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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
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Mamotreto XLVII. Cómo se despide el conosçido de la señora Loçana,
y le da señas de la patria del Autor
siluano: Señora
Señora Loçana, quisiera que acabáramos la materia començada de la meri
toria, mas como no tuuo réplica, mandá vuestra merçed que digamos reliqua,
para que se sienten y vayan reposadas donde la rueda de la carreta las aca
bará. Y tornando a responderos de aquel señor que de vuestras cosas haze vn retrato,
quiero que sepáis que só estado en su tierra y dareos señas della. Es vna villa çer
cada y cabeça de maestradgo de Calatraua, y antiguamente fue muy gran cibdad,
dedicada al dios o planeta Marte. Como dize Apuleyo, quando el planeta Mer
curio andaua en el cielo, al dios Marte que aquella peña era su trono y ara, de don
de tomó nonbre la Peña de Marte, y, al presente, de los Martos, porque cada uno
de los que allí moran son vn Marte en batalla, que son ombres inclinados al arte de
la milicia y a la agricultura, porque remedan a los romanos, que rehedificaron
donde agora se abita, al pie de la dicha peña, porque allí era sacrificado el dios de
las batallas; y ansí son los ombres de aquella tierra muy actos para armas, como si
oýstes dezir lo que hizieron los Couos de Martos en el reyno de Granada, por tan
to que dezían los moros que el Couo viejo y sus çinco hijos eran de hierro y aun de
azero, bien que no sabién la causa del planeta Marte, que en aquella tierra reynaua
de nonbre y de hecho, porque allí puso Hércules la terçera piedra o colona, que al pre
sente es puesta en el tenplo. Hallose el año M.D.IIII. Y la Peña de Martos nunca la pu
do tomar Alexandro Magno ni su gente porque es ynexpuñábile a quien la quisiesse
por fuerça. Ha sido sienpre honrra y defensión de toda Castilla. En aquella tierra ay
las señales de su antigua grandeza en abundançia. Esta fortíssima peña es tan alta que
se vee Córdoua, que está catorze leguas de allí. Esta fue sacristía y conserua quando se perdió España, al pie de la qual se an hallado atahútes de plomo y marmóreos
esçritos de letras gódicas y egipciacas, y ay vna puerta que se llama la Puerta del Sol,
que guarda al oriente, dedicada al planeta Febo. Ay otra puerta, la Ventosilla, que quiere dezir
que allí era la silla del solícito elemento Mercurio; y la otra, Puerta del Viento, dedicada
a este tan fuerte elemento aéreo; por tanto, el fortíssimo Marte dedicó a este elemento
dos puertas que guardasen su altar. Todas dos puertas de Mercurio guardan al ponien
te. Ay vn albollón, que quiere dezir salida de agua, al valuarte do reposa la dio
sa Ceresa. Ay dos fortalezas, vna en la altíssima peña y otra dentro en la villa, y el
Almedina, que es otra fortaleza, que haze quarenta fuegos, y la villa de santa María, que es
otra forteza que haze cien fuogos, y toda la tierra haze mill y quinientos, y tiene buenos
vinos torrontesses y alvillos y haloques; tiene gran canpiña, donde la diossa Ceressa
se huelga; tiene monte, donde se coge muncha grana, y grandes términos y muy bue
nas aguas biuas. Y en la plaça, vn altar de la Madalena y vna fuente y vn alamillo
y otro álamo delante la puerta de vna yglesia, que se llama la solícita y fortíssima y
santíssima Martha, huéspeda de Christo. En esta ylesia está vna capilla que fue de los Ten
plares, que se dize de San Benito. Dizen que antiguamente se dezía Roma la Vieja. Todas
estas cosas demuestran su antigua grandeza, máxime que todas las ciudades famosas
del Andaluzía tienen la puerta Martos, que dize su antigua fortaleza, saluo Granada,
porque mudó la Puerta Elvira. Tiene ansí mismo vna fuente marmórea con çinco pilares,
a la puerta la villa, hedificada por arte mágica en tanto spacio quanto cantó vn gallo,
el agua de la qual es salutífera. Está en la vía que va a la cibdad de Mentessa, alias Jaén.
Tiene otra al pie de Maluezino, donde Marte abreuaua sus cauallos, que agora se non
bra la fuente santa Martha, salutífera contra la fiebre. La mañana de San Juan sale
en ella la cabelluda, que quiere dezir que allí munchas vezes apareció la Madalena. Y
más arriba está la Peña la Sierpe, donde se ha vista santa Martha defensora, la qual
allí miraculosamente mató vn ferocíssimo serpiente, el qual deuoraua los ha
bitatores de la cibdad de Marte, y esta fue la principal causa de su despoblación.
Por tanto, el tenplo lapídeo y fortíssima ara de Marte fue y es al presente consagra
do a la fortíssima santa Marta, donde los romanos, por conseruar sus mugeres en
tanto que ellos eran a las batallas, otra vez la fortificaron; de modo que toda la honestidad
y castidad y bondad que an de tener las mugeres, la tienen las de aquel lugar, porque traen
el orígine de las castíssimas romanas, donde munchas y munchas son con vn solo ma
rido contentas. Y si en aquel lugar, de poco acá, reyna alguna inbidia o malicia, es por
causa de tantos forasteros que corren allí por dos cosas: la vna, porque redundan los
torculares y los copiossos graneros, juntamente con todos los otros géneros de vi
tuallas, porque tiene quarenta millas de términos, que no le falta saluo tener el mar a tor
no; la segunda, que en todo el mundo no ay tanta caridad, hospitalidad y amor proxi
mal quanta en aquel lugar, y cáusalo la caritatiua huéspeda de Christo. Allí poco lenxos
está la siera de Aylló, antes de Alcahudete.
loçana: Alcahudete, el que haze los cornudos
a ojos vistas.
siluano: Finalmente, es vna felice patria donde, siendo el rey, personal
mente mandó despeñar los dos ermanos Carauajales, ombres animosíssimos, acu
sados falsamente de tiranos, la cuia sepultura o mausoleo permaneçe en la capilla de
Todos Santos, que antiguamente se dezía la Santa Santorum, y son en la dicha capilla
los huesos de fortíssimos reyes y animossos maestres de la dicha orden de Calatra
ua. loçana:
Señor Siluano, ¿qué quiere dezí que el autor de mi retrato no se llama cordoués,
pues su padre lo fue, y él nació en la diócessi?
siluano: Porque su castíssima madre y
su cuna fue en Martos y, como dizen: “No donde naces, sino con quien paces”. Señora Lo
çana, veo que viene gente y si estoy aquí os daré enpacho. Dadme liçençia y mirá
quándo mandáys que venga a seruiros.
loçana: Mi señor, no sea mañana ni el sábado, que
terné priessa, pero sea el domingo a çená y todo el lunes, porque quiero que me leáys, vos
que tenéys graçia, las coplas de Fajardo y la comedia Tinalaria y a Çelestina, que huelgo
de oýr leer estas cosas muncho.
siluano: ¿Tiénela vuestra merçed en casa?
loçana: Señor, vel
da aquí. Mas no me la leen a mi modo, como haréys vos. Y traé vuestra vihuela
y sonaremos mi pandero.
siluano: Contenplame essa muerte.
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