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Retrato de la Loçana andaluza. Edición digital

AutorFrancisco Delicado (1485-1535)
Lugar de publicaciónVenecia
Año de publicaciónca. 1530
Ubicación del originalBiblioteca Nacional de Austria
Extensión108 páginas

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Mamotreto XXIV. Cómo comenzó ha conuersar con todos y cómo el Autor la conosçió por ynterçesión de vn su conpañero, que era criado de vn enbaxador milanés, al qual ella siruió la primera vez con vna moça no virgen, sino apretada. Aquí comiença la Parte segunda

Siluio: ¡Quién me tuviera agora, que a aquella muger que va muy cubierta no le dixera qualque remoquete, por ver qué me respondiera y supiera quién es! ¡Voto a , que es andaluza! En el andar y meneo se conosçe. ¡O, qué pierna! En vella se me desperezó la conplissión. ¡Por vida del rei, que no está virgen! ¡Ay, qué meneos que tiene! ¡Qué boltar acá! Sienpre que me vienen estos lances, vengo solo. Ella se para allí con aquella pastelera. Quiero yr a uer cómo habla y qué conpra. autor: ¡Ola! ¡Acá, acá! ¿Qué hazéys? ¿ ys? siluio: Quiero yr allí a uer quién es aquella que entró allí, que tiene buen ayre de muger. autor: ¡O, qué reñegar tan donoso! ¡Por vida de tu amo, di la verdad! conpañero: ¡Hi, hi! Diré yo como de la otra, que las piedras la conoçién. autor: ¿Dónde está? ¿Qué trato tiene? ¿Es casada o soltera? Pues a uos quiero yo para que me lo digáys. conpañero: ¡Pese al mundo con estos santos! Sin auiso pasa cada día por casa de su amo, y mirá qué regatear que tiene, y porfía que no la conosçe. Miralda bien, que a todos da remedio de qualquier enfermedad que sea. autor: Esso es bueno. Dezime quién es y no me habléys por çircunloquios, sino dezime vna palabra redonda, como razón de melcochero. ¡Dímelo, por vida de la Corçeta! conpañero: contento. Esta es la Loçana, que está preñada de aquel canónigo que ella sanó de lo suyo. autor: ¿Sanolo para que la enpreñasse? Tuvo razón. Dezime, ¿es cortesana? conpañero: No, sino que tiene esta la mejor vida de muger que sea en Roma. Esta Loçana es sagaz y á bien mirado todo lo que passan las mugeres en esta tierra, que son sujetas a tres cosas: a la pinsión de la casa y a la gola y al mal que después les viene de Nápoles. Por tanto, se ayudan quando pueden con ingenio, y por esto quiere esta ser libre. Y no hera venida quando sabía toda Roma y cada cosa por estenso. Sacaua dechados de cada muger y ombre, y quería saber su biuir, y cómo y en qué manera, de modo que agora se va por casas de cortessanas, y tiene tal lauia que sabe quién es el tal que viene allí, y cada vno nonbra por su nonbre, y no ay señor que no desee echarse con ella por vna vez. Y ella tiene su cassa por , y quanto le dan lo enbía a su casa con vn moço que tiene, y sienpre se le pega a él y a ella lo mal alçado, de modo que se saben remediar. Y esta haze enbaxadas y mete de su cassa muncho almazén, y sábele dar la maña, y sienpre es llamada señora Loçana, y a todos responde y a todos promete y çertifica, y haze que tengan esperança, avnque no la aya. Pero tien'esto: que quiere ser ella primero referendada, y no perdona su ynterés a ninguno, y si no queda contenta, luego los moteja de míseros y bien criados, y todo lo hecha en burlas. Desta manera saca ella más tributo que el capitán de Torre Sabela. Veysla allí, que pareçe que le hazen mal los assentaderos, que toda se está meneando, y el ojo acá, y si me vee, luego me conoçerá, porque sabe que yo lo que passó con mi amo el otro día, que vna mochacha le lleuó. Çinco ducados se ganó esta, y más le dio la mochacha de otros seys, porque veynte le dio mi amo, y como no tiene madre, que es nouicia, ella le sacaría las coradas, que lo sabe hazer. Y no perdona seruiçio que haga, y no le queda por corta ni por mal echada, y ¡guay de la puta que le cae en desgraçia!, que más le valdría no ser naçida, porque dexó el frenillo de la lengua en el vientre de su madre, y si no la contentasen, diría peor dellas que de carne de puerco, y si la toman por bien, beata la que la sabe