
Carta de pago
de dote
En la ciudad de Badajoz, a veinte y cinco días del mes de febrero
de mil y seiscientos y sesenta y seis años, ante mí, el escribano, y testigos,
parecieron de la una parte Bartolomé Martín Pozo y María López,
su mujer, y de la otra, Gabriel Vázquez, hijo legítimo de
Hernando de Lugar y de María Suárez, su mujer, todos vecinos de
esta ciudad, y dijeron los dichos Bartolomé Martín y María López, su mujer,
tienen tratado y ajustado el casar a María López, su hija,
con el dicho Gabriel Vázquez, y mediante la voluntad de
Dios, Nuestro Señor, tendrá efecto por estar de próximo para recibirse,
y al tiempo y cuando se trató el dicho matrimonio los dichos
Bartolomé Martín y su mujer les ofrecieron en dote y casamiento
al dicho Gabriel Vázquez con la dicha su hija los bienes y otras
cosas que se hará mención, los cuales lo quieren dar y
entregar, tasados en su justo precio, y el dicho Gabriel Vázquez
los recibe por la dicha dote en la manera siguiente:
Unas casas de morada en esta ciudad en la calle del olivo,
que lindan por la parte de arriba con casas de
don Diego de la Rocha, regidor, y por la otra hacen
esquina con carga de diez y seis ducados que de
ella se pagan a diferentes censuales y con la
dicha carga se la dan tasada en ocho mil ochocientos reales.
Asimismo, un cercado de viña de seis mil
cepas al sitio del cerro del viento, linde con camino
real que va a Valverde, y por otra parte con viña
de Domingos Francisco y camino del y otros
linderos con carga de reales de censo que de
ella se pagan a los herederos de Pedro Halconero
en precio de cinco mil reales tasado

Un par de bueyes, que el uno llaman Guijarro y el otro
Rosado, tasado cada uno a quinientos reales.
Un cahíz de sementero sembrada, que de presente
está nacida, las seis de trigo y seis de cebada
de la sementera que tengo de presente sembrada en
el barbero, cerro del viento, dehesa de la encomienda
y cañada de la Bordoca, y en cualquiera de dichas
cuatro partes la que el dicho Gabriel Vázquez se
hallare se le dan desde luego las dichas doce
tasada en mil doscientos reales.
Un caballo castaño de edad de cinco años, tasado
en quinientos y cincuenta reales.
de haz nuevos con sus hencimientos de
lana, tasado cada uno en once ducados.
Una que tiene trece varas de lienzo casero nuevo,
a cinco reales la vara, tasado en sesenta y cinco reales.
Nueve sábanas de lienzo casero nuevas, tasada cada
una en cincuenta reales.
Dos sábanas de lienzo fino nuevas, con puntas de hilo
bastas en diez y seis ducados.
Unos paños de cama de red y lienzo con su cielo, cortinas,
rodapiés y su corredor, tasados en ciento y cincuenta reales.
Una colcha en pieza blanca con fustada tasada en
ducados.

Dos mesas de manteles alemaniscos nuevos
tasadas en cuatro ducados.
Otra mesa de manteles del mismo género,
usada, tasada en diez y seis reales y medio.
Veinte y cuatro servilletas nuevas alemaniscas
caseras, a cinco reales cada una.
Dos paños de manos de lienzo fino con puntas
tasados en cuarenta reales.
Otro paño de manos con deshilados, tasado en quince reales.
Ocho almohadas, las seis de holandica fina, nuevas,
y las dos de lienzo labradas de seda encarnada
y azul, tasadas en doce ducados.
Seis cojines de tripilla, tasado cada uno a diez y
Una estera grande con su respaldo de estrado en
ciento y ocho reales.
Un cobertor y rodapiés de sarga encarnada con
cenefas de tafetán verde y fluecos verde y
anaranjado , tasado en trescientos reales.
Un cobertor de paño verde nuevo, tasado en cien reales.
Un vaquero de anafaya nuevo de color de flor de
romero y amusco, y unas enaguas de polvillo de
grana nuevas con tres guarniciones de plata,
tasado el vaquero en doscientos y sesenta y ocho reales
y las enaguas en doscientos y noventa y nueve.
Un monillo con sus mangas de camelote

