuadro de señor Francisco.
Otro cuadro de señor Sebastián, otro de san Josefa y otro
de Nuestra Señora de Concepción, todos de un cuerpo.
Un bufete forrado en vaqueta usado, un contador
viejo con las molduras de marfil y otro más
pequeño de lo mismo.
Seis almohadas de damasco carmesí de sentarse
usadas, una alfombra mediana usada.
Un espejo pequeño, una lámina con un país.
Un bufete con sus cajones de pino usado.
Cuatro láminas de Roma pequeñitas usadas.
Cuatro países pequeños usados.
Una arca de pino ordinaria usada.
Cuatro colchones llenos de lana usados.
Almohadas de lienzo ordinario llenas de lana.
Seis sábanas de lienzo usadas.
Dos catres, uno de vaqueta y otro de lienzo
usados, dos cobertores de lana blancos viejos,
otro colorado, digo de paño azul usado.
Una imagen de un Santo Cristo, una
imagen de Nuestra Señora de bulto.

Cuatro frascos de estaño, un brasero de madera
nogal con su bacía de cobre.
Una bacía grande de cobre usada.
Cuatro cántaros de cobre viejos.
Una bacía pequeña de azófar, dos cazos ordinarios.
Un calentador de azófar, un velón de lo mismo
de cuatro luces.
Cuatro tocinos con sus jamones.
Ítem, se inventariaron las dichas casas de
su morada en la plaza de San Juan de esta ciudad,
y otras casas de morada en la calle de los
aguadores en esta ciudad, donde de presente vive el
licenciado Juan Luis de la Cueva, abogado.
Ítem, se halló en un papelero un legajo
pequeño en que parece están los títulos y escrituras
de dichas casas; y asimismo, en otro legajo se
hallaron los papeles de los servicios de veedor
de su hidalguía , y otro legajo
pequeño donde parece están las cartas de pago tocantes
y misas de dicha doña María Salgado.
; y en esta forma se acabó
dicho inventario y dichos albaceas dijeron no haber
dicho veedor y en particular el dicho
Salgado, presbítero, cuñado de dicho veedor