contentar. Va diziendo a todos qué ropa es debaxo paños, saluo que es boua y no sabe. Condiçión tiene de ángel, y el tal señor la tuuo dos meses en vna cámara, y dize por más encareçer: Señor, sobre , si ella lo quiere hazer, que apretés con ella, y a tanbién lo auéys de hazer, que de tal encarnadura que si no me lo hazen, muerta , que ha tres messes que no qué cosa es, mas con vos quiero ronper la jura. Y con estas chufletas gana. La mayor enbaydera es que naçió. Pues, ¿pensaréys que come mal? Sienpre come asturión o qualque cosa. Come lo mejor, mas tanbién llama quien ella sabe, que lo pagará más de lo que vale. Llegaos allá, y yo haré que no la conozco; y ella, veréys que conocerá a vos y a , y veréys como no miento en lo que digo. autor: De vuestras camisas o pasteles nos mostrás, señora, y máxime si son de mano dessa hermosa. loçana: ¡Por mi vida, que tiene vuestra merçed lindos ojos! Y essotro señor me pareçe conoçer, y no lo ui. ¡Ya, ya, por mi vida que lo conosco! ¡Ay, señora Siluana, por vida de vuestros hijos que lo conozco! Está con vn mi señor milanés. Pues dezí a vuestro amo que me á de sser conpadre quando me enpreñe. autor: Quanto más si lo estáys, señora. loçana: ¡Ay, señor, no lo digáys, que soy más casta que es menester! autor: Andá, señora, crecé y multiplicá, que lleuéys algo del mundo. loçana: Señor, no hallo quien diga qué tienes . autor: ¡Pues, boto a , que no se os pareçe! loçana: Mas antes , que ansí gozéys de vos, que engordo sin verde. autor: Cada día sería verde si por tiráys. Señora, suplícole me diga si es esta su possada. loçana: Señor, no, sino que soy venida aquí, que su nuera desta señora está de parto, y querría hazer que, como heche las pares, me las vendan, para poner aquí a la vellutera y dalle ha qualque cossa para ayudá a criar la criatura. Y la otra tiene vna niña del ospital y darémosle a ganar de su amigo çien ducados, y por otra parte ganará más de trezientos, porque á de dezir que es de vn gran señor que no desea otro sino hijos, y a esta señora le pareçe cosa estraña y no lo es. Dígaselo vuestra merçed, por amor de , y ruéguenselo, que yo voy arriba. autor: Señora, en vuestra casa podéys hazer lo que mandáredes, mas a mal me paresçe. Y mirá lo que hazéys, que esta muger no’s engañe a vos y a vuestra nuera, porque ni de puta buena miga ni d’estopa buena camisa. Notad: la puta como es criada y la’stopa como es hilada. Digo esto porque, como me lo á dicho a , lo dirá a otrie. pastelera: Señor, mirame por la botica, que luego abaxo. conpañero: ¿Qué te paresçe? ¿Mentía yo? ¡Por el cuerpo de sant, que no es esta la primera que ella haz! ¡Válgala, y qué trato que trae con las manos! Paresçe que quanto dize es ansí como ella lo dize. En mi vida espero ver otra símile. Mirá, ¿qué hará de sus pares ella quando parirá? Esta es la que dio la posta a los otros que tomasen al puente a la Bonica, y mirá qué treyntón le dieron porque no quiso abrir a quien se lo dio. Y fue que, quando se lo dieron, el postrero fue negro, y dos ducados le dieron para que se medicase, y a esta más de diez. autor: ¡O, la gran mala muger! ¿Cómo no la açotan? conpañero: Callá, que deçiende. Señora, ¿pues qué libráys? loçana: Señor, que quiero yr’aquella señora para que esté todo en horden, que la misma partera me las traerá. autor: (A ella y a vos auían de encoroçar). Señora, ¿qué haré para que mi amiga me quiera bien? loçana: Señor, comed de la saluia con vuestra amiga. conpañero: Señora, ¿y yo, que muero por vos? loçana: Esso sin saluia se puede hazer. No me den vuestras merçedes enpacho agora, que para esso tienpo ay, y cassa tengo, que no lo tengo de hazer aquí en la calle. conpañero: ¡Señora, no! Mire vuestra merçed: ¿qué se le cae?
loçana: Ya, ya: faxadores son para xabonar. autor: ¡Bo
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a Dios, que son de manlleua para xabonar! No es naçida su par. ¡Mal año para cauallo ligero, que tal sacomano sea! Esta conprará offiçio en Roma, que benefiçio ya me paresçe que lo tiene curado, pues no tiene chimenea, ni tiene do poner antojos.
