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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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¿As dicho la tal medizina a Gonela? El otro respondía: Señor, . Pues pagá dos carlines, porque soys médico nueuo en Ferrara. Assí querría yo hazer por saber quántas Çelidonias ay en esta tierra. diuiçia: Yo’s diré quántas conozco yo. Son treynta mill putanas y nueue mill rufianas sin vos. Contaldas. ¿Sabéys, Loçana, quánto me an apretado aquellas apretaduras? Hanme hecho lo mío como bolsico con çerraderos. loçana: ¿Pues qué si metieras de aquellas soruas secas dentro? No huuiera ombre que te lo abriera por más fuerça que tuuiera, avnque fuera miçer puntiagudo, y en medio arcudo y al cabo como el muslo. diuiçia: Yo querría, Loçana, que me rapases este pantano, que quiero salir a uer mis amigos. loçana: Espera que venga Ranpín, qu’él te lo raerá como frente de caluo. No viene ninguna puta, que deuen xabonar el vien de Francia. Dime, Diuiçia, ¿dónde començó o fue el prinçipio del mal françés? diuiçia: En Rapolo, vna villa de Génoua, y es puerto de mar, porque allí mataron los pobres de San Lázaro y dieron a saco los soldados del rei Carlo christianíssimo de Françia aquella tierra y las casas de San Lázaro, y vno que vendió vn colchón por vn ducado, como se lo pusieron en la mano, le salió vna buua ansí redonda como el ducado, que por esso son redondas. Después aquel lo pegó a quantos tocó con aquella mano y luego yncontinente se sentían los dolores acerbíssimos y lunáticos, que yo me hallé allí y lo vi; que por esso se dize el Señor te guarde de su ira, que es esta plaga, que el sexto ángel deramó sobre casi la meatad de la tierra. loçana: ¿Y las plagas? diuiçia: En Nápoles començaron, porque tanbién me hallé allí quando dizién que auían enfeçionado los vinos y las aguas. Los que las beuían luego se aplagauan, porque auían echado la sangre de los perros y de los leprosos en las çisternas y en las cubas. Y fueron tan comunes y tan ynuisibles, que nadie pudo pensar de adónde proçedién. Munchos murieron, y como allí se declaró y se pegó la gente que después vino de Spaña, llamáuanlo mal de Nápoles. Y este fue su prinçipio y este año de veynte y quatro son treynta e seys años que començó. Ya comiença ha aplacarse con el legño de las Yndias Ocidentales. Quando sean sesenta años que començó, alhora cessará.

Mamotreto LV. Cómo la Loçana vido venir vn jouen desbaruado, de diez

y ocho años, llamado Coridón, y le dio este consejo como supo su enfermedad

loçana: Mi alma, ¿ bueno? Vos me pareçéys vn Absalón y Dios puso en vos la hermosura del gallo. Vení arriba, buey hermoso. ¿Qué auéys, mi señor Coridón? Dezímelo, que no ay en Roma quien os remedie mejor. ¿Qué me traés aquí? Para comigo no hera menester presente, pero porque yo’s quiera más de lo que os quiero, vos, mi alma, ¿pensáys que, por venirme cargado, lo tengo de hazer mejor? Pues no soy desas, que más haré viendo’s penado porque en qué cahen estas cosas, porque no solamente el amor es mal que atormenta a las criaturas raçionales mas a las bestias priua de mismas. Si no, veldo por essa gata, que ha tres días que no me dexa dormir, que ni come ni beue ni tiene reposo. ¿Qué me hará vn mochacho como vos, que os hierue la sangre, y más el amor que os tiene consumido? Dezime

Leyenda:

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