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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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monseñor, que ya está vestida de regaço y ua a pie. altobelo: Señora Loçana, sobí, que su merçed os demanda, que os quiere hablar antes que se parta. loçana: ¿Dónde está la señora? ¿En la anticámara o en la recámara? altobelo: Entrá allá a la loja, que allá está sola. loçana: Señora, ¿qué quiere dezir que vuestra merçed haze estas nouedades? ¿Cómo? ¿He yo seruido a vuestra merçed desde que venistes a Roma, y a vuestra madre hasta que murió, que hera ansí linda cortesana como en sus tienpos se uido, y por vna buelta que me tardo llamáys a quien más presto os gasten la cara, que no adornen como hago yo? Mas no me curo, que no son cosas que turan, que su fin se traen como cada cosa. Esta me porná sal en la mollera y a la jodía yo le daré su mereçer. xerezana: Vení acá, Loçana, no’s vays. Que essos vellacos os deuen hauer dicho qualque cosa por enojaros. ¿Quién me suele a afaitar sino vos? Dexá dezir, que, como auéys tardado vn poco, os dixeron esso. No’s curéys, que yo me contento. ¿Queréys que nos salgamos allá, a la sala? loçana: Señora, , que traygo este paño listado mojado y lo meteré a la finestra. xerezana: Pues sea ansí. ¿Qué es esto que traés aquí en esta garrafeta? loçana: Señora, es vn agua para lustrar la cara, que me la mandó hazer la señora Montesina, que cuesta más de tres ducados y yo no la quería hazer, y ella la pagó. Y me prometió vna carretada de leña y dos barriles de vino dulçe para esta ynuernada. xerezana: ¿Tenés más que esta? loçana: Señora, no. xerezana: Pues esta quiero yo. Y pagalda, veys aquí los dineros. Y enbiá por vna bota de vino y hazé dezir a los mulateros de monseñor que toda esta semana vayan a descargar a vuestra casa. loçana: ¡Ay, señora, que soy perdida! Que me prometió que si hera perfetta que me daría vn sayo para mi criado. xerezana: Mirá, Loçana, sayo no tengo. Aquella capa de monseñor es buena para vuestro criado. Tomalda y andá norabuena. Y vení más presto otro día. loçana: Señora, no quién llama. Miren quién es, porque, quando yo salga, no entre alguno. xerezana: Va, mirá quién es. montoya: Señora, los dos señores janíçeros. xerezana: Di que no en casa. loçana: Haga, señora, que entren y contarán a vuestra merçed cómo les fue en el conbite que hizo la Flaminia a quantos fueron con ella, que es cosa de oýr. xerezana: ¿Qué podía ser, poco más o menos? Que bien sabemos sus cosas della. loçana: Mande vuestra merçed que entren, y oyrá marauillas. xerezana: ¡Ora, sus! Por contentar a la Loçana, va. Ábrelos.

Mamotreto LVIII. Cómo va la Loçana en casa de la Garça Montesina y encuentra con dos rufianes napolitanos

y lo que le dizen

rufián: ¡Pese al diablo con tanta justiçia como se haze de los que poco pueden, que vos mía auíades de ser para ganarme de comer! Mas como va el mundo al reués, no se osa el ombre alargar, sino quitaros el bonete y, con gran reuerençia, poneros sobre mi cabeça. loçana: Quitaos allá, hermanos. ¿Qué cosas son essas? Ya soy casada. No’s cale burlar, que castigan a los locos. rufián: Señora, perdoná, que ra

Leyenda:

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