y, las demas, en los altares que uiere
comodidad de dezillas, y todos los saçerdotes
que las dixeren salgan a dezirme por ser pobre
mi cuerpo y sepoltura y se pague la limosna
acostunbrada.
Mando se digan çiento y çinquenta misas
rezadas por mi anima, en las quales entren y
se conprendan las onze que en la clausula antes
d esta lleuo ordenado se digan.
Mando se digan otras çinquenta misas rezadas,
las diez d ellas por las animas de purgatorio,
vte por las animas de mis padres y las
otras vte por las animas de las personas a quien
puedo ser y soy en algun cargo, y por todo se pague
la limosna acostunbrada.
Mas se digan otras diez misas rezadas por el
anima de Ma Gz, mi primera muger.
Mando se digan otras treynta misas por el anima
de Gaspar Fernandezz, mi hijo, que esta ausente
d esta çiudad y no e sabido d el y entiendo es muerto,
y por todas se pague la limosna acostunbrada.
Mando que tras las dhas misas que ansi
lleuo declarado se digan, las digan a quien mis albaçeas
quisieren y ordenaren.
Mando a las hermitas acostunbradas d esta çiud
a cada una d ellas quatro marauedis y, a redençion de
cautiuos, medio real, y otro medio pa la casa santa de Jerusalen
y otro medio pa la çera del Santisimo Sacramento, todo
por ganar los perdones.
Declaro que a mi hijo Alo Hernandez Barroso,
que es difunto, le di quatroçientos reales en
por quenta de sus lixitimas y una pte de una roça
que yo tengo en el termino d esta çiud, a el sitio