RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.

índice   5r < Page 5v > 6r

guno. Y siendo ella hermosa y habladera, y dezía a tienpo, y tinié graçia en quanto hablaua, de modo que enbaýa a los que la oían. Y como hera plática y de gran conuersación, e auiendo sienpre sido en conpañía de personas gentiles, y en muncha abundancia, y viéndose que sienpre fue en grandes riquezas y conbites y gastos, que la hazían triunfar, dezía entre : Si esto me falta seré muerta, que sienpre dezir que el çibo vsado es el prouechoso. Y como ella tenj́a gran ver e ingenio diabólico y gran conoscer, y en uer vn ombre sabía quánto valía, y qué tena, y qué la podía dar, y qué le podía ella sacar; y miraua tanbién cómo hazían aquellas que entonçes heran en la çibdad, y notaua lo que le paresçía a ella que le auía de aprouechar para ser sienpre libre y no suejeta a ninguno, como despuoés veremos. Y, acordándose de su patria, quiso saber luego quién estaua aquí de aquella tierra y, avnque fuesen de Castilla, se hazía ella de allá por parte de vn su tío, y si hera andaluz, mejor, y si de Turquía, mejor, por el tienpo y señas que de aquella tierra daua, y enbaucaua a todos con su gran memoria. Halló aquí de Alcalá la Real, y allí tenía ella vna prima, y en Vaena otra, en Luque y en la Peña de Martos, natural parentela. Halló aquí de Arjona y Arjonilla y de Montoro, y en todas estas partes tenía parientas y primas, saluo que en la Torre don Ximeno que tenía vna entenada, y pasando con su madre a Jaén, posó en su casa, y allí fueron los primeros grañones que comió con huessos de toçino. Pues, como daua señas de la tierra, halló luego quien la fauoresçió, y diéronle vna cámara en conpañía de vnas buenas mugeres españolas. Y otro día hizo quistión con ellas sobre vn jarillo, y echó las quatro las escaleras abaxo; y fuese fuera, y demandaua por Pozo Blanco, y procuró entre aquellas camiseras castellanas qualque estançia o qualque buena copañía. Y como en aquel tienpo estuviesse en Pozo Blanco vna muger napolitana con vn hijo y dos hijas, que tenían por ofiçio hazer solimán y blanduras y afeytes y çerillas, y quitar cejas, y afeitar nouias, y hazer mudas de açúcar candi y agua de açofeyfas y, qualque buelta, apretaduras, y todo lo que pertenesçía a su arte tenían sin falta, y lo que no sabían se lo hazían enseñar de las judías, que tanbién biuían con esta plática, como fue Mira, la judía que fue de Murcia, Engraçia, Perla, Jamila, Rosa, Cufa, Cintia y Alfarutía, y otra que se dezía la judía del vulgo, que hera más plática y tinié más conuersación. Y auéys de notar que pasó a todas estas en este oficio, y supo más que todas, y diole mejor la manera, de tal modo, que en nuestros tienpos podemos dezir que no ay quien huse el ofiçio mejor ni gane más que la señora Loçana, como abaxo diremos, que fue entre las otras como Auicena entre los médicos. Non est mirum acutissima patria.

Mamotreto VI. Cómo en Pozo Blanco, en casa de vna camisera, la llamaron

Vna Seuillana, muger biuda, la llamó a su casa, viéndola pasar, y le demandó: seuillana: Señora mía, ¿soys española? ¿Qué buscáys? loçana: Señora, avnque vengo vestida a la ginouesa, soy española y de Córdoua. seuillana: ¿De Córdoua? ¡Por vuestra vida, tenemos todas parientes! ¿Y a qué parte moráuades? loçana: Señora, a la Cortiduría. seuillana: ¡Por vida vuestra, que vna mi prima casó con vn cortidor rico! ¡Así goze de vos, que quiero llamar a mi prima Teresa de Córdoua, que os vea! ¡Mencía, hija! Va, llama a tu tía y a Beatriz de Baeça y Marina Hernández, que traygan sus costuras y se vengan acá. Dezime, señora, ¿quánto ha que venistes? loçana: Señora, ayer de mañana. seuillana: ¿Y dón


Leyenda:

Texto del editorEntrada de personaje


Descargar XMLDescargar TXT