
En la ciudad de Badajoz, a veinte y cinco días del
mes de octubre de mil y seiscientos y cuarenta y cuatro
años, ante mí, el escribano, y testigos de yuso escritos, parecieron
presentes José Fepapa, que así se dijo llamar y ser de nación
napolitano, soldado de caballo de la compañía del
capitán don Diego Quijada, estante en esta ciudad, y Ana de Losada,
vecina, de esta ciudad, viuda, mujer que fue de Francisco García, monje,
y dijeron están tratados de se casar y han corrido las
moniciones que el Santo Concilio de Trento manda; y están
recibidos y se han de velar dentro de dos o tres días, y para que en
todo tiempo conste de los bienes que la dicha Ana de
Losada lleva a poder del dicho José Fepapa, su marido, y
él con ella recibe, por ante mí, el escribano, el dicho José
Fepapa confesó lleva a su poder la dicha Ana Losada, su
mujer, los bienes siguientes:
Un colchón de lienzo lleno de lana,
tasado en tres ducados que costó
Cuatro sábanas de lienzo casero
nuevas tasadas en doce ducados
Un cobertor de paño amarillo, tasado en
treinta reales que costó
Una manta blanca, tasada en nueve
reales que costó
Una antepuerta de lana labrada de figuras,
tasada en diez y seis reales que costó
Tres camisas de mujer de lienzo nuevas,
tasadas en sesenta reales, a veinte reales
cada una
Otra camisa de mujer de lienzo de telar
bajo, tasada en treinta reales
Otra camisa de mujer usada de lienzo,
tasada en ocho reales

Otra camisa de mujer de lienzo y otra de
lo mismo, tasadas en veinte reales
Una mesa de manteles romanescos y
tres servilletas de lienzo, tasado todo
en veinte y cinco reales
Tres pedazos de lienzo caseros que tienen
trece varas, tasado a tres reales cada
vara en que monta treinta y nueve reales
Dos pañuelos con puntas alrededor
de lienzo fino en ocho reales
Una toalla de lienzo fino con fluecos
a las puntas tasada en ocho reales
Otra toalla de lienzo fino llana en seis
reales
Dos paños babaderos de lienzo tasados
en cuatro reales
Otro paño de manos viejo en dos reales
Otro paño de manos de lienzo de telar
bajo y una servilleta en cinco reales
Siete varas de estameña blanca en veinte
y un reales, a tres reales cada vara
Otras siete varas de estameña, todo
nuevo, tasadas en otros veinte y un reales
Un acerico de lienzo fino y otro pañuelo de
Holanda, en cuatro reales
Un faldellín de de paño
castreado de verde y amarillo, con nueve
ribetes de escarlatín guarnecido, tasado
en cien reales que costó
Unas enaguas de paño azul tasadas
en cuarenta reales
Un juboncillo de damasquillo de lana,
guarnecido de pasamanos fino de Santa
Isabel, tasado en seis ducados

Un cobertor de gamuza abotonado con
diez y seis botones de plata en doce reales
Otro juboncillo de cotonía blanca
tasado en doce reales
Un juboncillo de damasco pardo de
labores, forrado en tafetán azul, tasado
en dos ducados
Unas enaguas de damasco azul y blanco
y un juboncillo de tafetán azul,
guarnecido con galón de plata, y las enaguas con
galón de oro, y un serenillo de tafetán
azul y unos guantes y un estuche con
sus aderezos pendiente en un listón
azul, tasado todo ello en quinientos
reales que costó
Un pañuelo de cambray con sus puntas
alrededor y una valona de casa con
puntas de pita grandes, tasado todo
en veinte y cuatro reales
Cinco sortijas de oro: una con una estrella
con nueve piedras blancas, otra con otras
once piedras, otra con una piedra blanca
y otra con una piedra verde y otra con una
piedra blanca
Media libra de azafrán, en treinta reales
que costó
Una libra de clavos de comer, en diez
reales que costaron
Seis arrobas de vino blanco, que costaron
a diez y ocho reales
Trescientos reales en monedas de vellón
Una mesa grande de madera, en veinte reales que costó
Un cofre pequeño con su cerradura y
llave, en once reales que costó
Más cincuenta reales en vellón

Más noventa reales de a ocho en
plata
Una mesa de madera vieja pequeña
y un banco en ocho reales
Una caldera de cobre y una sartén de
hierro, en diez y seis reales que costó
Tres candiles de hierro y una cuchara de
lo mismo, en doce reales que costaron
Treinta reales de alcaparrones
Todos los cuales dichos bienes, tasados
en los dichos precios y moneda de plata
y vellón de suso declarada, el dicho José Fepapa
recibió por dote y para dote de la dicha Ana de Losada,
su mujer, en presencia de mí, el escribano, y testigos, de cuya
entrega yo, el escribano, doy fe porque los manifestó la
susodicha; y el dicho José Fepapa dijo los recibía y
recibió por dote y para dote de la dicha su mujer y se obligó
de los tener y mantener en ella, y de los dar y acudir
con ellos a la susodicha y a sus herederos y
cada y cuando el matrimonio entre ellos
fuere disuelto, o departido por muerte por
divorcio o en otra manera, sin los retener ni usar
del año de la dilación que el derecho permite, cuyo
remedio renunció; y para lo así cumplir y haber
por firme, obligó a ello su persona y bienes
muebles y raíces habidos y por haber, y dio poder
a las justicias reales y, en especial a las de esta
dicha ciudad, a cuyo fuero y jurisdicción se sometió y
renunció el suyo propio y otro cualquiera, y la ley sid
conbenerit de juridiçione oniun judicun para
que las dichas justicias a ello le compelan y apremien

como por sentencia pasada en cosa juzgada, y renunció
todas leyes y derechos de su favor, y la general y derechos
de ella, y lo otorgó estando en las casas de su
morada de la dicha su mujer día, mes y año dichos;
siendo testigos Pedro de Villanueva, vecino de esta ciudad, y
Diego García Cachano, vecino de la villa de Monesterio, y Francisco Yáñez,
vecino de Telena, arrabal de esta ciudad, estantes en ella;
y el otorgante dijo no sabe firmar, a su ruego y, por
él, firmó un testigo y porque yo, el escribano, no
conozco a el dicho otorgante, los dichos Diego García Cachano y
Francisco Yáñez, testigos, juraron a Dios y a una cruz en
forma de derecho le conocen y que es el mismo que aquí se
nombra en esta escritura.
Pedro de Villanueva
Diego Martín Sequera