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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto LXIV. Cómo vinieron quatro palafreneros a la Loçana, si quería tomar en su casa vn gentil ombre que venía a negociar, y traýa vn asnico sardo llamado Robusto y ensalmoles los encordios. Y dize vno

palafrenero: Señora Loçana, nosotros, como somos huérfanos y no tenemos agüelas, venimos con nuestros tencones en las manos a que nos ensalméys, y yo, huérfano, a que me beséys. loçana: Amigos, este monte no es para asnos, conprá mulos. ¡Qué gentileza! Hazesme subir la calamita. ¡Si os viera hazer esso Ranpín, el brauo, que es vn diablo de la peña Camasia! ¿Pensáys que soy yo vuestra Ginebra, que se afeita ella misma por no dar vn julio a quien la haría pareçer moça? palafrenero: Puta ella y vos tanbién, ¡guay de ti, Jerusalén! camarino: Señora Loçana, ensalmanos estos encordios y veys aquí esta espada y estos estafiles: vendeldos vos para melezinas. loçana: Vení vno a vno. Dexame poner la mano. camarino: ¡Ay! Que estáys fría. loçana: Vos seréys abad, que soys medroso. Vení vos. ¡O, qué tenéys de pelos en esta forma! Dios la bendiga. Vería si tuuiesse çejas. palafrenero: Señora Loçana, si tuuiese tantos esclauos que vender, a vos daría el mejor. loçana: Andá, que vos seréys mercader cobdiçioso. Vení vos. Esperá. Meteré la mano. saracín: Meté, señora, mas mirá que estoy derecho. loçana: ¡Por mi vida que soys cauallero y hidalgo, avnque pobre! Y si tanto direcho tuviésedes a un benefiçio sería vuestra la sententia. Esperá, diré las palabras y tocaré, porque en el tocar está la virtud. saraçín. Pues dígalas vuestra merçed alto que las oygamos. loçana: contenta. Santo Ensalmo se salió, y contigo encontró y su vista te sanó. Ansí como esto es verdad, ansí sanes deste mal. Amén. Andá, que no será nada, que pecado es que tengáys mal en tal mandragulón. palafrenero: Mayor que el rollo de Éçija, seruidor de putas. loçana: Mala putería corras, como Margarita Corillón, que corrió los burdeles de Oriente y Poniente y murió en Setentrión, sana y buena como yo. palafrenero: Dezinos, ¿agora cómo haréys, que dizen que aurá guerra? Que ya con la peste passada qualque cosa ganáuades. loçana: Mal lo sabéys. Más quiero yo guerra que no peste, al contrario del duque de Sauoya, que quiere más peste en sus tierras que no guerra. Yo, si es peste, por huyr como de lo ganado y, si ay guerra, ganaré con putas y comeré con soldados. palafrenero: (¡Boto a Dios, que bien dize el que dixo que de puta vieja y de tauernero nueuo me guarde Dios!) Digámosle a la señora Loçana a lo que más venimos. Vuestra merçed sabrá que aquí a Roma es venido vn gentil ombre y en su tierra rico y trahe consigo vn asnico que entiende como vna persona, y llámalo Robusto, y no querría posar sino solo. Y pagará bien el seruiçio que a él y a Robusto le harán y por estar çerca del río, adonde Robusto vaya a beuer. Por tanto, querríamos rogar a vuestra perniquitençia que, pagándo’slo, fuésedes contenta por dos meses de darle posada, porque pueda negoçiar sus hechos más presto y mejor. loçana: Señores, yo sienpre deseé de tener plática con estaferos, por munchos prouechos que dellos se pueden hauer. Y viendo que, si hago esto que me rogáys, no solamente terné a esse señor mas a todos vosotros, por esso digo que la casa y la persona a vuestro seruiçio. Auisaldo que, si no sabe, sepa que no ay cosa tan vituperosa en el ombre como la miseria, porque la miseria es sobrina de la enbidia, y en los ombres es más notada que en las mugeres y más en los nobles que no en los comunes, y sienpre la miseria daña la persona en quien reina y es aduersa al bien común. Y es señal de natura, porque luego se conosçe el rico mísero ser de baxa conditión, y esta regla es ynfalible segundo mi ver. Y auisaldo, que no se hazen los negoçios de hongos, sino con buenos dineros redondos.

Leyenda:

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