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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto XXXVII. Cómo de allí se despidió la Loçana y se fue en casa de vn hidalgo que la buscaua, y estando solos se lo hizo porque diese fe a otra que lo sabía hazer

loçana: Señores, aquí no ay más que hazer. La prissión es seguríssima; la prisionera, piadosa; la libertad no se conpra. La sujeçión aquí se estima porque ay merecimiento para todo. Vuestra señoría sea muy bien venido y vuestra merçed me tenga la promessa, que esta tarde yrá mi criado a su posada, y si vuestra merçed manda que le lleue vna prenda de oro o vna toca toniçí, la lleuará porque yo no falte de mi palabra, que prometí por todo oy. A este señor yo lo vissitaré. cauallero: Señora Loçana, no enbiéys prenda, que entre vos y no se pueden perder sino los barriles. Enbiá, como os dixe, y no curéys de más. Y mirá que quiere su señoría que mañana vengáys a uerlo. loçana: Beso sus manos y vuestros pies, mas mañana no podrá ser, porque tengo mi guarnelo lauado y no tengo qué me vestir. cauallero: No curéys, que su señoría os quiere vestir a su modo y al vuestro. Vení ansí como estáys, que os conbida a comer; y no á de esperar, que su señoría come de mañana. loçana: ¡Por la luz de Dios, no estuviese sin besar tal cara como essa, aunque supiesse enojar a quien lo vee! angelica: ¡Ansí, Loçana, no curéys! ¡Andá, dexaldo, que me enojaré, aunque su merçed no me quiere ver! cauallero: Señora, deseo’s yo seruir; por tanto, le suplico que a monseñor mío le muestre su casa y sus joyas, porque su señoría tiene munchas y buenas, que puede seruir a vuestra merçed. Señora Loçana, mañana no se os oluide de uenir. loçana: No si se me oluidará, que soy desmemorada después que mouí, que si tengo de hazer vna cosa es menester ponerme vn señal en el dedo. cauallero: Pues vení acá, tomá este anillo, y mirá que es vn esmeralda, no se os cayga. loçana: Sus manos beso, que más la estimo que si me la diera la señora Angelina dada. angelina: Andá, que os la , y traelda por mi amor. loçana: No se esperaua menos desa cara de luna llena. ¡Ay, señora Angelina, míreme, que paresco obispo! ¡Por vida de vuestra merçed y mía, que no estoy más aquí! Ven a çerrar, Matehuelo, que me esperan allí aquellos moços del desposado de Hornachuelos, que no ay quien lo quiera, y él porfiar y con todas se cassa y a ninguna sirue de buena tinta. matheuelo: Cerrar y abriros, todo a un tienpo. moços: ¿Venís, señora Loçana? ¡Caminá, cuerpo de , que mi amo se desmaya y os espera, y vos todauía queda! Sin vos no valemos nada, porque mi amo nunca se rríe sino quando os vee, y por esso mirá por nossotros y sednos fauorable agora que le son venidos dineros, antes que se los huelan las bagasas, que, ¡boto a Dios!, con putas y rufianas y tabaquinas no podemos medrar. Por esso, ayúdenos vuestra merçed y haga cuenta que tiene dos esclauos. loçana: Callá, dexá hazer a , que yo lo porné del lodo a dos manos. Vuestro amo es como el otro que dizen: Cantar mal y porfiar. Él se piensa ser Pedro Aguilocho, y no lo pueden ver putas más que al diablo. Vnas me dizen que no es para nada, otras que lo tiene tan luengo que pareçe anadón, otras que arma y no desharma, otras que es míssero, y aquí firmaré yo, que primero que me lo que le demando, me canso, y al cabo saco d’él la mitad de lo que le pido, que es trato cordoués. Él quiere que me esté allí con él y yo no quiero perder mis ganançias que tengo en otra parte. Y mirá qué tesón á tenido comigo, que no he podido sacar d’él que, como me daua vn iulio por cada ora que estoy allí, que me dos. Que más pierdo yo en otras partes que no viuo yo de entrada, como el que tiene veynte pieças, las mejores de Cataluña, y no en qué se las espende, que no reluzen, y sienpre me cuenta deudas. ¡Pues mándole yo qué putas lo an de comer a él y a ello todo! No curés, que ya le voy cayendo en el rastro. ¿Veys el otro moço viene? marçoco: ¿Qué es esso? ¿ ys, señora? loçana: A ueros. marçoco: Hago saber a vuestra