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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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que no sabe lo que tiene, que ayer solamente, porque hizo vender vn sueño a vno, le dieron de corretaje quatro ducados. loçana: ¿Sabes con qué me consuelo? Con lo que dixo Ranpín, mi criado: que en dinero y en riquezas me pueden lleuar, mas no en linage ni en sangre. sagüesso: Boto a que tenéys razón, mas para saber lo çierto será menester sangrar a todas dos, para ver quál es mejor sangre. Pero vna cosa veo: que tiene gran fama, que dizen que no es naçida ni naçerá quien se le pueda conparar a la Çelidonia, porque Celestina la sacó de pila. loçana: Deso me querría yo reýr, de la puta cariacochillada en la cuna que no me fuesse a tributaria. ¡La puta vieja otogenaria! Será menester hazer con ella como hizieron los romanos con el pópulo de Herusalén. sagüesso: ¿Qué, por vuestra vida, señora Loçana? loçana: Quando los romanos vençieron y señorearon toda la tierra de Leuante, ordenaron que, en señal de tributo, les enbiasen doze hijos primogénitos, los quales, viniendo muy adornados de joyas y vestidos, traýan sus vanderas en las manos y por armas vn letrero que dezía en latín: Quis mayor unquam Israel?, y ansí lo cantauan los niños hierosolimitanos. Los romanos, como sintieron la cançión, hizieron salir sus niños vestidos a la antigua y con las vanderas del Senado en las manos y como los romanos no tenían sino vna blanca en canpo roxo, que Constantino les dio por armas, hazen poner debaxo de la vna S y vna Pque y vna R, de manera que, como ellos dezían ¿Quién fue jamás mayor que el pueblo ysraelítico?, estotros les repondieron con sus armas diziendo Senatus Populusque Romanus. Ansí que, como vos dezís, que quién se halla mayor que la Çelidonia, yo digo: Loçana y Ranpín en Roma. sagüesso: ¡Por vida del gran maestro de Rodas, que me conbidéys a comer sólo por entrar debaxo de vuestra vandera! loçana: ¿Por qué no? Entrá en vuestra casa y mía y de todos los buenos, que más ventura tenéys que seso. Pero entrá cantando: ¿Quién mayor que la Çelidonia? Loçana y Ranpín en Roma. sagüesso: Soy contento, y avn baylar como osso en colmenar, alojado a discriçión. loçana: Calla, loco, caxcos de agua, qu’está arriba madona Diuiçia y alojarás tu cauallo. sagüesso: Beso las manos de sus alfardillas que, voto a Dios, que os arrastra la caridad como gramalla de luto. loçana: Y a ti la ventura, que naçiste de pies. sagüesso: ¡Boto a , que naçí con lo mío delante! loçana: Bien se te pareçe en esse remolino. Çierra la puerta y sube pasico y ten discreçión. sagüesso: Así goze yo de vos, que esta mañana me la hollé, que me sobra y se me cae a pedaços.

Mamotreto LIII. Lo que passan entre todos tres, y dize la Loçana a Diuiçia

loçana: ¡Ay, cómo vienes fresca, puta! ¿Aste dado solaçio y buen tienpo por allá? ¿Y los dientes de plata? ¿Qué son dellos? diuiçia: Aquí los traygo en la bolsa, que me hizieron estos de hueso de çieruo y son mejores, que como con ellos. loçana: ¡Por la luz de Dios, que se te pareçe la feria! ¿Chamelotes son essos v qué? diuiçia: Mira, hermana, más es el deseo que traygo de uerte que quanto gané. Siéntate y comamos, que por el camino coheché estas dos liebres. Dime, hermana, ¿quién es este que sube? loçana: Vn ombre de bien que comerá con nosotras. sagüesso: Esté norabuena esta galán conpañía. loçana: Mira, Sagüeso. ¡Qué pierna de puta y vieja! diuiçia: ¡Está queda, puta Loçana, que no lo conosco y quieres que me vea! loçana: ¡Mira qué onbligo! ¡Por el siglo de tu padre

Leyenda:

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