RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.

índice   Mamotreto XIII < Section Mamotreto XIV > Mamotreto XV

Mamotreto XIV. Cómo torna su tía y demanda dónde á de dormir Ranpín, y lo que passaron la Loçana y su futuro criado en la cama

tía: Dime, sobrino, ¿as de dormir allí con ella? Que no me á dicho na
da
y por mi vida que tiene lindo cuerpo.
ranpín: ¡Pues qué, si la viérades vos desnuda en la estufa! tía: Yo quisiera ser ombre, tan bien me ha paresçido. ¡O, qué pierna de muger! Y el neçio de su marido que la dexó venir sola a la tierra de Cornualla, deve de ser qualque babión, o veramente que ella deue de ser buena de su cuerpo. ranpín: Yo lo veré esta noche, que, si puedo, tengo de pegar con sus bienes. tía: A otro que auría ella de menester, que le hallase mejor la bezmellerica y le hinchese la medida. ranpín: Andá, no curés, que debaxo yaze buen beuedor, como dizen. tía: Pues allá dexé el candil. Va pasico, que duerme. Y cierra la puerta. ranpín: haré. Buenas noches. tía: Va en buen ora. loçana: ¡Ay, hijo! ¿Y aquí os hechastes? Pues dormí y cobijaos, que harta ropa ay. ¿Qué hazéys? ¡Mirá que tengo marido! ranpín: Pues no está agora aquí para que nos vea. loçana: , mas sabello ha. ranpín: No hará. Esté queda vn poquito. loçana: ¡Ay, qué bonito! ¿Y desos soys? ¡Por mi vida que me leuante! ranpín: No sea desa manera, sino por ver si soy capón, me dixéys deziros dos palabras con el dinguilindón. loçana: ¡No haré! La verdad te quiero dezir, que estoy virgin. ranpín: ¡Andá, señora, que no tenéys vos ojo de estar virgen! ¡Dexame agora hazer, que no paresçerá que os toco! loçana: ¡Ay, ay, soys muy muchacho y no querría hazeros mal! ranpín: No haréys, que ya se me cortó el frenillo. loçana: ¿No os basta besarme y gozar de ansí, que queréis tanbién copo y condedura? ¡Catá que me apretáys! ¿Vos pensáys que lo hallaréys? Pues hago’s saber que esse hurón no sabe caçar en esta floresta. ranpín: Abrilde vos la puerta, que él hará su ofiçio a la machamartillo. loçana: Por vna buelta soy contenta. ¿Mochacho heres ? Por esto dizen: guárdate del moço quando le naçe el boço. Si lo supiera, más presto soltaua las riendas a mi querer. Pasico, bonico, quedico, no me ahinquéys. Andá conmigo, ¡por van allá! ¡Ay, qué priesa os days, y no miráys que está otrie en pasamiento sino vos! Catá que no soy de aquellas que se quedan atrás. Esperá, vezaros he: ¡ansí, ansí, por seréys maestro! ¿Veys como va bien? Esto no sabiedes vos; pues no se os olvide. ¡Sus, dalde, maestro, enlodá, que aquí se uerá el correr desta lança, quién la quiebra! Y mirá que, por muncho madrugar, no amanesçe más ayna. En el cosso te tengo, la garrocha es buena, no quiero sino vérosla tirar. Buen principio lleuáys. Caminá, que la liebre está chacada. ¡Aquí va la honrra! ranpín: Y si la venço, ¿qué ganaré? loçana: No curéys, que cada cosa tiene su premio. ¿A vos vezo yo, que naçistes vezado? Daca la mano y tente a , que el almadraque es corto. Aprieta y caua y ahoya y todo a vn tienpo. ¡A las clines, corredor! ¡Agora, por mi vida, que se ua el recuero! ¡Ay, amores, que soy vuestra, muerta y biua! Quitaos la camissa, que sudáys. (¡Quánto auía que no comía cocho! Ventura fue en contar el ombre tan buen participio a vn pasto. Este tal majadero no me falte, que yo apetito tengo dende que nascí, sin ajo y queso, que podría prestar a mis vizinas. Dormido se á. En mi vida vi mano de mortero tan bien hecha. ¡Qué gordo que es, y todo parejo! ¡Mal año para nanbo de Xerez! Pareçe bissoño de Frojolón. La habla me quitó, no tenía por do resollar. ¡No es de dexar este tal vnicornio!) ¿Qué auéys, amores? ranpín: No, nada, sino demandaros de merçed que toda esta noche seáys mía. loçana: No más, ansí gozéys. ranpín: Señora, ¿por qué no? ¿Falté algo en la pasada? Emendallo hemos, que la noche es luenga. loçana: Disponé como de vuestro, con tanto que me lo tengáys secreto. ¡Ay, qué miel tan sabrosa! ¡No lo pensé! ¡Aguzá, aguzá! Dale si le das, que me llaman en casa. ¡Aquí, aquí, buena como la primera, que no le falta vn pelo! Dormí, por mi vida, que yo os conbijaré. Quite Dios de mis días y ponga en los tuyos, que quanto enojo traýa me as quitado. (Si fuera yo gran señora, no me quitara jamás este de mi lado.) ¡Oh, pecadora de ! ¿y desperteos? No quisiera. ranpín: Andá, que no se pierde nada. loçana: ¡Ay, ay, así ua, por mi vida, que tanbién camine yo! ¡Allí, allí me hormiguea! ¿Qué? ¿Que pasaréys por mi puerta? Amor mío, todavía ay tienpo. Reposá, alçá la cabeça, tomá esta almohada. (¡Mira qué sueño tiene que no puede ser mejor! Quiérome yo dormir.) auctor:
