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Declaración del médico Félix Martínez y del boticario Tiburcio Luis de Luis por unas recetas en las que la medicación se excedía según las prescripciones de la Farmacopea Española

Fecha1815
LocalidadEspaña, Valladolid, Valladolid
ProyectoHISPATESD: Hispanae Testium Depositiones. Las declaraciones de testigo en la historia de la lengua española. 1492-1833
FinanciaciónMINECO/AEI/FEDER/UE: FFI2017-83400-P, 2018-2021
ArchivoArchivo de la Real Chancillería de Valladolid
ID del manuscritoARCHV PCR 1422/0001

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asi. En la receta no doce: para seis onzas de agua de anis manda mezclar una onza de alcohol o espiritu de succino con otra de jarabe de yerbabuena: Es enorme la dosis de la onza de espiritu succino. La farmacopea citada la limita de doce gotas hta treinta y seis, esto es de medio escruprulo (ds) a media dracma, la onza tiene ocho dracmas. La dracma tres escrupulos con que dando la dosis regular la onza de alkol de succino bastaba pa quarenta y ocho dosis. ¿En quantas veces mandaria aql medico dar las seis onzas de agua de anis qe con el espiritu y el jarabe componian ocho onzas? ¿Es creible fuese para tomar en quarenta y ocho veces? Repetimos que no espresandolo en la receta, el boticario hizo muy bien en no despacharla como se pedia sino una dracma en lugar de la onza. El agua carmelitana qe como la de canela tambien es espirituosa, la pide el medico mencionado a libras segun se ve en la del No primo, esta agua cuesta treinta rs libra y se da en menos dosis que la de canela pues es de un escrupulo a una dracma y por ende se conoce que se dispuso con el mismo intento qe hemos indicado. Vltimte en la del no quince se hecha de ver qe el medico tenia gana de mofarse del pobre boticario pues en ella pone el absurdo siguiente: De agua lo qe quieras de jarabe de olmo lo bastante para la evillera. Esta es una forma desatinada o burlesca por todos estilos, dejando a eleccion del boticario la cantidad de agua podia despachar treinta o quarenta cantaras hasta agotar el pozo. El jarabe de olmo (igte pudo decir de chopo, de ciruelo, de salce, de alamo) no tiene uso en la medicina y quedando al arbitro del farmacopola ¿Quien le estorbaba hacer veinte o treinta arrobas de jarabe con dos o tres fardos de azucar para darle consistencia? Esto no es proceder de buena fee ni con la circumpeccion y prudencia qe exije una facultad tan interesante y delicada como en la medicina. Es ridiculo y ageno de toda razon que los dos facultativos recomvenidos por el boticario sre el exceso de las dosis qe recetaban contra lo qe acerca de su arreglo previene la farmacopea, respondiesen que este libro era bue


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