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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
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Mamotreto XV. Cómo fueron mirando por Roma, hasta que vinieron
a la Judería, y cómo hordenó de poner casa
Loçana: ¿Por dó hemos de yr? ranpín: Por aquí, por Plaça Redonda, y verés el tenplo
de Panteón, y la sepultura de Lucrecia Romana, y el aguja de piedra que tiene la
ceniza de Rómulo y Rémulo, y la Colona labrada, cosa marauillosa, y veréys
Setemzonéis, y reposarés en casa de vn conpaño mío que me conosce. loçana: Vamos, que
aquel vuestro tío sin pecado podría traer aluarda. Ella paresçe de buena condiçión. Yo la
tengo de vezar munchas cosas que sé. ranpín: Deso os guardá. No vezéys a ninguna
lo que sabéys; guardadlo para quando lo auréys menester, y si no viene vuestro ma
rido, podréys vos ganar la vida, que yo diré a todas que sabéys más que mi ma
dre. Y si queréys que esté con vos, os yré a vender lo que hiziéredes, y os pre
gonaré que traés secretos de Leuante. loçana: Pues vení acá, que esso mismo quie
ro yo, que vos estéys comigo. Mirá que yo no tengo marido ni péname el amor,
y de aquí os digo que os terné vestido y harto como barua de rey. Y no quiero
que fatiguéys, sino que os hagáys sordo y bouo, y calléys avnque yo os riña y os trate
de moço, que vos lleuaréys lo mejó, y lo que yo ganare sabeldo vos guardar, y veréys
si avremos menester a nadie. A mí me quedan aquí quatro ducados para reme
diarme. Id y conprame vos solimán, y lo haré labrado, que no lo sepan mirar quan
tas lo hazen en esta tierra, que lo hago a la cordouesa, con saliua y al sol, que esto dizen
que es lo que haze la madre a la hija; essotro es lo que haze la cuñada a la cuñada, con agua
y al fuego, y si miran que no salte, ni se queme, sería bueno, y desto haré yo para el
común. Mas agora é menester que sea loada y, como la primera vez les hará buena ca
ra, sienpre diré que lo paguen bien, que es de muncha costa y gran trabajo. ranpín: Aquí es
el Aduana, mirá si querés algo. loçana: ¿Qué aduanaré? Vos me aués lleuado la flor. ranpín:
¿Veys allí vna casa que se alquila? loçana: Veámosla. ranpín: Ya yo la he visto, que mo
raua vna putilla allí, y tiene vna cámara y vna saleta, y paga diez ducados de car
lines al año, que son siete e medio de oro, y ella la pagaua de en tres en tres meses, que
serién veynte e çinco carlines por tres meses. Y buscaremos vn colchón y vna silla
para que hincha la sala, y así pasaréys hasta que vays entendiendo y conosciendo.
loçana: Bien dezís. Pues vamos a mercar vn morterico chiquito para comenzar
a hazer qualque cosa que dé prinçipio al arte. ranpín: Sea ansí. Yo os lo traeré. Vamos
primero a hablar con vn jodío, que se llama Trigo, que él os alquilará todo lo que auéys
menester y avn tomará la casa sobre sí. loçana: Vamos. ¿Conoçés alguno? ranpín: Mirá,
es judío plático; dexá hazer a él, que él os publicará entre ombres de bien que paguen la casa y avn el comer. loçana: Pues esso hemos menester. Dezime, ¿es aquel? ranpín:
No, que él no trae señal, que es judío que tiene fauor, y lleua ropas de seda vendien
diendo, y ésse no lleua sino ropa vieja y çulfaroles. loçana: ¿Qué plaça es esta? ranpín:
Aquí se llama Nagona, y si venís el miércoles veréys el mercado, que quiçá desde que
naçistes no aués visto mejor horden en todas las cosas. Y mirá qué es lo que queréys,
que no falta nada de quantas cosas naçen en la tierra y en el agua, y quantas cosas se pueden pensar que sean menester abundantemente, como en Venecia y como en qualquier tierra de acarreto. loçana: Pues esso quiero yo que me mostréys. En Córdoua
