RLA
Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
Opciones de visualización
Texto: - Mostrar: - Etiquetas:
Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.
Mamotreto XI. Cómo llamó a la Loçana la Napolitana que ella busca
ua y dize a su marido que la llame
napolitana:
Hoýslo, ¿quién es aquella muger que anda por allí? Ginouesa me pareçe. Mirá si
quiere nada de la botica. Salí allá, quiçá que trae guadaño. jumilla: Salí vos,
que en ver ombre se espantará. napolitana: Dame acá esse morteruelo de açó
far. Dezí, hija, ¿echastes aquí el atanquía y las pepitas de pepino? hija: Señora, sí. napolitana: ¿Qué miráys,
señora? ¡Con essa tez de cara no ganaríamos nosotros nada! loçana: Señora, no’s mara
uilléys que solamente en oýros hablar me alegré. napolitana: Ansí es, que no en balde se dixo “por
do fueres, de los tuyos halles”. Quiçá la sangre os tira. Entrá, mi señora, y quitaos de
se sol. ¡Ven acá tú! Sácale aquí a esta señora con que se refresque. loçana: No haze menester
que, si agora comiesse, me ahogaría del enojo que traygo de aquesas vuestras vezinas. Mas
si biuimos y no nos morimos, a tienpo seremos. La vna porque su hijo me venía a
mostrar a vuestra casa, y la otra porque demandé de vuestra merçed. napolitana: ¡Hi, hi! Son enbidio
sas y por esso mirá quál va su hija el domingo afeitada de mano de Mira, la jodía,
o como las que nosotras afeitamos, ni más ni ál. Señora mía, el tienpo os doy por
testigo. La vna es de Sogorbe y la otra mallorquina y, como dixo Juan del Enzina, que
“cul y cap y feje y cos echan fuera a uoto a Dios”. loçana: ¡Mirá si las conoçí yo! Señora
mía, ¿son donzellas estas vuestras hijas? napolitana: Son y no son; sería largo de contar. Y vos,
señora, ¿soys casada? loçana: Señora, sí; y mi marido será agora aquí, de aquí a pocos
días, y en este medio querría no ser conosçida y enpeçar a ganar para la costa. Querría
estar con personas honestas por la honrra y quiero primero pagaros que me siruáys.
Yo, señora, vengo de Leuante y traygo secretos marauillosos, que, máxime en Grecia, se
husan muncho las mugeres que no son hermosas procurar de sello y, porque lo veáys, pón
gase aquesto vuestra hija la más morena. napolitana: Señora, yo quiero que vos misma se lo pon
gáys y, si eso es, no auíades vos menester padre ni madre en esta tierra, y esse vuestro
marido que dezís será rey. ¡Oxalá fuera vno de mis dos hijos! loçana: ¿Que tanbién tenéys
hijos? napolitana: Como dos pinpollos de oro; trauiesos son, mas no me curo, que para esso
son los ombres. El vno es ruuio como vnas candelas y el otro crespo. Señora, que
daos aquí y dormiréys con las donzellas y si algo quisiéredes hazer para ganar, aquí a mi
casa vienen moros y jodíos que, si os conosçen, todos os ayudarán; y mi marido
va vendiendo cada día dos, tres y quatro çestillas desto que hazemos, y lo que basta
para vna persona, basta para dos. loçana: Señora, yo lo dó por resçebido. Dad acá
si queréys que os ayude a esso que hazéys. napolitana: Quitaos primero el paño y mi
rá si traés ninguna cosa que dar a guardar. loçana: Señora, no, sino vn espejo para
mirarme; y agora veo que tengo mi pago, que solía tener diez espejos en mi cámara
para mirarme, que de mí misma estaua como Narcisso y agora como Tisbe a la fon
tana, y si no me miraua çien vezes, no me miraua vna. Y he auido el pago de mi pro
pia merçed. ¿Quién son estos que vienen aquí? napolitana: Ansí goze de vos, que son mis
hijos. loçana: Bien pareçen a su padre y, si son estos los pinos de oro, a sus ojos. na
politana: ¿Qué dezís? loçana: Señora, que pareçen hijos de rei, naçidos en Badajoz.
Que veáys nientos dellos. napolitana: Ansí veáys vos de lo que paristes. loçana: Man
çebo de bien, llegaos acá y mostrame la mano. Mirá qué señal tenés en el monte de
Mercurio y huñas de rapina. Guardaos de tomar lo ageno, que peligrarés. napolita
na: A estotro bizarro me mirá. loçana: Esse barbitaheño, ¿cómo se llama? Vení, vení.
Este monte de Venus está muy alto. Vuestro peligro está señalado en Saturno, de vna pri
sión, y en el monte de la Luna, peligro por mar. ranpín: Caminar por do ua el buey. lo
çana: Mostrá esotra mano. ranpín: ¿Qué queréys ver? Que mi ventura ya la sé. Dezi
me vos, ¿dónde dormiré esta noche? loçana: ¿Dónde? Donde no soñastes. ranpín:
No sea en la prisión, y venga lo que veniere. Loçana: Señora, este vuestro hijo más es ven
turoso que no pensáys. ¿Qué hedad tiene? napolitana: De diez años le sacamos los bra
çicos y tomó fuerça en los lomos. loçana: Suplico’s que le deys liçençia que vaya co
migo y me muestre esta çibdad. napolitana: Sí hará, que es muy seruidor de quien lo
mereçe. Andá, meteos essa camisa y seruí a essa señora honrrada.
Leyenda: | Texto del editor • Entrada de personaje |
Descargar XML • Descargar TXT