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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto XLIX. Cómo venieron a llamar a la Loçana que fuese ha uer vn gentil hombre nueuamente venido, que estaua malo, y dize ella entre , por las que se partieron

loçana: Yo doy munchas graçias a Dios porque me formó en Córdoua más que en otra tierra y me hizo muger sabida y no bestia, y de naçión española y no de otra. Miraldas quáles van después de la Çoca y la Meca y la Val d’Andorra. Por eso se dize: Sea marido avnque sea de palo, que por ruyn que sea, ya es marido. Estas están ricas y no tienen sus maridos, saluo el vno vna pluma y el otro vna aguja; y trabajan de día y de noche porque se den sus mugeres buen tienpo. Y ellos tranpear, y de vna aguja hazen tres. Y ellas al reués. Yo me recuerdo hauer oýdo en Leuante a los christianos de la çintura, que contauan cómo los moros reprehendían a los christianos en tres cosas: la primera, que sabían escreuir y dauan dineros a notarios y a quien escriuiese sus secretos; y la otra, que dauan a guardar sus dineros y hazían ricos a los canbiadores; la otra, que hazían fiesta la terçia parte del año, las quales son para hazer al hombre sienpre en pobreza y enriqueçer a otrie que se ríe de gozar lo ajeno. Y no me curo, porque, como dizen: No ay cosa nueua debaxo del sol. Querría poder lo que quiero, perho, como dixo Séneca: Graçias hago a este señal que me dio mi fortuna, que me costriñe a no poder lo que no deuo de querer. Porque de otra manera, yo haría que me mirassen con ojos de alinde. ranpín: ¿Qué hazéys? Mirá, que os llama vn moço de vn nouiçio bisoño. loçana: Vení arriba, mi alma. ¿Qué buscáys? hergeto: Señora, a vuestra merçed, porque su fama buela. loçana: ¿De qué modo, por vida de quien bien queréys? Que vos nunca os hezistes sosegadamente, que el ayre os lo da, y si no, os diese çien besos en esos ojos negros. Mi rey, dezime, ¿y quién os dixo mal de ? hergeto: Señora, en España nos dixeron mill bienes de vuestra merçed y en la nao vnas mugeres que tornan acá con vnas niñas que quedan en Çiuitavieja, y ellas vezan a las niñas vuestro nonbre porque, si se perdieren, que vengan a uos porque no tienen otro manparo. Y vienen ha uer el año santo, que, segund dizen, an visto dos y con este serán tres, y creo que esperarán el otro por tornar contentas. loçana: Deuen de ser mis amigas y por esso saben que mi casa es alhóndiga para seruirlas y haurán dicho su bondad. hergeto: Señora Loçana, mi amo viene de camino y no está bueno. Él os ruega que le vays ha uer, que es hombre que pagará qualquier seruiçio que vuestra merçed le hiziere. loçana: Vamos, mi amor. A vos digo, Ranpín. No’s partáys, que auéys de dar aquellos trapos a la galán portuguesa. ranpín: haré. Vení presto. loçana: Mi amor, ¿ posáys? hergeto: Señora, hasta agora yo y mi amo auemos posado en la posada del señor don Diego o Santiago a dormir solamente, y comer en la posada de Bartoleto, que sienpre salimos sospirando de sus manos, pero tienen esto: que sienpre siruen bien. Y allí es otro estudio de Salamanca y otra Sapiençia de París y otras Gradas de Seuilla y otra Loja de Valençia, otro Drageto a Rialto en Venecia y otra baruería de cada tierra y otro Chorrillo de Nápoles: que más nueuas se cuentan allí que en ninguna parte destas que he dicho, por munchas que se digan en Vancos. En fin, hemos tenido vna vita dulçedo y agora mi amo está aquí en casa de vna que creo que tiene bulda firmada de la cancillería de Valladolid para dezir mentiras y loarse y dezir qué fue y qué fue, y boto a Dios que se podía dezir de quinze años, como Elena. loçana: ¿Y a qué es venido vuestro amo a esta tierra? hergeto: Señora, por corona. Dezime, señora, ¿quién es aquella galán portuguesa que vos dexistes? loçana: Fue vna muger que mandaua en la mar y en la tierra, y señoreó a Nápoles, tienpo del Gran Capitán, y tuuo dineros más que no quiso, y vesla allí asentada demandando limosna a los que passan. hergeto: ¿Aquella es? Temor me pone a , quanto más a las que ansí biuen. Y mirá, señora Loçana, como dizen en latín: non praeposuerunt Deum ante conspectum suum, que quiere dezir que no pusieron a Dios las tales delante a sus ojos. Y nótelo vuestra merçed esto. loçana: haré. Entremos presto, que tengo que hazer. ¿Aquí posáys, casa dessa puta vieja lengua d’oca? hergeto: Doña Ynés, zagala como espada del Cornadillo. loçana: ¡Esta sacó de pila a la donzella Teodor!

Leyenda:

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