se haze los jueues, si bien me recuerdo: “Jueues, era jueues, día de mercado, con
bidó Hernando los comendadores”. ¡Oh, si me muriera quando esta endecha oý! No
lo quisiera tanpoco, que bueno es biuir. Quien biue loa el Señor. ¿Quién son aquellos que
me miraron? ¡Para ellos es el mundo! ¡Y lóbregos de aquellos que van a pie, que van su
dando, y las mulas van a matacauallo y sus mugeres lleuan a las ancas! ranpín:
Esso de sus mugeres… Son cortesanas. Y ellos deuen de ser grandes señores, pues mi
rá que por esso se dize, notá: “Roma, triunfo de grandes señores, paraso de puta
nas, purgatorio de jóuenes, ynfierno de todos, fatiga de bestias, engaño de po
bres, peçiguería de vellacos”. loçana: ¿Qué predica aquel? Vamos allá. ranpín: Predica
cómo se tiene de perder Roma y destruirse el año del XXVII, mas dízelo burlan
do. Este es Canpo de Flor, aquí es en medio de la çibdad. Estos son charlatanes, saca
muelas y gastapotras, que engañan a los villanos y a los que son nueuamente venidos,
que aquí los llaman bisoños. loçana: ¿Y con qué los engañan? ranpín: ¿Veys aquella raýz
que él tiene en la mano? Está diziendo que quita el dolor de los dientes, y que lo dará por
vn bayoque, que es quatro quatrines. Hará más de çiento de aquellos: si halla quien los conpre
conpre, tantos bayoques hará. ¡Y mirá el otro cuero hinchado, aquel papel que mue
stra! Está diziendo que tiene poluos para vermes, que son lonbrizes, y mirá qué prie
sa tiene, y después será qualque cosa que no vale vn quatrín, y dize mill faránduras
y a la fin, todo nada. Vamos, que vn loco haze ciento. loçana: ¡Por mi vida, que no son lo
cos! Dezime, ¿quién mejor sabio que quien sabe sacar dinero de bolsa agena sin fati
ga? ¿Qué’s aquello, que están allí tantos en torno aquel? ranpín: Son moços que buscan amos.
loçana: ¿Y aquí vienen? ranpín: Señora, sí. Veys allí do uan dos con aquel cauallero, que no
ture más el mal año que ellos turarán con él. loçana: ¿Cómo lo sabéys vos? Aquella agüela
de las otras lauanderas me lo dixo ayer, que cada día en esta tierra toman gente nueua.
ranpín: ¿Qué sabe la puta uieja, çinturiona segundina? Quando son buenos los famillos
y guardan la ropa de sus amos, no se parten cada día, mas si quieren ser ellos patro
nes de la ropa que sus amos trabajan, çierto es que los enbiarán a Turullote. Mirá, los mo
ços y las fantescas son los que diffaman las casas, que sienpre van diziendo mal del pa
trón, y sienpre roban más que ganan, y sienpre tienen vna caxa fuera de casa, para lo que
hurtan. Y ellas quieren tener vn amigo que venga de noche, y otramente no estarán,
y la gran nesçesidad que tienen los amos se lo hazen conportar, y por esso mudan pen
sando hallar mejor, y solamente son bien seruidos el primer mes. No ay mayor fati
ga en esta tierra que es mudar moços, y no se curan, porque la tierra lo lleua, que si vno los
dexa, otro los ruega, y así ni los moços hazen casa con dos solares, ni los amos los
dexan sus herederos, como hazen en otras tierras. Pensá que yo he seruido dos amos
en tres meses, que estos çapatos de seda me dio el postrero, que hera escudero y ti
ñé vna puta, y comíamos conprado de la tauerna, y ella hera golosa y él pensaua que
yo me comía vnas sorbas que auían quedado en la tabla, y por esso me despidió. Y como
no hize partido con él, que estaua a discriçión, no saqué sino estos çapatos a la françessa.
Esperança tenía que me auía de hazer del bien si le sobraua a él. loçana: ¿Y dezísmelo de ver
dad? ¿Luego vos no sabéys que se dize que la esperança es fruta de neçios, como
vos, y majaderos como vuestro amo?
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