RLA

Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.

índice   33r < Page 33v > 34r

tes y que son amados de la tal, y que no vinieron a tienpo, y que el enamorado ha de ser gastador como el tal y no míssero como el tal, y alabarlos que tienen gran cosa, que es esto para muchachos hazellos reyes. Y a todos mirar de qué grado y condiçión son, y en qué los puedo yo coger y a qué se estiende su facultad, y ansí sacaré prouecho y pagamiento, si no en dineros en otras cosas, como de pajes rapina y de hijos de mercaderes robaýna, y ansí daré a todos melezina. Yo que si me dispongo a no tener enpacho y vo por la calle con mi çestillo y lleuo en él todos los aparejos que se requieren para aconchar, que no me faltará la merçed del Señor, y si soy vergonçosa seré pobre, y como dizen, mejor es tener que no demandar. Assí que, si tengo de hazer este ofiçio, quiero que se diga que no fue otra que mejor lo hiziese que yo. ¿Qué vale a ninguno lo que sabe si no lo procura saber y hazer mejor que otrie? Exenplo gratia: si vno no es buen jugador, ¿no pierde? Si es ladrón bueno, sábese guardar que no lo tomen. Ha de poner el ombre en lo que haze gran diligençia y poca vergüenza y rota conçiençia para salir con su enpresa al corrillo de la gente.

Mamotreto XLII. Cómo, estando la Loçana sola, diziendo lo que le conuenía hazer para tratar y platicar en esta tierra sin seruir a nadie, entró el Autor callando y disputaron los dos. Y dize el Autor

autor: Si está en casa la Loçana, quiero vella y demandalle vn poco de algalia para mi huéspeda qu’está sorda. En casa está. ¡Dame! ¿Con quién habla? ¡Voto a , que deve de estar enojada con qualque puta! Y agora todo lo que dize será nada, que después serán amigas antes que sea noche, porque ni ella sin ellas, ni ellas sin ella no pueden biuir. Sabello tengo, que qualque cosa no le an querido dar, y por esto son todas estas braverías o braueaduras. ¿Quién mató la leona, quién la mató? Matola vuestro hierno, marido de vuestra hija. Assí será esta quistión. Su criado aurá muerto qualque ratón, y pensará que sea leona. Otra cosa es, agora la entiendo. ¿Qué dize de sueños? Tanbién sabe de agüeros, y no qué otra cosa dixo de hurracas y de tordos que saben hablar y que ella sabría biuir. ¿El Persio ha oýdo? ¡O, pesse a san, con la puta astuta! ¡Y no le bastaua Ouidio, sino Persio! Quiero sobir, que no es de perder, sino de gozar de sus desparates, y quiero atar bien la bolsa antes que suba, que tiene mala boca, y sienpre mira allí. Creo que sus ojos se hizieron de bolsa agena, aunque yo sienpre dezir que los ojos de las mugeres se hizieron de la bragueta del ombre, porque sienpre miran allí, y esta a la bolsa; de manera que para con ella no basta vn ñudo en la bolsa y dos gordos en la boca, porque huele los dineros donde están. Señora Loçana, ¿tiene algo de bueno a que me conbide? Que vengo cansado, y pareçiome que no hazía mi deuer si no entraua a ueros, que, como vos sabéys, os quiero yo muncho por ser de hazia mi tierra. Bien sabéys que los días passados me hezistes pagar vnas calças a la Maya, y no quería yo aquello, sino qualque biuda que me hiziesse vn hijo y pagalla bien, y vos que no perdiéssedes nada en auisarme de cosa linpia sobre todo, y haremos vn depósito que qualquier muger se contente, y vos primero. loçana: Señor, a todo ay remedio si

Leyenda:

Texto del editorEntrada de personaje


Descargar XMLDescargar TXT