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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto LXIII. Cómo la Loçana fue a su casa y enbió por vn sastre, y se vistió del paño que le dieron en casa del coronel, y lo que pasó con vna boua. Y dize la Loçana

loçana: ¿Dónde metéys essa leña? ¿Y el caruón? ¿Está abaxo? ¿Mirastes si era bueno? ¿Sobistes arriba los barriles, los presutos y quesos? ¿Contastes quántas pieças de tela vinieron? ¿Vistes si el olio está seguro que no se derrame? Pues andá: llamá a maestro Gil, no sea para esotra semana. Y mirá que ya comiençan las máxcaras a andar en torno. Estas carrastollendas tenemos de ganar. Torná presto porque prestéys essos vestidos a quien os los pagare. ¿Veys? Viene madona Pelegrina, la sinple, a sse afeitar. Aunque es boua, sienpre me da vn julio; y otro que le venderé de solimán, serán dos. Entrá, ánima mía cara. ¿Y con este tienpo venís, ánima mía dulçe, saporida? ¡Mirá qué ojos y qué dientes! Bien pareçe que soys de buena parte. Bene mío, assentaos, que venís cansada, que vos soys española, por la vida, y podría ser, que los españoles por do uan sienbran, que veynte años ha que nos los tenés allá por essa Lonbardía. ¿Estáys gráuida, mi señora? pelegrina: Señora, no. Mas si vos, señora Loçana, me supiésedes dezir con qué me engrauidase, yo’s lo satisfaría muy bien, que no deseo en este mundo otro. loçana: ¡Ay, ánima mía ençucarada! Récipe lo que qu’es bueno, si vos lo podéys hazer. Tomá sáuana de frayle que no sea quebrado y halda de camisa de clérigo macho y reçincháoslas a las caderas con vñas de sacristán marçolino, y veréys qué hijo haréys. pelegrina: Señora Loçana, vos que sabéys en qué caen estas cosas, dezime, ¿qué quiere dezir que quando los ombres hazen aquella cosa se dan tanta prisa? loçana: Auéys de saber que me plaze, porque el dicípulo que no dubda ni pregunta no sabrá jamás nada, y esta tierra haze los ingenios sotiles y biuos, máxime vos, que soys de la Marca. Muncho más sabréys interrogando que no adeuinando. Auéys de saber que fue vn enperador que, como viese que las mugeres tenían antiguamente cobertera en el ojo de cucharica de plata y los ombres fuessen eunucos, mandó que de la cobertera hiziessen conpañones a los ombres. Y como ay vna profeçía que dize Merlín que ha de tornar cada cosa a su lugar, como aquellos al cufro de la muger, por esso se dan tanta priessa, por no quedar sin ellos, y beata la muger a quien se le pegaren los primeros. Por tanto, si vos me creéys, hazé desta manera: alçá las nalgas y tomaldo a él por las ancas y apretá con vos y quedaréys con cobertera y preñada. Y esto hazed hasta que açertéys. peregrina: Dezime, señora Loçana, ¿qué quiere dezir que los ombres tienen los conpañones gordos como hueuos de gallina, de paloma y de golondrina, y otros que no tienen sino vno? loçana: Si bien los mirastes, en ellos vistes las señales. Auéys de saber que los que no tienen sino vno perdieron el otro desuirgando mugeres ançianas. Y los que los tienen como golondrinas se los an desminuydo malas mugeres quando sueltan su artillería. Y los que los tienen como paloma, esos te saquen la carcoma. Y los que los tienen como gallina es buena su manida. pelegrina: Dezime, señora Loçana, ¿qué quiere dezir que los moços tienen más fuerça y mejor que sus amos, por más ombres de bien que sean? loçana: Porque somos las mugeres bouas. Çierta cosa es que para dormir de noche y para sudar no’s hazéys camisa sotil, que luego destexe. El ombre, si está bien vestido, contenta al ver, mas no satisfaze la voluntad. Y por esto valen más los moços que sus amos en este caso. Y la camisa sotil es buena para las fiestas, y la gorda a la continua. Que la muger sin ombre es como fuego sin leña. Y el ombre machucho que la ençienda y que coma torreznos, por que haga los mamotretos a sus tienpos. Y su amo que page el alquilé de la casa y que la saya. Y ansí, pelallos y popallos y cansarlos, y después de pelados, dexallos enxugar.

Leyenda:

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