
Dote de Marcos Sánchez
María de Concepción
En la ciudad de Badajoz a diez días del
mes de septiembre de mil y seiscientos y treinta y
cuatro años, ante mí, el escribano y testigos, pareció Marcos Sánchez,
pescador, vecino de esta ciudad, y dijo que el susodicho está
desposado con María de Concepción, hija de Marcos Rodríguez y de
Ana Hernández, su mujer, vecinos de esta ciudad, según orden
de la Santa Madre Iglesia, y los susodichos, para ayuda a las
cargas del matrimonio, le quieren dar los bienes de
que se hará mención, y el susodicho los recibe, apreciados
en la manera siguiente:
Media cama de madera nueva, en seis ducados.
Tres colchones de lienzo con sus henchimientos de lana,
a seis ducados cada uno.
Unos paños de cama enteros de lienzo y red con sus
trocadas en doscientos reales.
Cuatro sábanas de lienzo casero, las dos guarnecidas
y una randada y otra llana, en doce ducados.
Un travesero de holanda con sus dos almohadas,
labrados de pita con sus encajes , forrados en damasco
colorado, tasado en cuatro ducados.
Una cabecera de lienzo fino, que son dos almohadas
y dos acericos labrados de hilo amarillo, en seis
ducados.
Un travesero y medio travesero de holanda labrado
de seda colorada, en cuatro ducados.
Una colcha de holanda fina de la India con fluecos y
borlas de seda pajiza, en veinte ducados.
Una antecama de red asentada en lienzo con
su flueco y trocada, en diez y seis reales.
Una antepuerta con doce cuadrados de red
sentada en naval con su guarnición de flueco
y trocada, en siete ducados.
Otra antepuerta de red de seis cuadrados
asentada en caniquí con su franja de un hilo
alrededor, en tres ducados.
Una toalla de holanda y red con sus puntas
y encaje, en veinte y siete reales y medio.

Otra toalla de naval y red con sus puntas, en
catorce reales, doce de plata y dos en vellón, que es lo
mismo en que la tiene empeñada Domingo Rodríguez, sastre.
Otra toalla de lienzo labrada de hilo azul y
blanco, en once reales.
Dos toallas de lienzo guarnecidas con puntas y
marañas, en once reales.
Un cobertor colorado nuevo, en cuatro ducados.
Un guadamecí grande en siete ducados.
Una carpeta de lana de colores en catorce reales.
Una mesa de manteles alemaniscos, en
catorce reales.
Seis servilletas, las tres caseras y tres de lienzo, en
nueve reales.
Tres sillas imperiales negras a cincuenta
reales cada una.
Una mesa de bordo con sus pies y cadena, en cinco
ducados.
Un arca nuevo con su cerradura y llave, en
cinco ducados.
Un bufete pequeño con su cajón, en doce
reales.
Dos escabelillos pequeños y una tabla de
tender y una cuartilla, en quince reales.
Dos docenas de de loza de Lisboa y cuatro fuentes, un
salero, dos vinagreras con su plato de lo mismo, en
veinte y dos reales.
Dos candeleros de azófar en diez y ocho reales.
Dos candeleros de peltre en seis reales.
Un almirez grande con su mano en cuatro
ducados que costó.
Una sartén grande y un cazo de cabo amarillo en
diez y siete reales.
Un morillo y un badil, tres asadores, unas tenazas,
unas trébedes, dos candiles, una cuchara de hierro,
todo en treinta y dos reales.
Un cepillo de limpiar ropa, en cuatro reales.
Una caldera de cobre mediana, en catorce reales.
Un cofre encorado pequeño en diez y seis reales.
Dos cojines de guadamecí en ocho reales.

Capital de Marcos Sánchez
En la ciudad de Badajoz a diez días del mes de
septiembre de mil y seiscientos y treinta y cuatro años,
ante mí, el escribano y testigos, pareció Marcos Sánchez, pescador,
vecino de esta ciudad, y dijo que el susodicho fue casado según
orden de la Santa Madre Iglesia con Juana García, hija de
Pedro Hernández, trabajador, difunta, primera mujer que fue
de Pedro González, trabajador en oficios del campo, de
cuyo matrimonio hubieron y procuraron por sus hijos
legítimos a María y Manuel, y la susodicha cuando se
casó con el susodicho trajo por su hijo, y del dicho su primer
marido, a Francisco, que en el dicho tiempo sería de edad de tres años,
poco más o menos, y de presente será de nueve, y el
susodicho, lo alimentado y puesto a oficio de zapatero en casa
de Francisco Carrasco, zapatero, y a el tiempo que se contrajo
el dicho matrimonio, trajo la dicha Juana García en dote
algunos bienes muebles poco considerables y porque, de
presente, está casado con María de Concepción, hija de
Marcos Rodríguez y Ana Hernández, su mujer, vecinos de esta ciudad, quiere
hacer inventario solemne de los bienes que de presente
tiene, así por lo que a él toca, como por los dichos sus hijos
y entedado y de las deudas que debe, y lo hizo en la
manera siguiente:
Un barco viejo que anda en el río de Guadiana de esta ciudad.
Dos colchones viejos de lienzo con su henchimiento de lana.
Dos sábanas viejas de lienzo.
Un cobertor viejo blanco de lana.
Un bufete con su cajón.
Dos redinas de pescar viejas.
Seis nasas de pescar.
Un cuadro de San Pedro pequeño.
Declaro debe a Gómez , mercader de esta ciudad, cuatro ducados.
Y dijo no acordarse tener de presente otros bienes algunos
y prometió que si pareciere tenerlos los pondrá por
inventario para que en todo tiempo conste de ello, y lo otorgó
siendo testigos Francisco Gómez del Águila y Juan González, oficial de
y el dicho Marcos Rodríguez, vecinos de esta ciudad y no
firma el otorgante, que doy fe conozco, a su ruego lo firmó un
testigo porque dijo no saber.
Ante mí,
Manuel de León