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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto XLI

loçana: Agora que me aremangé a poner trato en mi casa, vale todo caro. Andar, pase por agora por contentar estas putas, que después yo sabré lo que tengo de hazer. griega: ¡Mirámela quál viene, que le nazcan baruas, narizes de medalla! loçana: Pareçe mi casa atalaya de putas. Más puse del mío que no me distes. tulia: ¡Sus sus, a primero, señora Loçana! loçana: Andá, no curéys, que esso haze primero para esto que a la postre. Vení acá vos, gaytero, yd con ellas y mirá que es conbite de catalanes, vna vez en uida y otra en muerte. Apañá lo que pudiéredes, que liçençia tenés plomada destas señoras putas, que sus copos lo pagarán todo. Garueá y traer de cara casa, y no palos. Caminá delante. Yd cantando. ranpín: ¿Qué dirán que guardo, mallogrado? ¿Qué dirán que guardo? loçana: ¡Bueno, por mi vida, bueno como almotaçén de mi tierra! Aquí me quedo sola; desseo tenía de venir a mi casa, que, como dizen, mi casa y mi hogar çien ducados val. Ya no quiero andar tras el rabo de putas. Hasta agora no he perdido nada, de aquí adelante quiero que ellas me busquen; no quiero que de se diga puta de todo trançe, alcatara a la fin. Yo quiero de aquí adelante mirar por mi honrra, que, como dizen, a los audaçes la fortuna les ayuda. Primeramente, yo tengo buena mano ligera para quitar çejas, y selo hazer mejor que yo me pienso, y tengo aquí esta casa al paso, y tengo este hombre que mira por mi casa, y me escalienta, y me da dentro con buen ánimo, y no se sabe sino que sea mi moço y nunca me demanda çelos, y es como vn cieruo ligero. Asimesmo tengo muncha plática con quien yo tengo de husar este offiçio. Yo soy querida y amada de quantas cortesanas fauoridas ay, yo conoçida ansí en Roma como en el vulgo y fuera de Roma de munchos a quien yo he fauoresçido, y me traerán presentes de fuera, que terné mi casa abasteçida. Y si amuestro fauor a villanos, vernán sus mugeres y, porque las enseñe cómo se an de hazer bellas, me traerán paxitas de higos y otras mill cosas, como la tibulesa por el quatrín del sublimato que le vendí, y como le prometí que otra vez le daría otra cosa mejor, porque secretamente se afeitase, pen que hurtaua bogas y enbiome oliuas y munchas mançanas y granadas que de Vaena no podían ser mejores. Pues si vna villana me conosçe, ¿qué haré quando todas me tomen en plática? Que mi casa será colmena y tanbién, si yo asiento en mi casa, no me faltarán munchos que yo tengo ya domados, y mi tirillo por encarnaçar, y será más a mi honrra y a mi prouecho, que no tomo sabor en casa de otrie, y si quisiere comer en mi casa, será a costa de otrie y sabrame mejor. Que no verná hombre aquí que no saque d’él quándo de la leña, otro el caruón, y otro el vino, y otro el pan, y otro la carne, y ansí, de mano en mano, sacaré la expesa, que no se sentirá, y esto, riendo y burlando, que cada vno será contento de dar para estas cosas, porque no pareçe que sean nada quando el hombre demanda vn bayoque para perras y, como le sea poquedad sacar vn bayoque, sacarán vn julio y vn carlín, y por ruyn se tiene quien saca vn groso. Ansí que, si yo quiero saber biuir, es menester que muestre no querer tanto quanto me dan, y ellos no querrán tomar el demás, y ansí se quedará todo en casa. Otros vernán que traerán el seso en la punta del caramillo, y con estos se ganará más, porque no tienen tiento hasta variar su pasión, y demandándoles darán quanto tienen. Y vernán otros que, con el amor que tienen, no comen, y hazelles he conprar de comer y pagar lo conprado, y hazelle he que corte, y comeré yo y mi criado, y assí si castigan los neçios. Y vernán otros que no serán salamones, y afrentallos luego en dos o tres julios para cartas, y vernán otros nouiçios que agora buelan. A estos tales no demandalles nada, sino fingir que si ellos tuuiessen que yo no passaría neçesidad, y darme an fin a las bragas, y quanto más si los alabo de valien tes y que son amados de la tal, y que no vinieron a tienpo, y que el enamorado ha de ser gastador como el tal y no míssero como el tal, y alabarlos que tienen gran cosa, que es esto para muchachos hazellos reyes. Y a todos mirar de qué grado y condiçión son, y en qué los puedo yo coger y a qué se estiende su facultad, y ansí sacaré prouecho y pagamiento, si no en dineros en otras cosas, como de pajes rapina y de hijos de mercaderes robaýna, y ansí daré a todos melezina. Yo que si me dispongo a no tener enpacho y vo por la calle con mi çestillo y lleuo en él todos los aparejos que se requieren para aconchar, que no me faltará la merçed del Señor, y si soy vergonçosa seré pobre, y como dizen, mejor es tener que no demandar. Assí que, si tengo de hazer este ofiçio, quiero que se diga que no fue otra que mejor lo hiziese que yo. ¿Qué vale a ninguno lo que sabe si no lo procura saber y hazer mejor que otrie? Exenplo gratia: si vno no es buen jugador, ¿no pierde? Si es ladrón bueno, sábese guardar que no lo tomen. Ha de poner el ombre en lo que haze gran diligençia y poca vergüenza y rota conçiençia para salir con su enpresa al corrillo de la gente.

Leyenda:

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