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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto primero

La señora Loçana fue natural conpatriota de Séneca, y no menos en su intelligencia y resaber, la qual desde su niñez tuuo ingenio y memoria y biuez grande, y fue muy querida de sus padres por ser aguda en seruillos e contentallos. E muerto su padre, fue neçessario que aconpañasse a su madre fuera de su natural; y esta fue la causa que supo y vido munchas cibdades, villas y lugares d’España, que agora se le recuerdan de cassi el todo; y tiñié tanto intellecto, que cassi escusaua a su madre procurador para sus negocios. Sienpre que su madre la mandaua yr o ve

nir, hera presta; y como pleyteaua su madre, ella fue en Granada mirada y tenida por soliçitadora perfecta e prenosticada futura. Acabado el pleyto, e no queriendo tornar a su propria cibdad, acordaron de morar en Xerez y pasar por Carmona. Aquí la madre quiso mostrarle texer, el qual officio no se le dio ansí como el hordir y tramar, que le quedaron tanto en la cabeça, que no se le an podido oluidar. Aquí conuersó con personas que la amauan por su hermosura y gracia; assimismo, saltando vna pared sin licençia de su madre, se le derramó la primera sangre que del natural tenía. Y muerta su madre, y ella quedando huérfana, vino a Seuilla, adonde halló vna su parienta, la qual le dezía: Hija, sed buena, que ventura no’s faltará; y assimismo le demandaua de su niñez, en qué era estada criada, y qué sabía hazer, y de qué la podía loar a los que a ella conoscían. Entonçes respondíale desta manera: Señora tía, yo quiero que vuestra merçed vea lo que hazer, que quando era biuo mi señor padre, yo le guisaua guisadicos que le plazían, y no solamente a él, mas a todo el parentado, que, como estáuamos en prosperidad, teníamos las cosas necessarias, no como agora, que la pobreza haze comer sin guisar, y entonçes las espeçias, y agora el apetito; entonçes estaua ocupada en agradar a los míos, y agora a los estraños.


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