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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital
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Mamotreto LX. Cómo fue la Loçana en casa de la Ynperia Auiñonesa y có
mo encontró con dos juristas letrados que ella conosçía,
que se hauían hecho cursores o enplazadores
loçana:
Estos dos que vienen aquí, si estuuiesen en sus tierras, serían alcaldes y aquí son
mandatarios, solicitadores qu’enplazan. Y si fuessen sus hermanas casadas con
quien hiziese aquel offiçio, dirían que más las querrían ver putas que no de
aquella manera casadas, porque ellos fueron letrados o bueytres de rapiña. Todo su sa
ber no vale nada, a lo que yo veo, que más ganan ellos con aquellas varillas negras
que con quanto estudiaron en jure. Pues yo no estudié y sé mejor el jure çeuil que
traygo en este mi canastillo que no ellos en quantos capítulos tiene el çeuil y el
criminal. Como dixo Apuleyo, “Bestias letrados”. jurista:
¡Aquí! ¡Aquí somos todos! Se
ñora Loçana, hodie hora vigessima en casa vuestra.
loçana: No sé si seré a tienpo, mas tra
hé qué roçar, que allá está mi Ranpín que lo guise. Y mirá no faltés porque de buena razón
ellas an de venir oy que es sábado. Mas yo creo que vosotros ya devéys y no os
deuen.
juristas: ¿Qué cosa es esso de deuer o que nos deuen? ¡Cuerpo del mundo! ¿El
otro día no lleuamos buen pexe y buen vino? Y más: dormimos con ellas y las pa
gamos muy bien. loçana: No lo digo por esso, que ya sé que traxistes todo esso y que be
uistes hasta que os enborrachastes; mas otra cosa es menester que traher y beuer, que
esso de iure antiguo se está; sino “que os deuen o deuéys” quiere dezir que hera vna jo
día vieja de nouenta años y tenía dos nueras mujeres burlonas y venían a su
suegra cada mañana y dezían:
“Buenos días, señora”.
Y respondía ella:
“¡Vosotras te
néys los buenos días y hauéys las buenas noches!”.
Y como ellas veýan esta respuesta
sienpre dixeron a sus maridos:
“Vuestra madre se quiere casar”. Dezían ellos:
“¿Cómo es pos
sible?”. Dezían ellas:
“Casalda y vello es, que no dize de no”.
Fueron y casáronla con vn
jodío viejo y médico. ¿Qué hizieron las nueras? Rogaron al jodío que no la caualga
se dos noches; él hízolo ansí, que toda la noche no hizo sino contalle sus deudas que
tenía. Vinieron las nueras otro día y dixo la vieja:
“¿Qué quiero hazer deste viejo, que no
es bueno sino para comer y tiene más deudas que no dineros, y será menester que
me destruya a mí y a mis hijos?”.
Fueron las nueras al jodío y dixéronle que hiziesse
aquella noche lo que pudiese y él, como hera viejo, caminó y passó tres colchones. Vi
niendo la mañana, vienen las nueras y dizen a la suegra:
“¡Señora, albricias, que vuestros
hijos os quieren quitar este jodío pues que tanto deue!”.
Respondió la vieja:
“Mirad,
hijas: la vejés es causa de la sordedad, que yo no oyo bien. Que le deuen a él, que le deuen, que
él no deue nada”.
Assí que, señores, ¿vosotros deués o déuenos?
jurista: ¡Voto a Dios,
que a mí que me deuen desa manera más que no es de menester! Acá, a mi conpañero, no sé.
Demandaldo a ella, que bien creo que passa todos los dedos y avn las tablas de la cama.
cursor: No me curo, que la obra es la que alaba al maestro. Señora Loçana, torná presto,
por vuestra fe, que nosotros vamos a pescaría.
loçana: Gente ay en casa de la señora Ynpe
ria. Mejor para mí, que pescaré yo aquí sin jure. ¿Qué hazés aý, Medaldo? ¡Va, abre, que vo a
casa!
medaldo: Andá, que Nicolete es de guardia y él os abrirá. Llamá.
loçana: ¡Nico
lete, hijo mío! ¿Qué hazes?
nicolete: Soy de guardia. Y mirá, Loçana, qué pedaço de cara
millo que tengo.
loçana: ¡Ay, triste! ¿Y estás loco? ¡Está quedo, beodo, que nos oyrán!
nicolete: Callá, que
todos están arriba. Sacá los calçones, que yo os daré vnos nueuos de raso encarna
do.
loçana: Haz a plazer, que vengo cansada, que otro que calçones quiero.
nicolete: ¿Qué, mi vida,
de cara arriba?
loçana: Yo te lo diré después.
nicolete: ¡No, sino agora! ¡No, sino agora! ¡No,
sino agora!
loçana: ¡Oh, qué vellaco que heres! Va arriba y di a la señora cómo estoy aquí.
nicolete: Sobí vos y tomallos: es sobre tabla y harés colaçión.
loçana: Por munchos años y
buenos halle yo essas presençias juntas. ¿Qué enperatriz ni gran señora tiene dos apa
radores, como vuestra señoría, de contino aparejados a estos señores reyes del mun
do?
Dize el coronel: Española, fa colaçión aquí con nos. Quiero que beues con esta copina, que sea la tua, porque quieres bien a la señora Ynperia, mi patrona.
ynperia: Todo es bien
enpleado en mi Loçana. ¡Moços! Seruí allí todos a la Loçana y esperen las amas y
los escuderos hasta que ella acabe de comer. Loçana mía, yo quiero reposar vn po
co. Entre tanto hazte seruir, pues lo sabes hazer.
loçana: Yo quiero comer este faysán
y dexar esta astarna para Nicoleto porque me abrió la puerta d’abaxo. Estos pa
steles serán para Ranpín, aunque duerme más que es menester.
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