RLA
Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
View options
Text: - Show: - Tags:
Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.
Mamotreto XXIX. Cómo torna su criado. Que venga presto, que la esperan
vna hija puta y su madre veja
loçana:
¿A qué tornáys, malvrde? ¿Ay cosa nueua?
ranpín: Acabá, vení, que es venida aquella
madre.
loçana: Callá, callá, que ya os entiendo. ¿Vazía verná, segund Dios la hizo?
ranpín: No, ya me entendéys, y bueno.
loçana: ¿Vno solo?
ranpín: Tres y otras dos cosas.
loçana:
¿Qué, por mi vida?
ranpín: Ya lo veréys. Caminá, que yo quiero yr por lo que dexó tras la puer
ta de su casa, y veys aquí su llaue.
senés paje: ¡Señora Loçana, acá, acá! ¡Mirá acá a
rriba!
loçana: Ya, señor, os veo, mas poco provecho me viene de vuestra vista, y estoy enoj
ada porque me contrahizistes en la comedia de carnanual.
senés: Señora Loçana, no
me culpéys, porque, como vi vuestra saya y vuestro tocado, pensé que vos lo auíades prestado.
loçana: Yo lo presté, mas no sabía para qué. A ossadas, que si lo supiera, que no me engañaran;
pero de vos me quexo porque no me auissastes.
senés: ¿Cómo dezís esso? A mí me dixe
ron que vos estovistes allí.
loçana: Sí estuue, mas dixéronme que me llamaua monseñor vuestro.
senés: ¿No vistes que contrahizieron allí a munchos? Y ninguna cosa fue tan plazentera
como vos a la gelosía, reputando al otro de potroso, que si lo hiziera otrie, quiçá no
mirara ansí por vuestra honrra como yo. Por esso le suplico me perdone, y síruase destas
mangas de velludo que mi padre me mandó de Sena.
loçana: Yo’s perdono porque sé que no so
ys maliçiosso. Vení mañana a mi casa, que á de venir a comer comigo vna persona que os
plazerá.
otro paje: Só cauallo ligero de vuestra merçed.
loçana: ¡Ay, cara de putilla seuilla
na, me encomiendo, que voy depriesa!
hija: ¿Tiro la cuerda? Esperá, que ni ay cuerda ni
cordel.
loçana: Pues vení abaxo.
hija: Ya va mi señora madre.
granadina: Vos se
áys la bienvenida.
loçana: Y vos la bien hallada, avnque vengo enojada con vos.
madre:
¿Y por qué comigo, sabiendo vos que os quiero bien, y no vernía yo con mis nesçesidades
y con mis secretos a vos si os quisiesse mal?
loçana: ¿Cómo, vos soys mi amiga y mi cora
çón, y venisme cargada a casa, sabiendo que haría por vos y por vuestra hija otra cosa
que estas apretaduras, y tengo yo para vuestro seruicio vn par de ducados?
granadina:
Señora Loçana, mirá que con las amigas auéys de ganar, que estáys preñada y todo se
rá menester, y quanto más, que a mi hija no le cuesta sino demandallo, y tal buelta se
entra ella misma en la guardaropa de monseñor, y toma lo que quiere y enbía a ca
sa que, como dizen, “más tira coño que soga”.
Estos dos son agua de ángeles, y este es aza
har, y este cofín son dátiles, y esta toda es llena de confiçión, todo venido de Valen
çia, que se lo enbía la madre de monseñor. Y mirá, señora Loçana, a mí me occurre
otro lançe que para con vos se puede dezir. loçana: ¿Qué, señora? granadina: Vn señor
no me dexa a sol ni a sonbra, y me lo paga bien, y me da otro que mi hija no me dará, y
no sé quándo terné nesçessidad. Mirá, ¿qué me aconsejáys? loçana: Lo que os aconsegé sienpre,
que si vos me creyérades, más á de vn año que auíades de començar, que en Roma todo
passa sin cargo de conciencia. Y mirá qué os perdistes en no querer más que no’s dará esse
otro, y hera peloso y hermoso como la plata, y no quería sino biudas honrradas co
mo vos. granadina: Señora Loçana, mirá, como se dize lo vno, se diga todo. Yo’s
diré por qué no lo hize. Que bien estaua yo martela por él, mas porque se echó con
mi hija, no quise pecar dos vezes. loçana: No seríades vos la primera qu’esso haze en
Roma sin temor. ¡Tantos ducados tuviéssedes! Esso bien lo sabía yo, mas por esso no
dexé de rogároslo, porque veía que era vuestro bien y, si lo veo, le tengo de dezir
que me hable. Por esso es bueno tener vos vn’amiga cordial que se duele de
vos, que perdéys lo mejor de vuestra vida. ¿Qué pensáys, que estáys en Granada,
do se haze por amor? Señora, aquí a pesso de dineros, daca y toma y, como
dizen, “El molino andando gana”, que guayas tiene quien no puede.
¿Qué haze
vuestra hija? ¿Pússose aquello que le di?
granadina: Señora, sí, y dize que muncho
le aprouechó, que le dixo monseñor: “¡Qué coñico tan bonico!”
loçana: Pues tenga ella
auertençia que, quando monseñor se lo quiera meter, le haga estentar vn poco pri
mero.
granadina: Sí hará, que ya yo la auissé, avnque poco sé desso, que a tien
to se lo dixe.
loçana: Todas sabemos poco, mas a la nescessitad no ay ley. Y mirá que
no coma vuestra hija menestra de çebolla, que abre muncho, y quando se toca,
tire la vna pierna y encoxa la otra.
Legenda: | Texto del editor • Entrada de personaje |
Download XML • Download text