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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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esto es verdad, ansí sanes deste mal. Amén. Andá, que no será nada, que pecado es que tengáys mal en tal mandragulón. palafrenero: Mayor que el rollo de Éçija, seruidor de putas. loçana: Mala putería corras, como Margarita Corillón, que corrió los burdeles de Oriente y Poniente y murió en Setentrión, sana y buena como yo. palafrenero: Dezinos, ¿agora cómo haréys, que dizen que aurá guerra? Que ya con la peste passada qualque cosa ganáuades. loçana: Mal lo sabéys. Más quiero yo guerra que no peste, al contrario del duque de Sauoya, que quiere más peste en sus tierras que no guerra. Yo, si es peste, por huyr como de lo ganado y, si ay guerra, ganaré con putas y comeré con soldados. palafrenero: (¡Boto a Dios, que bien dize el que dixo que de puta vieja y de tauernero nueuo me guarde Dios!) Digámosle a la señora Loçana a lo que más venimos. Vuestra merçed sabrá que aquí a Roma es venido vn gentil ombre y en su tierra rico y trahe consigo vn asnico que entiende como vna persona, y llámalo Robusto, y no querría posar sino solo. Y pagará bien el seruiçio que a él y a Robusto le harán y por estar çerca del río, adonde Robusto vaya a beuer. Por tanto, querríamos rogar a vuestra perniquitençia que, pagándo’slo, fuésedes contenta por dos meses de darle posada, porque pueda negoçiar sus hechos más presto y mejor. loçana: Señores, yo sienpre deseé de tener plática con estaferos, por munchos prouechos que dellos se pueden hauer. Y viendo que, si hago esto que me rogáys, no solamente terné a esse señor mas a todos vosotros, por esso digo que la casa y la persona a vuestro seruiçio. Auisaldo que, si no sabe, sepa que no ay cosa tan vituperosa en el ombre como la miseria, porque la miseria es sobrina de la enbidia, y en los ombres es más notada que en las mugeres y más en los nobles que no en los comunes, y sienpre la miseria daña la persona en quien reina y es aduersa al bien común. Y es señal de natura, porque luego se conosçe el rico mísero ser de baxa conditión, y esta regla es ynfalible segundo mi ver. Y auisaldo, que no se hazen los negoçios de hongos, sino con buenos dineros redondos.

Mamotreto LXV. Cómo vino el asno de miçer Porfirio por corona y se graduó de bachiller, y dize entre , mirando al Robusto, su asnico

porfirio: No ay en este mundo quien ponga mientes a los dichos de los viejos que, si yo me recuerdo, sienpre dezir que ni fíes ni porfíes ni prometas lo ynçierto por lo çierto. Bien yo que a este Robusto le falta lo mejor, que es el leer, y si en esto lo examinan primero, no verán que sabe cantar y ansí me lo desecharán sin grado, y yo perderé mi apuesta. ¡Robusto, canta! Vt, re, mi, fa, sol, la. ¡Di comigo! ¡Más baxo, vellaco! ¡Otra vez! Comiença del la, sol, fa. Híncate de rodillas, abaxa la cabeça. Di vn texto entre dientes y luego comerás. Aza-aza,-aza,-ro-ro-ro-as-as-as-no -no-no. ¡Ansí! Comed agora y sed linpio. ¡O, Dios mío y mi Señor! Como Balán hizo hablar a su asna, ¿no haría Porfirio leer a su Robusto, que solamente la paçiençia que tuuo quando le corté las orejas me haze tenelle amor? Pues vestida la veste talar, y asentado, y vello cómo tiene las patas como el asno d’oro Apuleyo, es para que le diesen benefiçios, quanto más graduallo bacalario. loçana: Señor Porfirio, véngase a çenar y dígame qué pasión tiene y por qué está ansí pensoso. porfirio: Señora, no’s osso dezir mi pena y tormento que tengo, porque temo que no me lo ternéys secreto. loçana: No aya vuestra merçed miedo que yo jamás lo descubra. porfirio: Señora, bien que me veys ansí solo no de los ýnfimos de mi tierra, mas la honrra me costriñe, que, si pudiese, querría salir con

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