Qvisiera saber escriuir vn par de ronquidos, a los quales despertó él y, queriéndola besar, despertó ella, y dixo:
loçana: ¡Ay, señor! ¿Es de día? ranpín: No , que agora desperté, que aquel cardo me á hecho dormir. loçana: ¿Qué hazéys? ¿Y quatro? A la quinta canta el gato. ¡No estaré queda, no estaré queda hasta que muera! Dormí, que ya es de día, y yo tanbién. Matá aquel candil, que me da en los ojos. Echaos y tirá la ropa a vos. auctor: Allí junto moraua vn herrero, el qual se leuantó a media noche y no les dexaua dormir. Y él se leuantó a uer si era de día y, tornándose a la cama, la despertó, y dixo ella: loçana: ¿De venís?, que no’s sentí leuantar. ranpín: Fui allí fuera, que estos vezinos hazen de la noche día. Están las Cabrillas sobre este horno, que es la punta de la media noche y no nos dexan dormir. loçana: ¿Y en cueros salistes? Frío venís. ranpín: Vos me escallentaréys. loçana: ha, mas no dessa manera. ¡No más, que estoy harta, y me gastaréys la çena! ranpín: Tarde acordastes, que dentro yaz que no rabea. Harta me decís que estáys, y pareçe que començáys agora. Cansada creería yo más presto, que no harta. loçana: Pues, ¿quién se harta que no dexe vn rincón para lo que viniere? ¡Por mi vida, que tan bien batís vos el hierro como aquel herrero! ¡A tienpo y fuerte, que es azero! Mi vida, ya no más, que basta hasta otro día, que yo no puedo mantener la tela, y lo demás sería gastar lo bueno. Dormí, que almorçar quiero en leuantándome. ranpín: No curéys, que mi tía tiene gallinas y nos dará de los hueuos y muncha manteca y la calabaça llena. loçana: Señor, diré yo como dezía la buena muger depués de bien harta. ranpín: ¿Y cómo dezía? loçana: Dixo: Harta de duelos con muncha manzilla, como lo sabe aquella que no me dexará mentir. auctor: Y señaló a la calabaça. ranpín: Puta vieja hera essa, a la manteca llamaua manzillalobos. loçana: Luenga vala, júralo, moço, y ser de Córdoua me salua. El sueño me viene; reposemos. ranpín: Soy contento. A este lado, y metamos la ylesia sobre el canpanario. auctor: (Prosigue) Hera mediodía quando vino la tía a despertallos, y dize: tía: ¡Sobrino, abrí, catá el sol que entra por todo! ¡Buenos días! ¿Cómo auéys dormido? loçana: Señora, muy bien, y vuestro sobrino como lechón de biuda, que no ha meneado pie ni pierna hasta agora, que yo ya me sería leuantada sino por no despertallo. Que no he hecho sino llorar pensando en mi marido, qué haze o está que no viene. tía: No toméys fatiga, andad acá, que quiero que veáys mi casa agora que no está aquí mi marido. Veys aquí en qué paso tienpo. ¿Queréys que os las quite a vos? loçana: Señora, , y después yo os pelaré a vos por que veáys qué mano tengo. tía: Esperá, traeré aquel pelador o escoriador y veréys que no dexa vello ninguno, que las jodías lo husan muncho. loçana: ¿Y de qué se haze este pegote o pellejador? tía: ¿De qué? De trementina y de pez greca, y de calçina virgen y çera. loçana: Aquí do me lo posistes se me á hinchado y es cosa suzia. Mejor se haze con uidrio sotil y muy delgado, que lleua el vello y haze mejor cara. Y luego vn poco de olio de pepitas de calabaça y agua de flor de hauas a la veneciana, que haze vna cara muy linda. tía: Esso quiero que me vezéys. loçana: Buscá vna redomilla quebrada. Mirá qué suaue que es, y es cosa linpia. tía: No curéys, que si os caen en el rastro las cortesanas, todas querrán prouar, y con esso que vos le sabéys dar vna ligereza, ganaréys quanto quisiéredes, Dios delante. ¿Veys aquí viene mi marido? viejo: Estéys en buen ora. loçana: Seáys bienvenido. viejo: Señora, ¿qué os ha paresçido de mi sobrino? loçana: Señor, ni amarga ni sabe a fumo. tío: Por mi vida, que tenéys razón, mas yo fuera más al propósito que no él. tía: ¡Mirá que se dexará dezir! ¡Se pasan los dos meses que no me dize qué tienes y se quiere agora hazer gallo! ¡Para quien no’s conosçe tenéys vos palabra! loçana: Señora, no os alteréys, que mi bondad es tanta que ni sus palabras, ni su sobrino no me enpreñarán. Vamos, hijo, Ranpín, que es tarde para lo que tenemos de hazer. tía: Señora, yd sana y salua, y torname a uer con sanidad.

Leyenda:

Texto del editorEntrada de personaje


Descargar XMLDescargar TXT