merçed que tengo tanta penca de cara de ajo loçana: Essa sea la primera alhaja que falte en tu casa, y a un como a ti lleuó la landre. ¡Tente allá, vellaco! ¡Andando se te cayga! morçoco: Señor, ya uiene la Loçana. patrón: Bien venga el mal si viene solo, que ella sienpre vendrá con qualque demanda. loçana: ¿Qué se haze, caualleros? ¿Háblase aquí de cosas de amores o de o de qualque señora a quien siruamos todos? ¡Por mi vida, que se me diga! Porque si es cosa a que yo pueda remediar, lo remediaré, porque mi señor amo no tome pasión, como suele por demás, y por no dezir la uerdad a los médicos. ¿Qué es esso? ¿No me quiere hablar? Ya me vo, que ansí como ansí aquí no gano nada. moços: Vení acá, señora Loçana, que su merçed os hablará y os pagará. loçana: No, no, que ya no quiero ser boua, si no me promete dos julios cada ora. marçoco: Vení, que es contento, porque más mereçéys, máxime si le socorréys que está amorado. loçana: ¿Y de quién? ¡Catá que me corro si de otra se enamoró! Mas como todo es viento su amor, yo huelgo que ame y no sea amado. marçoco: ¿Cómo, señora Loçana? ¿Y quién es aquel que ama y no es amado? loçana: ¿Quién? Su merçed. marçoco: ¿Y por qué? loçana: Esso yo me lo . No lo diré sino a su merçed solo. marçoco: Pues ya me voy. Vuestras cien monedas agora, Dios lo dixo. loçana: Andá, que ya no es el tenpo de Maricastaña. patrón: Dexá dezir, señora Loçana, que no tienen respeto a nadie. Entendamos en otro: yo muero por la señora Angelica, y le daré seys ducados cada mes, y no quiero sino dos noches cada semana. Ved vos si mereçe más, y por lo que vos dixéredes me regiré. loçana: Señor, digo que no es muncho, aunque le diéssedes la meatad de vuestro offiçio de penitencería. Mas ¿cómo haremos?, que si vuestra merçed tiene çiertos defectos que dizen, será vuestra merçed perder los ducados y yo mis passos. patrón: ¿Cómo, señora Loçana? ¿Y suelo yo pagar mal a vuestra merçed? To, veys vn par de ducados, y hazé que sea la cosa de sola signatura. loçana: Soy contenta, mas no me entiende vuestra merçed. patrón: ¿Qué cosa? loçana: Digo que si vuestra merçed no tiene de hazer sino bessar, que me bese a . patrón: ¿Cómo bessar? ¡Que la quiero caualgar! loçana: ¿Y dónde quiere yr a cauallar? patrón: Andá, pará, puta zagala, ¿burláys? loçana: ¡No burlo, por vida desa señora honrrada a quien vos queréys caualgar, y armar y no desarmar! patrón: ¡O, pese a tal! ¿Y eso dezís? ¡Por vida de tal, que lo auéys de prouar, porque tengáys que contar! loçana: ¡Ay, ay, por el siglo de vuestro padre, que no me hagáys mal, que ya basta! patrón: ¡Mal le haga Dios a quien no’s lo metiere todo, aunque sepa ahogaros! ¡Y veréys si estoy ligado! ¡Y mirá cómo desarmo! loçana: ¡Tal frojolón tenés! Esta vez no la quisiera perder, avnque supiera hallar mi anillo que perdí agora quando venía. patrón: Tomá, veys aquí vno que fue de monseñor mío, que ni a se me oluida, ni a vos se os yrá de la memoria de hablar a essa señora, y dezilde lo que hazer. loçana: ¡Por mi vida, señor, que como testigo de vista diré el aprieto en que me vi! ¡Ay, ay! ¿Y dessos soys? Desde aquí voy derecha a contar a su merçed vuestras virtudes. patrón: , mas no esta, que tomará çelos su porfía. loçana: Muncho hará a vuestro propósito, avnque estáys çiego. Que segund yo y he visto, essa señora que pensáys, que es a vuestra vista hermosa, no se ua al lecho sin çena. patrón: ¿Cómo? ¡Por vida de la Loçana! loçana: Que su cara está en mudas cada noche, y las mudas tienen esto, que si se dexan vna noche de poner, que no valen nada. Por esso se dize que cada noche daua de çená a la cara. patrón: Y essas mudas, ¿qué son? loçana: Çerillas hechas de huuas asadas. Mas si la veys debaxo de los paños, lagartixa pareçe. patrón: ¡Callá, señora Loçana, que tiene graçia en aquel menear de ojos! loçana: Esso yo me lo tengo, que no soy puta, quanto más ella, que biue desso. patrón: Quien a otra ha de dezir puta, á de ser ella muy buena muger, como agora vos.

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