Digo io, Franco German de Almiron, vo de este lugr de
Algarinexo y mo de barbero examinado, en el que
oi, que somos diez y ocho de el mes de fo, fui llamado
por los señores alcaldes Franco Martin Grande y Alo Ber
mudez, y por horden de el sor alcalde maior de la
çiudad de Loxa, que assi me fiçieron notorio los dios
alcaldes, a casa de Jua Martin Cañada para que
uiese en ella a Maria de la Peña, defunta, y que decla
rase de que enfermedad auia muerto. Yo assi lo hiçe
luego, y la halle en casa de el dio Jua Martin amorta
jada en una mortaja blanca, la cual hiçe desnu
dar y desnude. Y, mirandola todas las partes de su
cuerpo con mucha atencion, halle que todo el desde
los omoplatos por la parte de la espalda y desde el oio
de la garganta por la parte de el pecho estaua toda
ylesa, sin indiçio ni señal de golpe ni detrimento al
guno, solo el uientre tenia algo creçido pero me pare
çio ser cosa natural en ella, porque segun la sospecha
que se tiene si entro o fue aroxada a el agua uiua o de
funta me pareçe que el uientre no contiene en si agua
ninguna. Ademas, en la garganta le halle una señal
algo morada en forma de medio çirculo por la par
te de adelante. Y por la parte de atras, por çima de los
omoplatos, le halle algunos pequeños cardenales y una
dislocazion en el cerebro o nuca, que meneandola la
caueza a todas partes se mouia con façilidad, como
cosa sin gouierno. La cara tenia algo hinchada aun
que sin lesion. En la uoca no le ui ningunos espuma