RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto VIII. Cómo torna la Loçana y pregunta

loçana:

Señoras, ¿en qué habláys, por mi vida? teressa: En que para mañana querríamos hazer vnos hormigos torçidos. loçana: ¿Y tenéys culantro verde? Pues dexá hazer a quien de vn puño de buena harina y tanto hazeyte, si lo tenéys bueno, os ha vna almofía llena, que no los olvidéys avnque muráys. beatriz: Prima, ansí gozéys, que no son de perder. Toda cosa es bueno prouar, quanto más pues que es de tan buena maestra que, como dizen, la que las sabe las tañe. (¡Por tu vida, que es de nostris!). Señora, sentaos y dezinos vuestra fortuna cómo os á corrido por allá por Leuante. loçana: Bien, señoras, si el fin fuera como el principio; mas no quiso mi desdicha, que podía yo pareçer delantre a otra que fuera en todo el mundo de velleza y bien quista, delante a quantos grandes señores me conosçían, querida de mis esclauas, de los de mi casa toda, que a la marauilla me querían ver quantos de acá yvan. Pues oýrme hablar, no digo nada. Que agora este duelo de la cara me afea, y por marauilla venían a uer mis dientes, que creo que muger naçida tales los tuuo, porque es cosa que podéys ver, bien que me veys ansí, muy cubierta de vergüença, que pienso que todos me conoscen. Y quando sabréys cómo á pasado la cosa, os marauillaréys, que no me faltaua nada, y agora no es por mi culpa, sino por mi desuentura. Su padre de vn mi amante, que me tenía tan honrrada, vino a Marsella, donde me tenía para enbiarme a Barçelona, a que lo esperase allí en tanto que él yua a dar la cuenta a su padre; y por mis duelos grandes, vino el padre primero y a él echó en prisión y a me tomó y me desnudó fin a la camisa, y me quitó los anillos, saluo vno que yo me metí en la boca, y mandome echar en la mar a vn marinero, el qual me saluó la vida viéndome muger y posome en tierra; y assí, venieron vnos de vna nao y me vistieron y me traxeron a Liorna. camisera: ¡Y mala entrada le entre al padre desse vuestro amigo! ¿Y si mató vuestros hijos tanbién que le auíades enbiado? loçana: Señora, no, que los quiere muncho. Mas porque lo quería casar a este su hijo, a me mandó de aquella manera. beatriz: ¡Ay, lóbrega de vos, amiga mía! ¿Y todo esso avéys pasado? loçana: Pues no es la mitad de lo que os diré, que tomé tanta malenconía que daua con mi cabeça por tierra, y porrazos me he dado en esta cara que me marauillo que esta alxaqueca no me á çegado. camisera: ¡Ay, ay! ¡Guayosa de vos! ¿Cómo no soys muerta? loçana: No quiero deziros más porque el llorar me mata, pues que soy venida a tierra que no faltará de qué biuir, que ya é vendido el anillo en nueue ducados, y di dos al harriero, y con estotros me remediaré si supiese hazer melcochas o mantequillas.


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