conpañero: ¡Cómo va hazendossa! Lo que saca ella deste engaño le sacaría yo si la pudiese conduzir a que s’echase comigo, que esta dará lo que tiene a vn buen rufián que fuese cordoués traymado. autor: Callemos, que torna a ssalir. ¿Qué mejor rufián que ella, si por cordoués lo auéys? Por vida suya, que tanbién se dixo esse refrán por ellas como por ellos. Si no, miraldo si se sabe dar la manera en Alcalá o en Güete. ¿Qué es aquello que trae? Demandémoselo. ¿Qué priesa es essa, señora? loçana: Señores, como no saben en esta tierra, no prouehen en lo neçessario, y quieren haçer la cossa y no le saben dar la maña. La parida no tiene peçones, como no parió jamás, y es menester ponelle para que le salgan este perrico y negoçiar, por amor del padre. Y después, como no tiene peçones, le pagaremos. autor: ¡Vuestra merçed es el todo, a lo que vemos! Mirá, señora, que esta tierra prueua los rezién venidos venidos, no’s amaléys, que os cerrarán quarenta días. loçana: Señor, de lo que no auéys de comer, dexaldo cozer. autor: Y aun quemar. siluio: ¿Esso me dezís? Con poco más me moriré. ¿Mas vuestra merçed no será de aquellas que prometen y no atienden? loçana: Dexame passar, por mi vida, que tengo que hazer, porque es menester que sea yo la madre de la parida, y la botillera y lo demás, porque viene la más linda y fauoresçida cortesana que ay en Roma por madrina, y más viene por contentarme a que por otra cosa, que soy yo la caxa de sus secretos, y vienen dos vanqueros por padrinos. Solo por vella no’s partáys, que ya vienen. ¿Veysla? Pues, ¿de la fruta no tenemos? Vna mesa con presutos cochos y sobreassadas, con capones y dos pauones y vn faysán, y astarnas y mile cosas. Mirad si viésedes a mi criado, que es ydo a cassa, y xele que truxese dos coxines vazíos para lleuar faxadores y paños para dar a lauar, por meter entre medias de lo mejor, y no viene. autor: ¿Es aquel que viene con el otro Sietecoñicos? loçana: , por mi vida, y su pandero trae. Mill cantares nos dirá el vellaco. ¿Y no miráys, anillos y todo? ¡Muéranse los barueros! sietecoñicos: Mueran por çierto, que muy quexoso vengo de vuestro criado, que no me quiso dar tanticas de blanduras. loçana: ¡Anda, que bueno vienes, borracha! Alcohol y todo. No te lo sopiste poner. Calla, que yo te lo adobaré. Si te miras a vn espejo, verás la vna çeja más ancha que la otra. sietecoñicos: ¡Mirá qué norabuena! Algund çiego me querría ver. loçana: Anda, que pareçes a Françisca la Fajarda. Entra, que as de cantar aquel cantar que dixiste quando fuymos a la viña a çená la noche de marras. sietecoñicos: ¿Quál, Vayondina? loçana: , y el otro. sietecoñicos: ¿Quál? ¿Bartolomé del Puerto? loçana: , y el otro. sietecoñicos: Ya, ya. ¿Ferreruelo? loçana: Esse mismo. sietecoñicos: ¿Quién está arriba? ¿Ay putas? loçana: , mas mira que está allí vna que presume. sietecoñicos: ¿Quién es? ¿La de Toro? Pues razón tiene, puta de Toro y trucha de Duero. loçana: Y la seuillana. sietecoñicos: Las seys vezes villana, señores, con perdón. autor: Señora, no ay herror. Su vos, alcuza de santero. loçana: Señores, no se partan, que quiero mirar qué es lo que le dan los padrinos, que me va algo en ello. autor: Dezime, ¿qué dan los padrinos? conpañero: Es vna vssança en esta tierra que cada uno da a la madre segund puede, y hazen veynte padrinos, y cada vno le da. autor: Pues no yvan allí más de dos con la criatura. ¿Cómo hazen tantos? siluio: Mirad, aquella garrafa que traen de agua es la que sobró en el baçín quando se lauaron los que tienen la criatura, y tráenla a casa, y de allí enbíanla al tal y a la tal, y ansí a quantos quieren, y dizen que por auerse lauado con aquel agua son conpadres, y assí enbían, quién vna cana de rasso, quién vna de paño, quién vna de damasco, quién vn ducado o más, y desta manera es como cabeça de lobo para criar la criatura hasta que se casse o se venda, si es hija. Pues no otra cláusula que hazen aquí las cortessanas: prometen de se vestir de blanco o pardillo, y dizen que lo an de conprar de limosnas. Y ansí van vestidas a espessas del conpaño. Y esto de los conpadres es assí. autor: No se lo consentirían, esto y otras mill superstiçiones que hazen, en España. siluio: Pues por esso es libre Roma, que cada uno haze lo que se le antoja agora, sea bueno o malo, y mirá quánto, que, si vno quiere yr vestido de oro o de seda, o desnudo o calçado, o comiendo o riendo, o cantando, sienpre vale por testigo y no ay quien os diga mal hazéys ni bien hazéys, y esta libertad encubre munchos males. ¿Pensáys vos que se dize en balde por Roma Babilón, sino por la muncha confusión que causa la libertad? ¿No miráys que se dize Roma meretrice, siendo capa de pecadores? Aquí, a dezir la verdad, los forasteros son muncha causa, y los naturales tienen poco del antiguo natural, y de aquí naçe que Roma sea meretriçe y concubina de forasteros y, si se dize, ¡guai quien lo dize!, haz y haré yo y mal para quien lo descubrió. Ermano, ya es tarde; vámonos y haga y diga cada uno lo que quisiere. autor: Pues año de veynte e siete, dexa a Roma y vete. conpañero: ¿Por qué? autor: Porque será confusión y castigo de lo pasado. conpañero: ¡A huir quien más pudiere! autor: Pensá que llorarán los barbudos y mendicarán los ricos, y padescerán los susurones, y quemarán los públicos y aprobados o canonizados ladrones. conpañero: ¿Quáles son? autor: Los registros del Jure ceuil.

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