RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto XLII. Cómo, estando la Loçana sola, diziendo lo que le conuenía hazer para tratar y platicar en esta tierra sin seruir a nadie, entró el Autor callando y disputaron los dos. Y dize el Autor

autor: Si está en casa la Loçana, quiero vella y demandalle vn poco de algalia para mi huéspeda qu’está sorda. En casa está. ¡Dame! ¿Con quién habla? ¡Voto a , que deve de estar enojada con qualque puta! Y agora todo lo que dize será nada, que después serán amigas antes que sea noche, porque ni ella sin ellas, ni ellas sin ella no pueden biuir. Sabello tengo, que qualque cosa no le an querido dar, y por esto son todas estas braverías o braueaduras. ¿Quién mató la leona, quién la mató? Matola vuestro hierno, marido de vuestra hija. Assí será esta quistión. Su criado aurá muerto qualque ratón, y pensará que sea leona. Otra cosa es, agora la entiendo. ¿Qué dize de sueños? Tanbién sabe de agüeros, y no qué otra cosa dixo de hurracas y de tordos que saben hablar y que ella sabría biuir. ¿El Persio ha oýdo? ¡O, pesse a san, con la puta astuta! ¡Y no le bastaua Ouidio, sino Persio! Quiero sobir, que no es de perder, sino de gozar de sus desparates, y quiero atar bien la bolsa antes que suba, que tiene mala boca, y sienpre mira allí. Creo que sus ojos se hizieron de bolsa agena, aunque yo sienpre dezir que los ojos de las mugeres se hizieron de la bragueta del ombre, porque sienpre miran allí, y esta a la bolsa; de manera que para con ella no basta vn ñudo en la bolsa y dos gordos en la boca, porque huele los dineros donde están. Señora Loçana, ¿tiene algo de bueno a que me conbide? Que vengo cansado, y pareçiome que no hazía mi deuer si no entraua a ueros, que, como vos sabéys, os quiero yo muncho por ser de hazia mi tierra. Bien sabéys que los días passados me hezistes pagar vnas calças a la Maya, y no quería yo aquello, sino qualque biuda que me hiziesse vn hijo y pagalla bien, y vos que no perdiéssedes nada en auisarme de cosa linpia sobre todo, y haremos vn depósito que qualquier muger se contente, y vos primero. loçana: Señor, a todo ay remedio sino a la muerte. Asentaos, y haremos colaçión con esto que ha traýdo mi criado, y después hablaremos. Va por vino. ¿Qué dizes? ¡O, buen grado aya tu agüelo! ¿Y de dos julios no tienes quatrín? ¡Pues busca, que yo no tengo sino dos quatrinos! autor: Dexá estar. Toma, canbia, y trae lo que as de traer. loçana: ¡Por mi vida, no le deys nada, qu’él buscará! Desa manera no le faltará a él qué jugar. ¡Caminá pues! ¡Vení presto! ¿Sabéys, señor, qué he pensado? Que quiçá Dios os ha traýdo oy por aquí. A me ha venido mi camisa, y quiero yr esta tarde al estufa, y como venga, que pegemos con ello, y yo soy desta conplisión, que como yo quiero, luego encaxo, y mirá, llegar y pegar todo será vno. Y bástame a que lo hagáys criar vos, que no quiero otro depósito. Y sea mañana, y veníos acá, y comeremos vn medio cabrieto, que yo hazer apedreado. autor: ¡Hi, hi! Veys, viene el vino, in quo est luxuria. loçana: Dame a beuer, y da el resto del ducado a su dueño. ranpín: ¿Qué resto? Veyslo , todo es guarnacha y maluasía de Candía, que cuesta dos julios el bocal, ¿y queréys resto? loçana: ¡Mirá el borracho! ¿Y por fuerça auéys vos de traer guarnacha? ¡Traxérades corço o griego, y no espendiera tanto! autor: Anda, ermano, que bien hezistes traer sienpre de lo mejor. Toma, tráeme vn poco de papel y tinta, que quiero notar aquí vna cosa que se me recordó agora. loçana: ¡Mirá, mançebo, sea esse julio como el ducado! ¡Hazé de las vuestras! Señor, si él se mete a jugar no torna acá oy, que yo lo conosco. autor: ¿En qué pasáys tienpo, mi señora? loçana: Quando vino vuestra merçed, estaua diziendo el modo que tengo de tener para biuir, que quien veza a los papagayos a hablar, me vezará a a ganar. Yo ensalmar y encomendar y santiguar quando alguno está aojado, que vna vieja me vezó, que era saludadera y buena como yo. quitar ahítos, para lonbrizes, encantar la terçiana, remedio para la quartana y para el mal de la madre. cortar frenillos de bouos y no bouos, hazer que no duelan los riñones y sanar las renes, y medicar la natura de la muger y la del ombre; sanar la sordera y ensoluer sueños; conoçer en