RLA
Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
Opciones de visualización
Texto: - Mostrar: - Etiquetas:
Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.
Mamotreto XLVIII. Cómo vinieron diez cortesanas a se afeitar, y lo que
pasaron, y después otras dos, casadas, sus amigas, ca
miseras
dorotea:
Señora Loçana, más cara soys vos de
auer que la muerte quando es deseada. Mi
rá quántas venimos a seruiros, porque
vos no’s dexáys ver depués que os enrique
çistes, y hauemos de comer y dormir todas
con vos.
loçana: Sea norabuena, que quando ama
neçe,
para todo el mundo amaneçe. ¿Quién di
ría de no a tales conbidadas? ¡Por mi vida que
se os pareçe que estáys pellejadas de mano de
otrie que de la Loçana! Así lo quiero yo, que me
conozcáys; que pagáys a otrie bien por mal pe
lar. ¡Por vida de Ranpín, que no tengo de perdonar
a hija de madre, sino que me quiero bien pagar!
¡Mirá qué çeja esta! ¡No ay pelo con pelo!
¿Y quién gastó tal çeja como esta? Por vida del
rei, que mereçía vna cuchillada por la cara por que otra buelta mirara lo que ha
zía. ¡Mirá si huuiera vn mes que yo estuuiera en la cama, quando en quienze días os an
puesto del lodo!
Y vos, señora, ¿qué paño es esse que tenéys?
Essa, agua fuerte y solimán
crudo fue.
Y vuestra prima, ¿qué es aquello, que todos los cabellos se le salen?
¡La judía anda
por aquí! No me curo, que por esso se dize “a río buelto, ganançia de pescadores”.
Vení
acá vos. ¿Qué manos son essas? Entrá allá y dame aquel botezillo de oro. ¡Y manos heran
estas para dexar gastar! Tomá y teneldo hasta mañana y veréys qué manos sacaréys
el domingo.
Si estuuiera aquí mi criado, enbiara a conprar çiertas cosas para voso
tras. Mas torná por aquí, que yo lo enbiaré a conprar si me dexáys dineros, que, a dezi
ros la verdad, estos que me auéys dado bien los he ganado, y haun es poco, que, quando
os affeyto cada sábado, me days vn julio y agora mereçía dos por hauer hemen
dado
lo que las otras os gastaron.
teresa narbáez: Mirá bien y contá mejor, que no ay
entre todas nosotras quien os aya dado menos de dos.
loçana: Bien, mas no contáys
vosotras lo que yo he puesto de mi casa.
A uos, azeyte de adormideras y olio de almendras
amargas perfetíssimo.
Y a ella, vnto de culebra.
Y a cada una segundo vi que te
nía menester. Por mi honrra, que quiero que las que yo afeyto vayan por todo el mundo
sin vergüença y sean miradas. ¡Por el siglo de vuestro padre, señora Dorotea!, ¿qué os pa
reçe qué cara lleuan todas?
Y a uos, ¿cómo se os ha pasado el fuego que traýades en la ca
ra con el olio de calabaça que yo’s puse?
Yd en buen ora, que no quiero para con vo
sotras estar en vn ducado, que otro día lo ganaré que vernés mejor aperçebidas.
nar
báez: ¡O, qué cara es este diablo! ¡Esta y nunca más! Si las jodías me pelan por medio
carlín, ¿por qué esta á de comer de mi sudor? ¡Pues antes de vn año Teresa Narbáez
quiere saber más que no ella!
loçana: ¿Quién son estas que vienen a la romanesca? ¡Ya,
ya! Acá vienen.
leonor: ¡Abrí, puta uieja, que a saco os tenemos de dar! ¿Paréçeos bien
que ha vn mes que no visitáys a vuestras amigas? En puntos estamos de daros de maz
culillo. ¡Ay, qué gorda está esta putana! Bien pareçe que come y beue y triunfa, y tiene
quien bien la caualgue para el otro mundo.
loçana: Tomá vna higa, por que no me
aojéys. ¿Qué viento fue este que por acá os hechó? Mañana quería yr a Pozo Blanco
a ueros.
leonor: Mirá, ermana: tenemos de yr a vnas bodas de la hija de Panyagua
con el Hizquierdo y no valemos nada sin ti. Tú as de poner aquí toda tu çiençia. Y más,
que no puedo conportar a mi marido los sobacos. Dame qualque menjurge que le pon
ga, y vézanos a mí y a esta mi prima cómo nos rapemos los pendejos, que nuestros mari
dos lo quieren ansí, que no quieren que pareçecamos a las romanas, que jamás se lo rapan.
Y págate a tu modo: ves aquí çinco julios y después te enbiaremos el resto.
loçana:
Las romanas tienen razón, que no ay en el mundo mugeres tan castas ni tan honestas. An
dá, quitá allá vuestros julios, que no quiero de vosotras nada. Enbiá a conprar lo que es ne
çessario y dexá poner a mí el trabajo.
leonor: Pues sea ansí. Enbiemos a vuestro moço
que lo conpre.
loçana: Bien será menester otro julio, que no se lo darán menos de seys.
leonor: Tomá, veys aý. Vaya presto.
loçana: ¿Cómo estáys por allá? Que acá muy ruyn
mente lo passamos. Por mí lo digo, que no gano nada. Mejor fuera que me casara.
leonor: ¡Ay, señora, no lo digáys, que soys reyna ansí como estáys! ¿Sabéys qué dezía mi
señor padre, en requia sea su alma? Que la muger que sabía texer hera esclaua a su mari
do y qu’el marido no la auía de tener sugeta sino en la cama. Y con esto nos queremos
yr, que es tarde, y el Señor os dé salud a vos y a Ranpín y os lo dexe ver barrachel de
canpaña, amén.
loçana: Ansí veáys de lo que más queréys, que si no fuera aquella desgraçia
qu’el otro día le vino, ya fuera él alcalde de la hermandad de Belitre. Y si soy biua
el año que viene, yo lo haré porquerón de Bacano, que no le falta ánimo y manera pa
ra ser esso y más. Andad sanas y encomendame toda la ralea.
Leyenda: | Texto del editor • Entrada de personaje |
Descargar XML • Descargar TXT