RLA
Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
Opciones de visualización
Texto: - Mostrar: - Etiquetas:
Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.
Mamotreto XLI
loçana:
Agora que me aremangé a poner trato en mi casa, vale todo caro. Andar,
pase por agora por contentar estas putas, que después yo sabré lo que tengo
de hazer.
griega: ¡Mirámela quál viene, que le nazcan baruas, narizes de me
dalla!
loçana: Pareçe mi casa atalaya de putas. Más puse del mío que no me distes.
tulia: ¡Sus
sus, a mí primero, señora Loçana!
loçana: Andá, no curéys, que esso haze primero pa
ra esto que a la postre. Vení acá vos, gaytero, yd con ellas y mirá que es conbite de cata
lanes, vna vez en uida y otra en muerte. Apañá lo que pudiéredes, que liçençia tenés
plomada destas señoras putas, que sus copos lo pagarán todo. Garueá y traer de
cara casa, y no palos. Caminá delante. Yd cantando.
ranpín: ¿Qué dirán que guardo, mal
logrado? ¿Qué dirán que guardo?
loçana: ¡Bueno, por mi vida, bueno como almotaçén
de mi tierra!
Aquí me quedo sola; desseo tenía de venir a mi casa, que, como dizen, “mi
casa y mi hogar çien ducados val”. Ya no quiero andar tras el rabo de putas. Hasta
agora no he perdido nada, de aquí adelante quiero que ellas me busquen; no
quiero que de mí se diga “puta de todo trançe, alcatara a la fin”. Yo quiero de aquí ade
lante mirar por mi honrra, que, como dizen, “a los audaçes la fortuna les ayuda”. Pri
meramente, yo tengo buena mano ligera para quitar çejas, y selo hazer mejor que
yo me pienso, y tengo aquí esta casa al paso, y tengo este hombre que mira por mi ca
sa, y me escalienta, y me da dentro con buen ánimo, y no se sabe sino que sea mi moço
y nunca me demanda çelos, y es como vn cieruo ligero. Asimesmo tengo muncha
plática con quien yo tengo de husar este offiçio. Yo soy querida y amada de quan
tas cortesanas fauoridas ay, yo só conoçida ansí en Roma como en el vulgo y fue
ra de Roma de munchos a quien yo he fauoresçido, y me traerán presentes de fuera,
que terné mi casa abasteçida. Y si amuestro fauor a villanos, vernán sus mugeres y,
porque las enseñe cómo se an de hazer bellas, me traerán paxitas de higos y otras
mill cosas, como la tibulesa por el quatrín del sublimato que le vendí, y como le
prometí que otra vez le daría otra cosa mejor, porque secretamente se afeitase, pen
só que hurtaua bogas y enbiome oliuas y munchas mançanas y granadas que de
Vaena no podían ser mejores. Pues si vna villana me conosçe, ¿qué haré quando to
das me tomen en plática? Que mi casa será colmena y tanbién, si yo asiento en mi
casa, no me faltarán munchos que yo tengo ya domados, y mi tirillo por encarnaçar,
y será más a mi honrra y a mi prouecho, que no tomo sabor en casa de otrie, y si
quisiere comer en mi casa, será a costa de otrie y sabrame mejor. Que no verná hom
bre aquí que no saque d’él quándo de la leña, otro el caruón, y otro el vino, y otro el
pan, y otro la carne, y ansí, de mano en mano, sacaré la expesa, que no se sentirá, y
esto, riendo y burlando, que cada vno será contento de dar para estas cosas, porque
no pareçe que sean nada quando el hombre demanda vn bayoque para perras y, co
mo le sea poquedad sacar vn bayoque, sacarán vn julio y vn carlín, y por ruyn
se tiene quien saca vn groso. Ansí que, si yo quiero saber biuir, es menester que mue
stre no querer tanto quanto me dan, y ellos no querrán tomar el demás, y ansí se que
dará todo en casa. Otros vernán que traerán el seso en la punta del caramillo, y con
estos se ganará más, porque no tienen tiento hasta variar su pasión, y demandándoles
darán quanto tienen. Y vernán otros que, con el amor que tienen, no comen, y haze
lles he conprar de comer y pagar lo conprado, y hazelle he que corte, y comeré yo y mi
criado, y assí si castigan los neçios. Y vernán otros que no serán salamones, y afren
tallos luego en dos o tres julios para cartas, y vernán otros nouiçios que agora
buelan. A estos tales no demandalles nada, sino fingir que si ellos tuuiessen que yo
no passaría neçesidad, y darme an fin a las bragas, y quanto más si los alabo de valien
tes y que son amados de la tal, y que no vinieron a tienpo, y que el enamorado
ha de ser gastador como el tal y no míssero como el tal, y alabarlos que tienen gran
cosa, que es esto para muchachos hazellos reyes. Y a todos mirar de qué grado y con
diçión son, y en qué los puedo yo coger y a qué se estiende su facultad, y ansí sacaré
prouecho y pagamiento, si no en dineros en otras cosas, como de pajes rapina y
de hijos de mercaderes robaýna, y ansí daré a todos melezina. Yo sé que si me dispon
go a no tener enpacho y vo por la calle con mi çestillo y lleuo en él todos los apa
rejos que se requieren para aconchar, que no me faltará la merçed del Señor, y si
soy vergonçosa seré pobre, y como dizen, “mejor es tener que no demandar”. Assí que, si
tengo de hazer este ofiçio, quiero que se diga que no fue otra que mejor lo hiziese
que yo. ¿Qué vale a ninguno lo que sabe si no lo procura saber y hazer mejor que
otrie? Exenplo gratia: si vno no es buen jugador, ¿no pierde? Si es ladrón bueno, sábe
se guardar que no lo tomen. Ha de poner el ombre en lo que haze gran diligençia y
poca vergüenza y rota conçiençia para salir con su enpresa al corrillo de la gente.
Leyenda: | Texto del editor • Entrada de personaje |
Descargar XML • Descargar TXT