RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.

índice   Mamotreto XLVII < Section Mamotreto XLVIII > Mamotreto XLIX

Mamotreto XLVIII. Cómo vinieron diez cortesanas a se afeitar, y lo que pasaron, y después otras dos, casadas, sus amigas, camiseras

dorotea:
Señora Loçana, más cara soys vos de auer que la muerte quando es deseada. Mi quántas venimos a seruiros, porque vos no’s dexáys ver depués que os enriqueçistes, y hauemos de comer y dormir todas con vos.
loçana: Sea norabuena, que quando amaneçe, para todo el mundo amaneçe. ¿Quién diría de no a tales conbidadas? ¡Por mi vida que se os pareçe que estáys pellejadas de mano de otrie que de la Loçana! Así lo quiero yo, que me conozcáys; que pagáys a otrie bien por mal pelar. ¡Por vida de Ranpín, que no tengo de perdonar a hija de madre, sino que me quiero bien pagar! ¡Mirá qué çeja esta! ¡No ay pelo con pelo! ¿Y quién gastó tal çeja como esta? Por vida del rei, que mereçía vna cuchillada por la cara por que otra buelta mirara lo que hazía. ¡Mirá si huuiera vn mes que yo estuuiera en la cama, quando en quienze días os an puesto del lodo! Y vos, señora, ¿qué paño es esse que tenéys? Essa, agua fuerte y solimán crudo fue. Y vuestra prima, ¿qué es aquello, que todos los cabellos se le salen? ¡La judía anda por aquí! No me curo, que por esso se dize a río buelto, ganançia de pescadores. Vení acá vos. ¿Qué manos son essas? Entrá allá y dame aquel botezillo de oro. ¡Y manos heran estas para dexar gastar! Tomá y teneldo hasta mañana y veréys qué manos sacaréys el domingo. Si estuuiera aquí mi criado, enbiara a conprar çiertas cosas para vosotras. Mas torná por aquí, que yo lo enbiaré a conprar si me dexáys dineros, que, a deziros la verdad, estos que me auéys dado bien los he ganado, y haun es poco, que, quando os affeyto cada sábado, me days vn julio y agora mereçía dos por hauer hemendado lo que las otras os gastaron. teresa narbáez: Mirá bien y contá mejor, que no ay entre todas nosotras quien os aya dado menos de dos. loçana: Bien, mas no contáys vosotras lo que yo he puesto de mi casa. A uos, azeyte de adormideras y olio de almendras amargas perfetíssimo. Y a ella, vnto de culebra. Y a cada una segundo vi que tenía menester. Por mi honrra, que quiero que las que yo afeyto vayan por todo el mundo sin vergüença y sean miradas. ¡Por el siglo de vuestro padre, señora Dorotea!, ¿qué os pareçe qué cara lleuan todas? Y a uos, ¿cómo se os ha pasado el fuego que traýades en la cara con el olio de calabaça que yo’s puse? Yd en buen ora, que no quiero para con vosotras estar en vn ducado, que otro día lo ganaré que vernés mejor aperçebidas. narbáez: ¡O, qué cara es este diablo! ¡Esta y nunca más! Si las jodías me pelan por medio carlín, ¿por qué esta á de comer de mi sudor? ¡Pues antes de vn año Teresa Narbáez quiere saber más que no ella! loçana: ¿Quién son estas que vienen a la romanesca? ¡Ya, ya! Acá vienen. leonor: ¡Abrí, puta uieja, que a saco os tenemos de dar! ¿Paréçeos bien que ha vn mes que no visitáys a vuestras amigas? En puntos estamos de daros de mazculillo. ¡Ay, qué gorda está esta putana! Bien pareçe que come y beue y triunfa, y tiene quien bien la caualgue para el otro mundo. loçana: Tomá vna higa, por que no me aojéys. ¿Qué viento fue este que por acá os hechó? Mañana quería yr a Pozo Blanco a ueros. leonor: Mirá, ermana: tenemos de yr a vnas bodas de la hija de Panyagua con el Hizquierdo y no valemos nada sin ti. as de poner aquí toda tu çiençia. Y más, que no puedo conportar a mi marido los sobacos. Dame qualque menjurge que le ponga, y vézanos a y a esta mi prima cómo nos rapemos los pendejos, que nuestros maridos lo quieren ansí, que no quieren que pareçecamos a las romanas, que jamás se lo rapan. Y págate a tu modo: ves aquí çinco julios y después te enbiaremos el resto. loçana: Las romanas tienen razón, que no ay en el mundo mugeres tan castas ni tan honestas. An, quitá allá vuestros julios, que no quiero de vosotras nada. Enbiá a conprar lo que es neçessario y dexá poner a el trabajo. leonor: Pues sea ansí. Enbiemos a vuestro moço que lo conpre. loçana: Bien será menester otro julio, que no se lo darán menos de seys. leonor: Tomá, veys . Vaya presto. loçana: ¿Cómo estáys por allá? Que acá muy ruynmente lo passamos. Por lo digo, que no gano nada. Mejor fuera que me casara. leonor: ¡Ay, señora, no lo digáys, que soys reyna ansí como estáys! ¿Sabéys qué dezía mi señor padre, en requia sea su alma? Que la muger que sabía texer hera esclaua a su marido y qu’el marido no la auía de tener sugeta sino en la cama. Y con esto nos queremos yr, que es tarde, y el Señor os salud a vos y a Ranpín y os lo dexe ver barrachel de canpaña, amén. loçana: Ansí veáys de lo que más queréys, que si no fuera aquella desgraçia qu’el otro día le vino, ya fuera él alcalde de la hermandad de Belitre. Y si soy biua el año que viene, yo lo haré porquerón de Bacano, que no le falta ánimo y manera para ser esso y más. Andad sanas y encomendame toda la ralea.

Leyenda:

Texto del editorEntrada de personaje


Descargar XMLDescargar TXT