de color de caña con puntas negras forrado en tafetán
encarnado con ballena, en doscientos reales.
Un manto de Azuaga tasado en trece ducados y medio.
Cuatro sillas de vaqueta con su clavazón, tasada a
ocho ducados cada una.
Un escritorio con su pie y cajones, tasado en doscientos y
cuarenta y seis reales.
Dos baúles negros forrados en badana con tachuelas
tasados en diez y seis ducados.
Una cama de madera bronceada tasada en cien ducados.
Una mesa de madera tasada en treinta reales.
Dos cuadros, el uno del dulce nombre de Jesús, y el otro
de juicio tasados tasados en catorce ducados.
Dos bujías de azófar en dos ducados.
Un almirez con su mano de metal en
cincuenta reales.
Un espejo con molduras negras tasado
en treinta reales.
Dos peroles de cobre tasados en cuatro ducados y medio.
Un tacho de azófar en diez y seis reales y medio.
Dos cazos de azófar en diez y seis reales y medio.
Una sartén y una bacinica de dos ducados.
Un ahogador de aljófar con extremos de oro y una
medalla pequeña, asimismo de oro, en trescientos y cincuenta reales.

Dos zarcillos de oro con pendientes de
aljófar a modo de barquillo, tasados en cinto y ocho reales.
Dos sortijas de oro con piedras blancas, tasadas
en setenta reales.
Seis cucharas de plata que pesa a onza cada una,
tasadas en ciento y ocho reales.
Tres vasos de plata y un llavero de lo mismo que
pesó diez onzas, tasado en ciento y setenta y cinco reales.
Que los dichos bienes, tasados en los dichos
precios importan veinte y dos mil ochocientos y
veinte y seis reales, que recibió el dicho Gabriel
Vázquez a su poder los muebles, en mi presencia
y de los dichos testigos de que doy fe, y en la dicha casa
cercado de viña, sementera par de bueyes y ocho caballos, se dio
por entregado a su voluntad, sobre que
renuncia la ley de la entrega, prueba y paga como en
ellas y en cada una de ellas se contiene, cuya tasación
y aprecio el dicho Gabriel Vázquez confesó ser su
justo valor, y todos los dichos bienes en el valor
referido los recibe por dote y para dote de la dicha
María López, su esposa, y se obligó de tenerlos en
su poder en lo mejor y más bien parado de los que
tiene y tuviere, y de entregarlos cada y cuando
que el matrimonio sea disuelto o separado
por muerte o divorcio o en otra forma, o el valor

Una jarra de plata, un bernegal redondo, una
salvilla y diez cucharas y dos tenedores, todo ello
de plata que pesó sesenta onzas de plata a precio
cada una de diez y siete reales y medio.
Un par de bueyes, que el uno llaman Naranjo,
y el otro Mocito, tasados en cien ducados.
Dos cuadros grandes, el uno del ángel San
Miguel, y el otro de la Magdalena, tasado cada uno
en siete ducados.
Cuatro sillas de vaqueta de moscovia nuevas
tasada cada una en ochenta reales.
Un baúl de Córdoba, forrado en pellejo tachonado,
tasado en doce ducados.
Un vaquero de raso musco y blanco, un guardapiés
y monillo de camelote encarnado nuevo, con
guarnición de plata y calzón y casaca de paño fino
nuevo, forrado en tafetán con botones de
plata y un jubón de raso musco y blanco, y un
manto de Madrid, todo ello tasado en dos mil y doscientos reales.
Unas medias de seda amarillas, tasadas en sesenta reales.
Una caldera de cobre nueva, tasada en ocho ducados.
Un cántaro de cobre en seis ducados.
Una olla de cobre grande, tasada en cinco ducados

Un perol de cobre tasado en cincuenta reales.
Un almirez grande con su mano tasado en cincuenta reales.
Un velón de azófar pequeño tasado en cincuenta reales.
Una bayeta de barbero de azófar en dos ducados.
Dos cazos de azófar grandes en cuatro ducados.
Seis platos pequeños y un plato grande de estaño
en ochenta reales.