la frente la phissionomía y la chiromançia en la mano, y prenosticar. autor: Señora Loçana, a todo quiero callar, mas a esto de los sueños ni mirar en abusiones, no lo quiero conportar. Y pues soys muger de yngenio, notá que el ombre, quando duerme sin cuydado y bien cubierto y harto el estómago, nunca sueña y, al contrario, assí mismo, quando duerme el hombre sobre el lado del coraçón, sueña cosas de gran tormento, y quando despierta y se halla que no cayó de tan alto como soñaua, está muy contento; y si miráys en ello veréys que sea verdad. Y otras vezes sueña el ombre que comía o dormía con la tal persona, que ha gran tienpo que no la vido, y otro día verala o hablarán della, y piensa que aquello sea lo que soñó, y son los humos del estómago que fueron a la cabeça, y por esso conforman los otros sentidos con la memoria. Ansí que, como dizen los maestros que vezan los niños en las materias, munchas vezes acaheçe qu’el muchacho sueña dineros y a la mañana se le ensueluen en açotes. Tanbién dezís que ay aojados; esto quiero que os quitéys de la fantasía, porque no ay ojo malo, y si me dezís cómo, yo vi vna muger que dixo a un niño que su madre criaua muy lindo, y dixo la otra: ¡Ay, qué lindo hijo y qué gordico!, y alora el niño no alçó cabeça; esto no era mal ojo, mas mala lengua y dañada jntençión y venenosa maliçia, como sierpe que trahe el veneno en los dientes, que si dixera ¡Dios sea loado, que lo crió!, no le pudiera enpeçer. Y si me dezís cómo aquella muger lo pudo enpeçer con tan dulçe palabra, digo que la culebra con la lengua haze cariçias, y da el veneno con la cola y con los dientes. Y notá: auéys de saber que todas vosotras, por la mayor parte, soys más prestas al mal y a la enbidia que no al bien, y si la maliçia no reinase más en vnas que en otras, no conoçeríamos nosotros el remedio que es signarnos con el signo de la contra la maliçia y dañada jntençión. De aquellas digo que, líçitamente, se podrían dezir mienbros del diablo. A lo que de los agüeros y de las suertes dezís, digo que si tal vos miráys, que hazéys mal, vos y quien tal cree, y para esto notá que munchos de los agüeros en que miran, por la mayor parte son alimañas o aues que buelan. A esto digo que es suziedad creer que vna criatura criada tenga poder de hazer lo que puede hazer su Criador, que que viste aquel animal que se desperezó y as miedo, mira que si quieres, en virtud de su Criador, le mandarás que rebiente y rebentará. Y por esso deues creer en el tu Criador, que es omnipotente, y da la potentia y la virtud, y no a su criatura. Ansí que, señora, la sana con el romero, no el romero sin la que ninguna criatura os puede enpeçer tanto quanto la os puede defender y ayudar. Por tanto, os ruego me digáys vuestra jntençión. loçana: Quanto vos me auéys dicho es santo y bueno, mas mirá bien mi respuesta, y es que, para ganar de comer, tengo de dezir que muncho más que no , y afirmar la mentira con jngenio por sacar la verdad. ¿Pensáys vos que si yo digo a vna muger vn sueño, que no le saco primero quanto tiene en el buche? Y dígole yo qualche cosa que veo yo que allí tiene ella ojo, y tal buelta el ánima apassionada no se acuerda de misma, y yo gole lo que ella otra vez ha dicho, y como vee que yo acierto en vna cosa, piensa que todo es ansí, que de otra manera no ganaría nada. Mirá el prenóstico que hize quando murió el enperador Maximiliano, que dezían ¿quién será enperador?. Dixe: Yo aquel loco que passaua diziendo: «Oliua d’España, d’España, d’España», que más de vn año turó, que otra cosa no dezían sino «d’España, d’España». Y agora que ha vn año que pareçe que no se dize otro sino «Carne, carne, carne salata», yo digo que gran carneçería se ha de hazer en Roma. autor: Señora Loçana, yo me quiero yr y estó sienpre a vuestro seruiçio. Y digo que es verdad vn dicho que munchas vezes leý, que Quidquid agunt homines, intentio saluat omnes. Donde se vee claro que vuestra jntinçión es buscar la vida en diuersas maneras, de tal modo que otro cría las gallinas y vos coméys los pollos sin perjudiçio ni sin fatiga. Feliçe Loçana, que no auría putas si no huuiesse rufianas que las jnxiriessen a las buenas con las malas.

Leyenda:

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